sábado, 31 de diciembre de 2016

¡Extra!: 2016 por el retrovisor #1, Top 10 Terror/Fantástico

Un año más toca a su fin, otro año más en el que vemos cómo el mundo se va progresivamente a la mierda. Lo que parecía imposible, lo que nos tomábamos a broma, se hizo realidad con la victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones a la presidencia de EEUU. En Inglaterra deciden activar la máquina del tiempo para volver 50 años atrás con el Brexit. Y nosotros mientras tanto por estos lares vemos cómo, después de un año sin gobierno, el PP vuelve a ganar las elecciones gracias a la complacencia del PSOE.

Las redes sociales, aquello que debería ser mero entretenimiento y una herramienta para conectar con los tuyos y con gente de gustos afines, son campos de batalla. Cualquier noticia de cualquier periódico, por trivial que sea el tema que trate, genera una ristra de comentarios de los cuales el 80% son enfrentamientos. En un mundo en el que la comunicación es la base, es increíble ver que no tenemos ni puta idea de comunicarnos con los demás. Discernir es sano y normal. Es necesario. Pero el mundo, en todos los ámbitos, está lleno de poseedores de la verdad absoluta, de justicieros sentados cómodamente en sus sofás escribiendo desde sus Mac, de falsos profetas que alimentan sus egos de likes y RT’s. Las redes son el reflejo de este mundo que se va a la mierda.

Pero por suerte contamos con esa “arma de evasión” que es el cine y, mirando por el retrovisor, en mi humilde opinión ha sido un año bastante prolífico en el que han aparecido, prácticamente de la nada (algunas de mis favoritas han sido óperas primas) pequeñas joyitas que ya incluyo entre mis películas favoritas. Y no solo hablo del fantástico, sino también de otras producciones de otros géneros, y de todos los tamaños. Nuestra presencia desde Cine Domingo en diversos festivales, de los cuales un servidor asistió a los de Sitges y Molins, me ha llevado a ver más de medio centenar de títulos producidos o estrenados en 2016. Una cifra que, sinceramente, llevaba muchos años sin alcanzar. Para algunos no será nada, pero nunca me tomé esta pasión como una competición.

A título personal, mi año se corresponde bastante con mi elección de películas favoritas: ha sido un año de contrastes en todos los sentidos posibles, en el que se entrelazan historias y momentos que recorren un abanico de sensaciones y emociones descomunal. Por eso el final de este año me trae una sensación agridulce, pero también la esperanza de que en 2017 todas las cosas positivas que me han sucedido en 2016 se multipliquen. Algo así como lo que espero del próximo año en cuanto a cine se refiere: ha habido momentos memorables, momentos que pasarán rápidamente al olvido y momentos absolutamente bochornosos… así que espero que sean los memorables aquellos que se multipliquen.


Pero por ahora, en estas últimas horas del año, toca hacer balance... y mirar por el retrovisor.

TOP TERROR/FANTÁSTICO 2016

 Me es imposible hacer un resumen de lo mejor del año sin separar el terror. Todos los aficionados al género sabemos que no podemos juzgar del mismo modo los títulos. Cada subgénero tiene sus particularidades y, sobretodo en lo que al apartado técnico se refiere, no sería justo seguir los mismos criterios de valoración. Del mismo modo, se darían comparaciones muy injustas si comparáramos lo mejor del terror dentro del año con grandes producciones de otros géneros. Así que hoy toca una lista exclusivamente de terror/fantástico, y en próximos extras hablaremos del top 10 general, los blufs del año, las películas con mejor fotografía, el top 10 de cortometrajes y los momentos más memorables del 2016.
Escoger 10 películas dentro de un año tan prolífico para el fantástico ha sido complicado, pero la cosa quedaría tal que así:  

        10. WE GO ON


No soy de terror sobrenatural. La mayoría de situaciones me sacan de la película o me impiden sentir tensión. Todo me parece predecible, todo lo he visto antes… seguro que es un sentimiento familiar para más de uno (y de dos, y de tres…). Por eso, antes de la sesión de We Go On en Molins no es que fuera con las expectativas bajas, si no que directamente no llevaba ningún tipo de expectativa… y la sorpresa fue mayúscula. Nos topamos con un thriller sobrenatural perfectamente hilado y con un par de momentos particularmente memorables que se han quedado en mi memoria del mismo modo que hace casi 20 años lo hizo El Sexto Sentido siendo un niño (Shyamalan, tú antes molabas).

We Go On cuenta la historia de Miles, quien padece un profundo terror a la muerte. Obsesionado con sus pesadillas y sueños recurrentes, un buen día decide poner un anuncio en el diario en el que ofrece una cuantiosa recompensa a cualquiera que pueda demostrarle si hay vida después de la muerte.

Es una lástima el hecho de que probablemente no cuente con ningún tipo de distribución en nuestro país y pase desapercibida, puesto que tiene potencial suficiente como para convencer, tanto si eres aficionado al género como si no.

        9. THE AUTOPSY OF JANE DOE 


Troll Hunter fue una de las pequeñas revoluciones del género hace unos añitos, creando un estatus casi de culto a su alrededor. Por eso la vuelta al ruedo de André Øvredal generó cierta expectativa entre el público festivalero, y las buenas críticas cosechadas tras su paso por Sitges hicieron que la espera hasta el festival de Molins se me hiciera tremendamente larga.

The Autopsy of Jane Doe es de esas películas en las que nada es lo que parece. Padre e hijo, propietarios de una morgue, realizan la autopsia a un cadáver sin identificar. Poco a poco irán destapando oscuros e inesperados secretos.

