martes, 17 de septiembre de 2019

SPANISH BIZARRO: EL REY GITANO

Hablar de Juanma Bajo Ulloa es hablar de un director venido a menos. Tras el pelotazo que dio en 1997 con “Airbag” ya no volvió a petarlo más. Le costaba levantar los proyectos cosa mala. Hasta que en 2015 volvió a las andadas dirigiendo “Rey Gitano”. Su “¡Ja me maaten…!” particular con más medios y estilo, todo sea dicho. Pero muy por debajo de “Airbag”, por supuesto. 

Jose Mari y Primitivo son dos detectives en paro, fracasados y perfectos representantes de las irreconciliables dos Españas. Con la llegada de Gaje, un gitano golfo y seductor que les propone una disparatada misión, su suerte cambiará. ¿A mejor? En un país en crisis, con un gobierno bajo sospecha y una monarquía en horas bajas estos personajes se encargarán de darnos el empujón final. 


En esta peli abundan los chistes fáciles, la escatología, muchas heces, cagadas en el campo, cocaína, putas…Y unos efectos especiales lamentables sacados del Windows Movie Maker (qué explosiones más cutres, ¡por dios!) 

En el apartado actoral, Arturo Valls sobre-actúa que da gusto. No es nada creíble como líder gitano. Vemos a Ernesto Sevilla haciendo de chapuzas y calzonazos, María León como actriz de baja estofa e hija de Karra Elejalde con una secuencia magistral de tortazos gratuitos, Rosa María Sardá como mujer cabrona dominanta y Santiago Segura de jefe poderoso con problemas de garganta (cuesta entender lo que dice). 

Pero las mejores escenas son, sin duda alguna, las de Karra Elejalde y el desaparecido Manuel Manquiña (profesional, mu profesional). Brutal el diálogo de altura política “Las comunistas follan mal, les falta el sentido de lo privado”. 

A destacar dos secuencias top: La de Manuel Manquiña contándole su experiencia con todo tipo de drogas duras a un Auditorio lleno de niños de 10-12 año y la del rey emérito Juan Carlos confesándose de sus múltiples pecados ante Karra Elejalde disfrazado de cura. 

El guión es un quiero y no puedo. Tiene connotaciones de crítica a los poderosos pero sin demasiado punch. Y el desenlace del film es torpón, carente de ritmo y gracia. La duración de 1h 51 min es excesiva, se hace pesada la cosa. 

La película buscaba petarlo en taquilla pero no funcionó. 156.617 espectadores vieron esta comedia gamberra y la recaudación se quedó en unos paupérrimos 934.640 euros. 

Si te apetece pasar un rato en plan encefalograma plano, esta es tu película. Pero drógate, te hará falta. 

Aureli Del Pozo 


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