viernes, 20 de julio de 2018

Crónicas Festivaleras: Fantosfreak - Día 4


Algo se muere en el alma cuando el Fantosfreak se va… ¡Pero tranquilos! Que a nosotros nos es imposible, pero tú que estás leyendo estás líneas aún tienes oportunidad de participar en las actividades que tendrán lugar en Cerdanyola hasta mañana, siendo hoy un día idóneo si no has podido acercarte al Parc del Turonet durante la semana, puesto que se proyectará lo más granado entre los cortos a competición y se anunciará el palmarés de esta decimonovena edición. Además, a las 19:00 podréis disfrutar de un Q&A sobre bandas sonoras y cine con Ken Stringfellow (R.E.M., The Posies…) moderado por el periodista Xavi Sánchez Pons (Mondo Sonoro, Sensacine, La Razón…). El evento tendrá lugar en el MAC (Museu d’Art de Cerdanyola), para posteriormente trasladar la acción de nuevo al Parc del Turonet con lucha libre en vivo de la mano de Riot Wrestling. ¡No os lo perdáis!

Para ir haciendo tiempo, os traemos la crónica de esta cuarta y última jornada de proyecciones de cortos en competición, quizás la noche con el nivel general más elevado, durante la cual pudimos disfrutar de 11 cortometrajes más que suman un total de 44 trabajos mostrados ante un total de más de 7.000 espectadores. Esas son las envidiables y fascinantes cifras de un festival que debería ser cita ineludible en vuestras agendas.



La sesión dio el pistoletazo de salida con Smashed de Sean Lahiff, presentada por su productor y, en calidad de compositor de la banda sonora, por Ken Stringfellow, guitarrista de bandas como R.E.M. y The Posies, el cual realizó un concierto acústico previo a las proyecciones. Mezclando el suspense y el terror, Smashed choca de primeras por su montaje caótico y su enrevesada trama, pero su potencial visual y sonoro mantiene la atención del espectador a medida que el metraje avanza. Lamentablemente, su juego de omisión y confusión da como resultado un trabajo algo desangelado que pasa sin pena ni gloria.

El segundo trabajo de la noche, Vargonia, fue presentado por su director Pol Diggler y una de sus protagonistas. Poco a comentar sobre este videoclip de trap en clave de humor. Un despiporre en toda regla que rinde homenaje a Mercè Rodoreda y a las T-10. Les Trapelles al parlament!



Justin Harding es un nombre conocido en Fantosfreak. Arrasando el año pasado con su Kookie, y acojonándonos también con Point of View, la potencia de los trabajos del canadiense reside en su ojo clínico para captar y provocar miedos ancestrales y universales. Este año ha participado de nuevo en el festival con su último trabajo, Latched, una monster movie con aires de fábula tenebrosa en la que de nuevo demuestra (ya lo hizo en Kookie) su capacidad para trabajar con niños y usarlos como elemento potenciador del miedo. Porque prácticamente todo el mundo sufre al ver a una criatura (humana, digo) expuesta a situaciones de riesgo, y esa baza Harding la juega muy bien. La belleza visual del cortometraje, propiciada por los magníficos paisajes canadienses, ayuda a generar esa aura de fábula cuyo punto álgido se sitúa en su tan tierno como crudo final. Una maravilla para los sentidos que se situó inmediatamente a la cabeza de mi ranking personal de toda la semana. Por favor, que alguien le pague un largometraje al señor Harding. ¡Deprisa!

La sesión continuó con un segundo trabajo de Sean Lahiff, cuya banda sonora está compuesta también por Ken Stringfellow, llamado Too Dark. Se trata de una comedia de terror en la que un asesino en serie acecha a una víctima a través del bosque, una lección de cine social (NO) sobre cómo ser un puto psicópata no es nada fácil hoy en día. Hilarante, sólidamente interpretada y visualmente notable. Mucho mejor que Smashed, y más idónea para el entorno Fantosfreak, tal y como demostraron las constantes carcajadas.