Una película claramente dividida en dos partes, y cuya primera mitad me convenció muchísimo más que la segunda, en la que hay un par de golpes de efecto que no me acabaron de convencer. Aun así, sorprendente y estimulante lo es un rato largo.

En 2017 tendrá estreno limitado en cines y, esperemos, edición en DVD y BD. ¡No te la pierdas!

        8. CRUEL SUMMER


Alrededor de 2009 o 2010 entró por mis retinas, por primera vez, la que es una de mis películas favoritas del siglo XXI: la brutal, cruda e imprescindible Eden Lake.
Cuando lees la sinopsis de la británica Cruel Summer es imposible no pensar en su coterránea, pero todo se debe a que este impactante trabajo de Phillip Escott y Craig Newman está basado en un hecho real, y si por algo impactaba Eden Lake era por darnos en la cara una bofetada de cruda realidad.

Cruel Summer nos cuenta la historia de Danny, un joven autista al que una panda de poligoneros deciden “darle una lección” después de que éste, en teoría, se hubiera liado con la novia de uno de ellos. Interpretaciones convincentes que, junto a una banda sonora que contrasta con lo crudo y agresivo de las situaciones que se nos muestran (una de mis bandas sonoras favoritas del año, trabajo de Josef Prygodzicz, envolvente y atmosférica, con pinceladas de trip hop y la electrónica más ambiental), transmitiendo la misma calma que el entorno en el que se desarrolla la acción, hacen que un guion relativamente sencillo desemboque en un resultado altamente disfrutable.

Hasta la fecha, solo ha podido verse por estas latitudes en el Festival de Molins de Rei, pero hay anunciada una edición inglesa en DVD que verá pronto la luz.

        7. BEYOND THE GATES



Poder conocer a un mito como Barbara Crampton ha sido uno de los highlights de este 2016, y fue posible gracias a su presencia en el festival de Sitges presentando su última producción, en la cual también ha participado con un pequeño papel: la ópera primera del talentoso Jackson Stewart, un tipo que es sin duda lo que se diría “uno de los nuestros”: amante del género (es un fan confeso de J.P. Simón y otros realizadores de nuestro fantaterror) y en especial de los clásicos. El hecho de haber crecido entre VHS (hecho que nos contó en un Q&A tras la proyección de la película en Sitges) se nota en su estilo, en sus referencias y en sus intenciones. Beyond the Gates es todo un festival de entretenimiento que emana un aroma a cine ochentero que embriaga, te envuelve y te atrapa.

Tras la desaparición de su padre, dos hermanos vuelven al pueblo que los vio crecer para vaciar el videoclub que regentaba su padre antes de desaparecer. En él encuentran un antiguo juego de terror en VHS de aquellos que tan de moda estuvieron durante los 80 y los 90. El ejemplo que más conocemos por aquí es el clásico Atmosfear… pues imaginaos si los chavales de Jumanji hubieran jugado con él en la casa de Poltergeist.

Luces de neón, humo, extrañas criaturas, otras dimensiones, algo de sangre y vísceras (lo justo… y artesanal, como debe ser) y entretenimiento por un tubo, de ese para disfrutar con una coca cola y un bol de palomitas. Un nuevo título que pasa a engrosar la lista de producciones que homenajean los 80s, con una BSO cuyos sintetizadores te trasladan en el tiempo.

¡Quiero ya una edición en VHS!

        6. THE WITCH



Si el año pasado le tocaba a Babadook recibir varapalos por todas partes debido a una errónea campaña de marketing en la que la catalogaban como “la película más terrorífica de todos los tiempos” yendo ésta muchísimo más allá del terror, este año parece que han decidido tropezar con la misma piedra con The Witch. Y, además, ambos títulos coinciden en su planteamiento en forma de cuento o fábula teniendo, eso sí, una aura mucho más oscura y más cercana al terror este cuento de brujas ambientado en la Nueva Inglaterra del 1630.

Una familia de colonos con cinco hijos que vive cerca de un bosque, del que se dice está maldito, comenzará a enfrentarse entre sí cuando las desgracias comiencen a caer sobre ellos. Brujería y magia negra son solo algunos de los componentes de una historia que oscila entre el terror y el drama, y que desemboca en un desenlace tan trágico como sorprendente.

Si bien su ritmo pausado puede ser motivo suficiente para que mucha gente no comulgue con la propuesta, es precisamente este aspecto, junto a su cuidada cinematografía, lo que ha convertido The Witch en una de mis películas de terror favoritas del año. Cuesta creer que sea una ópera prima, hecho por el cual Robert Eggers se ha ganado a pulso un puesto en las listas de realizadores actuales a seguir de cerca.

        5. THE WAILING


Ay, Corea… Cuantas alegrías nos das.

Desde hace ya algunos años, mi punto de referencia para el cine oriental está entre Japón y Corea del Sur. Por lo general, la mayoría del cine que consumo proveniente del país nipón suelen ser producciones de bajo presupuesto, pero en Corea no paran de salir grandes producciones de tan alta calidad que ya no sorprende que el apartado visual de las mismas roce la perfección. Pero cuando te enfrentas por primera vez a The Wailing (El Extraño) sabes que estás contemplando una obra de arte desde el minuto cero.

Con una fotografía inmejorable de Pyo Hong-Kyung y unos intérpretes en estado de gracia, el director Na Hong-Jin nos ofrece una propuesta que destila grandeza durante la totalidad de su extenso metraje, hecho que explica por qué esta joya (ya disponible en nuestro país en DVD y BD gracias a La Aventura) se ha colado en la gran mayoría de los tops de medios y blogs especializados. Y es que Hong-Jin ya nos sorprendió en otras dos ocasiones con dos maravillas como Chaser y The Yellow Sea, demostrando una maestría poco habitual para un realizador con una filmografía no demasiado extensa. Pero esa corta carrera le ha llevado a realizar este tour de force que mezcla thriller y terror con un estilo y una clase que sitúan desde ya a Hong-Jin entre uno los maestros del thriller coreano contemporáneo junto a grandes nombres como Park Chan-Wook o Kim Jee-Woon.

En un ambiente rural que proporciona paisajes y espacios impresionantes, la historia nos cuenta la situación de un pueblo en el que comienzan a suceder misteriosos y violentos asesinatos. Las sospechas recaen sobre un ermitaño que vive aislado del resto del pueblo, y la torpeza de la policía, además de la rareza de los hechos, provocará que se requiera la ayuda de un chamán…

¡Imprescindible!

        4. BASKIN


Tío, tienes que ver una película que vi en Sitges que parece que la haya escrito Clive Barker”. Así me vendieron Baskin y, claro, uno no es de piedra… El hype que siguió a esta afirmación hasta el momento en que pude ver el primer largo del joven realizador turco Can Evrenol fue bastante bestia… y eso siempre es peligroso. Pero ni cuando las altas expectativas te amargan la experiencia y el resultado con el que te encuentras es que tu satisfacción es incluso superior a éstas, sabes que estás ante algo especial.

Los más cercanos y aquellos con los que suelo hablar de cine por las RRSS sufrieron las consecuencias, ya que mi obsesión duró unas semanitas, llevándome incluso a realizar un segundo visionado unos pocos días después del primero, algo que no suelo hacer habitualmente. Una ambientación oscura, malsana y retorcida, además de un villano memorable como hacía tiempo que no me encontraba (el Padre, interpretado por Mehmet Cerrahoglu), llevaron a Baskin a convertirse en una de mis películas favoritas del año y de lo que llevamos de siglo.

Desde hace un tiempo está disponible en DVD y BD gracias a la distribuidora más valiente de nuestro país: Vial of Delicatessens.

        3. THE EYES OF MY MOTHER



Hay películas que te enamoran a primera vista, ya sea porque te entran por el ojo, porque te identificas con lo que cuentan o por cualquier motivo de entre los miles posibles. En el caso de The Eyes of My Mother, ópera prima del neoyorquino Nicolas Pesce, claramente el apartado visual tiene un peso importante al ofrecernos esta trágica y demoledora historia en un cuidado blanco y negro. Y es fácil identificarse con los personajes a pesar de lo extremo de sus situaciones, hecho que es debido única y exclusivamente a cómo se nos transmite la historia, buscando la belleza en lo sórdido y grotesco.

Francisca (Kika Magalhaes) vive junto a su familia en una granja aislada, donde su madre (una cirujana portuguesa) le enseña anatomía, educándola en la imperturbabilidad ante la muerte. Un día, la inesperada visita a su casa de un misterioso hombre cambiará su vida para siempre.

El gran descubrimiento, a parte obviamente del grandísimo trabajo de fotografía de Zach Kuperstein, ha sido el de mi actuación femenina favorita del año con la portuguesa afincada en EEUU Kika Magalhaes, una absoluta bestia interpretativa a través de la que se canaliza el hecho de que The Eyes of My Mother transmita tanta belleza a pesar de su durísima historia, puesto que su personaje transmite tanta crudeza, como brutalidad, ternura y amor.

Un absoluto must del 2016 cuyo secreto para su intensidad reside en su corto (aunque suficiente) metraje.

        2. CRUDO (RAW)

 

Ayer, en mi último Baño de Sangre del año me decidí a analizar uno de mis títulos de cabecera de éste año, y una de mis dos películas favoritas vistas en el pasado Festival de Sitges: Raw o Grave, o Crudo. Llamadle como queráis, yo le llamo PELICULÓN, así en mayúsculas
.
Raw es un terrorífico a la par que precioso relato en el que nada es lo que parece, en un juego de dicotomías que se dan paso entre sí para mostrarnos los cambios que suceden en el interior de una chica joven enfrentándose a su primer año de universidad. Y es que Justine (interpretada por una tan maravillosa como desconocida Garance Marillier), la protagonista, proviente de una familia en la que todos son veterinarios y veganos, con lo cual se dispone a seguir sus pasos ingresando en la Facultad de Veterinaria. Allí se encontrará con la clásica situación del primer año en la que sufrirán las novatadas si quieren encajar. En una de ellas Justine se verá obligada a comer carne cruda, lo cual despertará en ella nuevas y extrañas sensaciones.

En Marzo llega a los cines con la primavera, un estreno más que adecuado para simbolizar el despertar hormonal de nuestra querida Justine. ¡Nos vemos en el cine!

        1. THE NEON DEMON


Me encanta cuando una película genera controversia y opiniones absolutamente dispares, y conozco muy poca gente que tenga opiniones contenidas respecto al último trabajo del danés de nombre raro al que le gustan las luces de neón y la violencia estilizada. De “obra maestra” a “peliculón”, y de ahí ya hasta “timo”, “basura” y otros tantos calificativos (nunca dejo de sorprenderme de lo rico que es el vocabulario en cuanto a términos negativos). The Neon Demon no deja indiferente. De hecho, ninguna de las obras de Nicolas WInding-Refn deja indiferente.