Le Cowboy de Mont Laurier lleva ya un considerable recorrido de festivales. Esta comedia negra sobre lo engañoso de las apariencias y lo fácilmente manipulable que es la voluntad del ser humano no cuenta con aspectos excesivamente destacables, pero tampoco lo necesita. Su simplicidad y agilidad la hacen una apuesta segura en certámenes no necesariamente de género, a pesar de la incomodidad que genera en el espectador, acentuada ésta en sus segundos finales, homenajeando al personaje de Arno Frisch en Funny Games.



El siguiente trabajo de la noche, también proveniente de Australia, es también un corto con un largo y exitoso recorrido de festivales. Su imponente potencia visual y la inmediatez de la trama hacen que Daemonrunner nos vuele la cabeza y nos deje con ganas de más con apenas 5 minutos de metraje, deseando que algún productor tome este corto (que, en cierto modo, es más bien un teaser) como apuesta para un largometraje.

La recta final de la noche comenzaba a acercarse peligrosamente, pero aun quedaban propuestas interesantísimas, como la comedia gore Born Again, en la que se nos muestra un rito satánico de resultado inesperado. Serie B burra y cachonda, festivalera a más no poder, que se une a la ya larga lista de candidatas al premio del público.

Y ahí estaba Minotauro, thriller nacional dirigido por Greg A. Sebastian, para borrar las sonrisas de las caras del personal. Su propuesta, algo previsible para el ojo avizor pero no por ello menos disfrutable, es una cruda historia rodada en un elegante blanco y negro que nos hace partícipes de la confusión de su protagonista. Un trabajo muy correcto y efectivo.



Por si las risas no hubieran sido suficientes ya, Working With Jigsaw era la sorpresa que el staff del festival nos tenía preparada como antepenúltimo corto a concurso. ¿Imaginas cómo sería tener a Jigsaw trabajando en tu oficina? Con sus juegos todo el día, impidiéndote trabajar con normalidad… Una pesadilla mayor que cualquiera de las torturas de sus películas. Una comedia low cost de lo más simpática y entretenida. Si la hubieran alargado unos minutos más, nadie habría expuesto queja alguna.

Alleycats, antepenúltimo trabajo proyectado en esta decimonovena del Fantosfreak, era la apuesta de animación de la noche. Probablemente mal situada en la parrilla debido a la espectacularidad de la mayoría de trabajos proyectados previamente, lo cual disminuyó bastante la capacidad de impacto de la propuesta, esta historia de acción sobre la venganza y sus consecuencias está excesivamente centrada en la batalla, provocando que los personajes no tengan ningún trasfondo y nos den igual, incluso si uno de ellos yace muerto en el suelo mientras su hijo le llora. Un esfuerzo visual que oscila entre el 2D y el 3D, impoluto pero vacuo. Quizás si hubiera sido el primer corto de la noche, mi opinión sería diferente.


Cerrando la cuarta jornada y las cuatro noches de proyecciones de los cortos en concurso tuvimos la chocante (no en el buen sentido) Besoin Dead, cuyo intento de ser seria le juega una mala pasada. En este drama zombie de interpretaciones amateur poco profundas para las necesidades de los personajes, su tono e intenciones se ven traicionados. Con semejante elenco, un tono cómico le habría sentado infinitamente mejor. De hecho, quedó demostrado que las escenas que mejor funcionaron fueron las más cercanas a la comedia, especialmente sus pinceladas de gore en el tramo final. No es ningún desastre, pero desde luego tampoco es ninguna maravilla. Un broche final un pelín insípido, por desgracia.


Así nos despedimos, un año más, de nuestro querido Fantosfreak. Muchas gracias a Rafa, Laura, Mayka y todo el resto del equipo Fantos, que se merecen un monumento en el Parc del Turonet más grande que la famosa (en Cerdanyola, claro) escultura de la C. Gracias por refrescarnos y alegrarnos estas calurosas noches de verano. Estaremos atentos a las RRSS del festival para saber cómo queda el palmarés de esta decimonovena edición.

¡Hasta el año que viene!

Óscar Lladó
@SlasherOz

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