Las miserias y desgracias del mundo de la moda vistas a través de las gruesas gafas de NWR nos muestran la transformación de Jesse (una Elle Fanning que borda el papel bajo el particular estilo de los protagonistas de las películas del controvertido realizador), una jovencísima aspirante a modelo que llega a Los Ángeles y que verá como su ascenso en el mundillo va acompañado de la progresiva devoración de su candidez e inocencia.

La impecable fotografía de Natasha Braier, el genial personaje de Jena Malone y su magnífica interpretación, la banda sonora y lo bien utilizada que está, la simetría y la belleza de todos y cada uno de los planos, sus créditos finales (Sia es amor), la sencillez de su guion compensada con la potencia de sus imágenes… hay tantas cosas buenas a destacar de esta maravilla que podría dedicarle una reseña completa para halagarla. Pero no será el caso.

No la recomendaría a cualquiera, solo deseo que si decidís verla, vuestra experiencia sea por lo menos la mitad de satisfactoria que la mía. Yo lo digo claro y conciso: obra maestra. Directa a esa selecta lista de títulos que se han quedado inyectados en mi retina desde el primer visionado. Puro amor a primera vista.


¡Buena salida de año y mejor entrada, dominguers! Recordad brindar a nuestra salud.

HAIL SEITAN!


Óscar Lladó

viernes, 30 de diciembre de 2016

BAÑO DE SANGRE VOL. XV: “GRAVE (RAW)”

¡BAÑISTAS!

Ahora sí que sí, toca despedir el año con el último Baño de Sangre de este prolífico 2016. Porque quien nos conoce sabe que somos amantes de los clásicos de toda índole, pero que también disfrutamos y amamos el cine contemporáneo. A través de nuestra presencia este año en diversos festivales como los de Sabadell, Sitges, Molins de Rei, Horrorvision, Nits de Cinema Oriental de Vic, etc… hemos podido descubrir pequeñas joyas que probablemente pasen desapercibidas incluso para el más cinéfilo, ya que no contamos con su distribución por estos lares. Pero hay una película en particular que, por diversos motivos, lleva tiempo en boca de los amantes del terror y que, por suerte, contará con la distribución de una multi. Y es que nada más y nada menos que Universal ha apostado por esta pequeña joya. Y digo joya sin especificar de qué género, puesto que no estamos ni mucho menos ante una película exclusivamente de terror, sino que es un cruce de aquellos a los que estamos acostumbrados a encontrar en el cine independiente entre el drama y el terror.

Por supuesto, hablo de Raw, o Crudo, o Grave… llámale X. El debut en el largometraje de la francesa Julia Ducournau, la cual se convierte ipso facto en uno de esos nuevos talentos a seguir de cerca, un talento aparentemente innato porque uno no acaba de creerse que, ante tal ejemplo de calidad, esté contemplando una ópera prima.  


Siempre intento mantener bajo el hype para no llevarme una decepción, pero en este caso me fue difícil. Hace ya unos meses, los medios (no solo los especializados, sino también los generales) se hicieron eco de un suceso acontecido en el Festival Internacional de Cine de Toronto en el que hubieron desmayos debido a sus gráficas escenas de canibalismo. Como uno ya tiene los huevos pelados de ver campañas de marketing similares, no sabes si creértelo o pensar que es una jugarreta. No sabemos si la firma con Universal sucedió antes o después del boom mediático, sea como sea la señorita Ducournau ha salido ganando porque una relativamente modesta producción francesa está teniendo una proyección a nivel mundial que más quisieran para sí otras producciones más grandes.

A lo que íbamos… que ante noticias así es fácil que los amantes del cine más visceral comencemos a salivar y, teniendo en cuenta su procedencia, es fácil hacer la conexión con esa oleada de realizadores franceses que alguien decidió unir bajo la etiqueta de Nuevo Extremismo Francés, que tantos buenos momentos nos ha dado a través de títulos que, si no son ya de culto, lo serán dentro de muy poco. Pero asociar Raw con películas como Martyrs, Alta Tensión o A l’Interieur es un error. Si todavía no la habéis visto, no hagáis como yo, no os hagáis ninguna idea preconcebida porque (palabrita de niño Jesús) lo que os vais a encontrar va a ser totalmente diferente a cualquier idea que os pudierais hacer previamente. Por supuesto, evitando spoilers para que la experiencia sea tan satisfactoria como lo fue la mía.


Raw arranca presentándonos a Justine, la protagonista de éste crudo (insertar aquí sonido de badumm tssssss) relato en el que nada es lo que parece, en un juego de dicotomías que se dan paso entre sí para mostrarnos los cambios que suceden en el interior de una chica joven enfrentándose a su primer año de universidad. Y es que Justine proviene de una familia en la que todos son veterinarios y veganos, con lo cual se dispone a seguir sus pasos para ingresar en la Facultad de Veterinaria. Allí se encontrará con que en una de las clásicas novatadas se verá forzada a comer un trozo de carne cruda, lo cual despertará en ella nuevas y extrañas sensaciones…

Justine, interpretada por una tan magnifica como desconocida Garance Marillier, buscará un apoyo en principio inexistente en su hermana Alexia (Ella Rumpf), creando un tándem interpretativo cuya compenetración me remitió a las hermanas Séguret (Camille y Lena) de la también francesa ficción televisiva Les Revenants (la cual, por cierto, nunca me cansaré de recomendar). Su relación crece y muta como ellas mismas, experimenta cambios drásticos que se nos muestran desde un prisma en el que se entremezclan y, en ocasiones, fusionan lo romántico, lo bonito, lo repulsivo y lo impactante.
Pocas películas son capaces de transmitir esa sensación de encontrar lo bello en lo grotesco, y Raw lo consigue con creces debido, en gran medida, a las magníficas interpretaciones de Ella y Garance. Y también, por supuesto, al hecho de que en realidad nos encontramos ante una película que se aproxima al coming of age (eso sí, desde una perspectiva un tanto más brutal a lo que el género nos tiene acostumbrados), con lo cual es fácil empatizar y congeniar con los sentimientos de las protagonistas. Y es que, al fin y al cabo, estamos ante una película que habla de todos esos cambios internos por los que pasa una chica y, en este caso, una chica que se nos da a entender siempre ha estado sobreprotegida y vigilada. Un despertar progresivo de emociones y sensaciones expresadas a través de la ingesta de carne u otras perlas que esta sorprendente ópera prima nos tiene preparadas.


La película cuenta con escenas que pueden resultar un tanto molestas para cierto sector del público… ese sector al que pertenece la persona que se desmayara en su proyección en Toronto. Pero, si estáis leyendo esta sección, en este caso hay que decir eso de “pues no es pa’ tanto”. Cada vez que me han preguntado por este tema he dicho lo mismo: hay más violencia y situaciones “desagradables” en lo que cuenta que en lo que muestra, y eso es algo totalmente positivo, porque es “muy fácil” (ya me entendéis…) hacer un despliegue de efectos y mostrar violencia gráfica y explícita, pero lo que no es tan fácil es conseguir ese mismo resultado a través de situaciones nada explícitas o “simples” (vale, juro que dejo de poner comitas ya) diálogos.

Cabe hacer una mención especial a la fría y quirúrgica fotografía de Ruben Impens, que marida a la perfección con esos espacios llenos de batas blancas que cubren cuerpos con cambiantes y confusas mentes. Una confusión que puede resultar tan bonita como peligrosa, y que acaba generando en los nostálgicos una especie de amnesia que les permite idealizar esa época de sus vidas. Pero hay que quedarse con eso: hasta en lo más grotesco se puede hallar la belleza.


Mañana recordad que lo de las uvas está ya pasado de moda, que lo que se lleva, para darle emoción y riesgo, son 12 trocitos de pez Fugu crudo. No escuchéis a las malas lenguas que quieren desprestigiar el consumo de éste maravilloso fruto de la naturaleza, el Fugu no tiene ni veneno ni pollas y lo podéis cortar vosotros mismos a lo loco, sin seguir patrones establecidos, que es lo que quieren esos inquisidores gastronómicos.

¡Feliz 2017… HAIL SEITAN!

Óscar Lladó

miércoles, 28 de diciembre de 2016

La Biblioteca de Margot: A Christmas Carol (1971)

¡Ho-ho-ho cinedominguers!

Hoy con motivo de las fiestas navideñas os traigo una minireview de un cortometraje que para mí es la mejor adaptación de la novela de Dickens.


Este corto animado dirigido por Richard Williams es la única adaptación del cuento navideño que ha recibido un Oscar (mejor cortometraje de animación). La animación del mismo corrió a cargo del talentoso Ken Harris, conocido por trabajar para Warner, y dos de las voces de los personajes (Alastrain Sim y Michael Hordem) son los actores originales de la adaptación de 1951.

El argumento, basado por completo en la obra original, narra la Nochebuena del avaro y malhumorado Ebenezer Scrooge en que recibe la visita de tres espíritus que le enseñan cuál es el verdadero sentido de la navidad y la bondad humana. Dichos espíritus por orden de aparición son: el fantasma de las Navidades Pasadas, el fantasma de las Navidades Presentes y el fantasma de las Navidades Futuras.

Esta vez no hay vídeo del tráiler sino que os comparto el corto entero subtitulado para que lo veáis en familia o solos con la mantita. ¡Felices fiestas a todos!




Margot

domingo, 25 de diciembre de 2016

El Señor de Los Anillos (la película de animación)

¡Muy buenas y feliz navidad!,

Éstas fechas con algún festivo que otro (y para los más afortunados) vacaciones de por medio son ideales para sentarse frente a la tele y ver grandes clásicos familiares. Películas como Regreso al Futuro, Un padre en apuros, Solo en Casa, Toy Story o cualquiera de Dragon Ball son como una tradición en nuestras navidades.


Pero hoy voy un paso más allá, ya que gracias a un vídeo que compartió en Facebook Albert de Katanas y colegialas, recordé que ésta semana se cumplen 15 años del inicio de la adaptación de la trilogía de El Señor de los Anillos de la mano de Peter Jackson y me vi en la obligación de saltarme mi norma para ésta sección (recomendar películas de a partir del 2000) por una buena causa, hablaros de la adaptación animada de dicha saga realizada por Ralph Bakshi.

Ahí van la panda de Hobbits, el último tiene pinta de haberse tomado unas setas
El Señor de los Anillos de 1978 nos narra en una sola película toda La Comunidad del Anillo y gran parte de Las dos Torres, no pudiendo seguir más allá por falta de presupuesto (en aquel entonces no se invertía tanto en animación independiente como ahora). Una falta que a priori fastidia por dejar la trama "incompleta", beneficia por otra parte a la magia de las imágenes, ya que ante la falta de presupuesto siempre prevalece la creatividad y eso se nota en ésta película.

Para ésta adaptación de las aventuras de Frodo y sus colegas de la tierra media se utilizó la técnica de la rotoscopia, una técnica muy utilizada por Bakshi y que dota a la animación de un toque muy curioso que junto al dibujo de personajes y fondos tan característicos de éste señor, hace que la película nos transmita toda esa magia y misticismo que desprende la obra original.

No voy a hablaros de la trama ya que es de sobras conocida, así que la única forma que tengo de animaros a darle una oportunidad es la de deciros que verla es ya todo un regalo de navidad tanto para vosotros como para quién os acompañe en el visionado. Seamos fans o no de El Señor de Los Anillos, ésta película nos va a dejar con un muy buen sabor de boca y nos va a transportar a mundos mágicos a través de una animación artesanal casi en desuso hoy en día.


Yo no soy fan de la saga, no he leído ningún libro y (a excepción de El Hobbit) no había visto ninguna de las películas hasta que Gerard del CineclubMatadepera me recomendó esta. Aún así me encantó y la disfruté muchísimo, ahora no me canso de verla.

Ideal para ver en cualquier momento con unas buenas cervecitas y unos nachos, sólo o en compañía, pero como siempre digo; El cine si se comparte se disfruta mejor.

¡Feliz Navidad!





viernes, 23 de diciembre de 2016

FreeDomingo: Black Mirror, te jodes y bailas

¡Muy buenas! Al habla Cristian

Ayer noche me miré un par de episodios de la última temporada de Black Mirror, la cual, si no estoy mal informado, es la primera que se estrena en Netflix.

La tercera temporada constará de un total de 12 episodios, que se estrenarán en 2 partes. La primera parte, ya estrenada, se pudo ver en Netflix a partir del 21 de octubre.


El caso es que mi vida privada estaba pasando por un momento, no digamos malo, pero sí un poco monótono y aburrido, véase “la vuelta al cole”. Y no quería deprimirme más, así que los he ido dejando… hasta ayer. Y es que, para los que no lo sepáis, el encanto que tiene la serie es que te rompe el culo. Sin más.
Te cuenta una historia y te deja ir a la cama para que puedas pasar horas mirando el techo, dándote cuenta de lo realmente jodidos que estamos, o podemos llegar a estar.

Aquí aprovecho para hacer un pequeño inciso, una opinión. Creo que estrenar seis episodios de golpe es un gran error. Ya que, a más de uno le pasará como a mí; no puedes esperarte y lo tienes que ver todo corriendo. Esto impide la rutina que tuvimos con las dos anteriores temporadas, que consistía en ver el capítulo y pasarte toda la semana dándole vueltas (porque de verdad, algunos episodios lo consiguen).

Black Mirror es una serie británica creada por Charlie Brooker, con episodios sin continuación, es decir, cada capítulo es un mediometraje, cuyas historias nos hablan de problemas sociales o políticos, desde una perspectiva tecnológica. En muchos casos las historias son situadas en crueles distopías, basadas en la superficialidad y el borreguismo. Si aún no has visto ningún capítulo, puedes mirarte el que más te interese sin temor a perderte nada de los anteriores, ya que se trata de una especie de antología.

Pero hemos venido a hablar del tercer episodio de la tercera temporada. Aviso, habrá spoilers. De modo que si no lo has visto, y tienes previsto hacerlo, no sigas.

Black Mirror 3x03 Shut up and Dance
(Ojito, ésta crítica contiene SPOILERS)

Pequeño comentario tonto sobre el título. Creo que habría sido mucho más acertado traducir la frase, no las palabras. Una vez visto el episodio, te das cuenta de que no te querían decir “cállate y baila”, te querían decir “te jodes y bailas”.

La historia comienza con un excepcional Alex Lawther encarnando a un joven súper normal. Tímido, amable y bastante paradito. Trabaja en un restaurante de comida rápida, sus compañeros se ríen de él, pero su encargada parece estar contenta con su trabajo, incluso inspira posible romance. El caso es que cuando llega a su casa, su hermana ha cogido su portátil y parece que ha cogido un virus, así que él descarga un detector de malware y sin darse cuenta, se activa su webcam. El chico se hace un pajote (¿para qué usar palabras oninistas?) y le llega un mensaje que le dice: sé lo que hiciste el último verano. No, es broma. El mensaje le dice que le han visto, y que si no hace lo que le piden, publicarán el vídeo y se lo pasarán a todos sus contactos.

¡Joder! ¡Eso me podría pasar a mí! Y arranca el episodio. La odisea del pobre Kenny. Ay… pobre Kenny.

Los malos malísimos utilizan a Kenny para hacer recados, durante su camino, se encuentra con otras tantas personas que están en su misma situación. Gente que está siendo utilizada para algún misterioso fin.

A Kenny le hacen ir a un par de sitios, entregar una tarta, atracar un puto banco (escena brutal) y pelear a muerte contra otro hombre al cual están manipulando.


Ahora viene lo bueno, como en la mayoría de episodios de Black Mirror, lo bueno es cuando saltan los créditos y te pones a pensar en la escena final. Durante los 50 minutos que dura el episodio. NOSOTROS hemos sido Kenny, NOSOTROS estábamos avergonzados de que nuestras novias, amigos y familiares pudiesen ver un vídeo de nosotros dándole a la zambomba, porque es algo natural, que todos hicimos, hacemos o haremos alguna vez en nuestra vida. Pero aún y así, es un acto muy privado.


Y por esa razón, nos hemos sentido, de alguna manera más o menos directa, conectados con el personaje. Hemos simpatizado totalmente con Kenny, aunque no te hayas pajeado en tu vida o seas una mujer, te sientes KENNY.

Tú has llevado la tarta. Tú has atracado un puto banco con Jerome Flynn (más conocido por su papel de Bronn en Juego de Tronos). Tú te has peleado a muerte con un desconocido.

Y todo eso cambia, totalmente, con una simple frase que dice su madre al teléfono. “Kenny, ¿qué vamos a hacer? Eran niños…” joooooooooooooooooder. El puto Kenny, con el que he conectado, con el que me he aliado, por el que he sentido lástima y alegría. Es un puto pedófilo. ¡Los putos Charlie Brooker, William Bridges y James Watkins (guionistas y director respectivamente) me han engañado como a un puto imbécil, otra vez!

Y es que le han dado la vuelta a todo, los malos del capítulo, no son tan malos. Acaban con la fotito del trollface para poder galardonarse. Pero son los putos héroes de la ciudad, ni Batman ni hostias, estos señores son los jefes. Han utilizado y descubierto parte de una red de pedófilos. Ya que, si nos ponemos a pensar en ello todos los personajes mostrados están en el ajo. La empresaria del vehículo, es la propietaria (o semejante) del hotel donde Jerome Flynn se quiere traer a la prostituta, la llama prostituta pero, quiero dar por hecho que es una menor, por eso le da tantísima importancia al asunto. El señor con el que Kenny pelea a muerte, deja bien claro que él lo único que hizo fue mirar fotos también, pero demasiado jóvenes. Y por último, el chico que entrega la tarda, cuando se descubre el pastel, está rodeado por sus familiares, los cuales le dicen cosas como “¿Esto eres tú? Un monstruo.” Y así, una vez más, Black Mirror nos enseña la peor parte del mundo, siempre desde la perspectiva de la tecnología, siempre tan correctos en lo técnico, siempre con ese diseño artístico tan excelente. Siempre tan doloroso.

¿Recordáis la sonrisita con la que Kenny mira a la niña pequeña que olvida su juguete en el restaurante al inicio del episodio? ¡¡¡PUES LE SONREIA PORQUE SE LA QUERIA FO****!!!

Si por lo que sea te ha llamado la atención, has visto el episodio y te ha gustado. Y no has visto ninguno más. Te recomiendo verlos todos. Pero si no te ha gustado tanto, o simplemente no tienes o quieres invertir tanto tiempo, mis capítulos favoritos son:

1x01 The National Anthem; La princesa Susannah, duquesa de Beaumont, un miembro muy querido de la familia real ha sido secuestrada. El secuestrador, a cambio de su vida pide una sola cosa. Que el primer ministro se folle a un cerdo, y lo emitan en directo en todos las canales.

1x03 The Entire History of You; Se ha creado una nueva tecnología, la cual consiste en un aparato que graba todo lo que vemos con los ojos, y lo deja registrado. Además de poder revisionar cosas en nuestros propios ojos y almacenar recuerdos, podemos proyectarlos en pantallas.

2x01 Be Right Back; Una empresa se dedica a crear inteligencias artificiales basándose en las interacciones de la persona con las redes sociales, para replicar artificialmente a personas fallecidas, de modo que estas sigan actualizando las redes, contesten a tus mensajes e incluso te llamen por teléfono. Y aún hay un nivel más…

¡Hasta la próxima!

miércoles, 21 de diciembre de 2016

The British Corner: Feliz Navidad

¡Muy buenas, Dominguers! Es hora de ponerse el bombín y preparar el té, porque llega una nueva entrega de The British Corner.

Una nueva Navidad está ya llamando a nuestras puertas: calles y casas decoradas, luces por doquier, villancicos, consumismo compulsivo. Así que queridos españoles, en estas fechas tan señaladas, es para mí motivo de orgullo y satisfacción... (¡¡¡aaarrrggghhh, he sido poseído por el espíritu del Juancar!!! Perdón, vuelvo a empezar). Para celebrar con vosotros éstas Fiestas, que pueden gustar más o menos, pero no dejan de ser especiales, os traigo una reseña indicada para que nos invada el auténtico espíritu de la Navidad. Celebrémoslo juntos con FELIZ NAVIDAD.




Feliz Navidad es una producción británica-francesa-alemana-belga-rumana del año 2005, catalogada como drama histórico y dirigida por el francés Christian Carion. Es una recreación de la llamada Tregua de Navidad, un hecho insólito que tuvo lugar la Nochebuena de 1914 durante los combates de la Primera Guerra Mundial entre las tropas británicas, francesas y alemanas. Parte de los hechos que se nos muestran son ficticios, a libre interpretación del director y los guionistas.

Repasando la historia rápidamente, sabemos que la Primera Guerra Mundial (por entonces Gran Guerra a secas) estalló en julio de 1914. Recibida con un gran júbilo por todos los países beligerantes, miles de hombres se alistaron para luchar en el frente como el que se apunta a echar una partida de cartas, como si de un juego de niños se tratase. Todos estaban convencidos de que la guerra sería rápida y que para Navidad ya estarían de vuelta en casa.

Y se equivocaron. La guerra relámpago prevista por los alemanes para invadir Francia no surgió según lo previsto y dió paso a un estancamiento en las posiciones, pasando a la fase conocida por guerra de trincheras. Y luchando, a los soldados desplazados les sorprendió la Navidad lejos de sus hogares...



El film, aún así, empieza su trama unos meses antes. Tras un pequeño inicio en que se nos muestra a un niño francés, otro británico y otro alemán recitando consignas patrióticas y bélicas contra sus enemigos, nos trasladamos a un pueblecito de Escocia en dónde los hermanos Jonathan (Steven Robertson) y William (Robin Laing) reciben con alegría el estallido de la guerra, en contraste con la pesadumbre del párroco local, Padre Palmer (Gary Lewis). Seguidamente saltamos a Alemania, para encontrarnos con el cantante de ópera Nikolaus Sprink (Benno Fürmann) y su prometida danesa Anna Sorensen (Diane Krüger), también cantante. Su actuación es interrumpida por un oficial alemán para declarar la llamada a reservistas, entre los que se encuentra Sprink. Un tercer salto nos conduce a nuestro destino final, el frente belga de Ypres, donde conoceremos al teniente francés Camille Audebert (Guillaume Canet) y sus homólogos alemán y británico: Horstmayer (Daniel Brühl) y Gordon (Alex Ferns).

Pronto coincidirán todos nuestros personajes en las trincheras de Ypres. La lucha es incesante y agotadora, pero los respectivos mandos les ofrecen un descanso a sus tropas para celebrar la Nochebuena. Anna, la prometida de Sprink, consigue un permiso del príncipe heredero alemán para acudir al frente a dar un pequeño recital de ánimo a las tropas del Káiser. Los soldados británicos, originarios de Escocia, han conseguido gaitas para amenizar la velada. Los franceses están atónitos al ver como alemanes y británicos empiezan a mostrar signos de camaradería, pero no tardan en unirse. Todos los soldados sueltan sus fusiles y salen de sus respectivas trincheras para celebrar juntos la Navidad, creando unos lazos de amistad y camaradería que cambiará el devenir de la lucha, algo que a los Altos Mandos no les gustará para nada...



La historia es sencillamente conmovedora: entre tanta muerte y destrucción, los soldados aparcan la lucha para mostrar sus respetos y celebrar juntos una fecha tan señalada como la Nochebuena. La escena de los villancicos cantados al sonido de las gaitas es abrumadora, consiguiendo un clímax emocional tremendo que llega a lo más profundo del espectador. En sus propias palabras, el director nos ha querido plasmar en las escasas dos horas que dura la película su fe y esperanza en que gestos como este puedan hacer resurgir una nueva humanidad, dejando atrás los odios y las diferencias. Que nos sirva también a nosotros de inspiración para entender y recuperar el auténtico sentido de la Navidad. Como apunte curioso, destacar que el personaje de Nikolaus Sprink está basado en Walter Kirchkoff, tenor alemán que realmente cantó en las trincheras en la famosa "Tregua de Navidad" y que sirvió de inspiración para ésta película.

Aquí podéis ver el tráiler:

  
Hasta la próxima entrega, Dominguers. ¡MERRY CRIMBO/CHRISTMAS TO EVERYBODY, TA-RA LADS!

domingo, 18 de diciembre de 2016

Nadie Vive

¡Muy buenas!,

Es época de clásicos navideños a puntapala en la tele, películas familiares dónde hasta Schwarzenneger se nos pone blandengue y deja de apalear a fornidos muchachotes para hacerlo a enanos y borrachos disfrazados de duendes de la navidad.

Así que para sacaros de ésta nube de villancicos, turrón y reencuentros familiares, os traigo algo con más chicha. Una película de éstas de poco hablar y mucho matar, la divertida y brutal Nadie Vive (No One Lives).


La peli (que comienza con una jamelguita sexy corriendo por el bosque) trata sobre un gupaeras que mientras hace un paradita en su viaje conyugal tiene un pequeño altercado con unos kinkis moteros, kinkis que no dudan en vengarse de la pareja y que parte de hacerles cosas malas les fuerzan el maletero del coche encontrando así algo sorpendente...¡A la jamelguita que corría por el bosque!

¿Qué hace una chica en su maletero?, ¿Se la han puesto ahí sin él saberlo?, ¿Es un trabajo para la universidad?


Pues nada de eso, ya que nuestro guaperas es un asesino en serie del copón y la chica del maletero es la única superviviente d un reciente asesinato múltiple. Así que los kinkis están muy jodidos, ya que el asesino de mirada profunda no tardará en iniciar una operación rescate de su trofeo sin racanear en violencia y matanzas de todo tipo.


Sangre, muerte, vísceras, disfraces humanos y mucha mala leche es lo que nos ofrece ésta joyita de 2012 (que tuve la suerte de ver en pantalla grande en el festival de Sabadell) dirigida por el mismo señor que dirigió la maravillosa Azumi o el brutal Vagón de la muerte. Vamos, que ya os podéis hacer una idea de que va la cosa.

Ideal para ver con los coleguitas y unas cervecitas bien frescas en éstos días navideños.


viernes, 16 de diciembre de 2016

BAÑO DE SANGRE VOL. 14: “INVITATION ONLY”

¡DOMINGUERS!

En un par de semanitas despedimos el 2016, con lo cual estos días están todos los blogs y portales petados de especiales con lo mejor del año. Y nosotros no íbamos a ser menos… si no mucho menos. Pasando de especiales, que aún quedan 15 días para que se acabe el año.

Como durante el festival de Molins de Rei nos vimos a diario con el “sosio” Iván, ahora casi que se le echa de menos y todo al tío… así que, en uno de esos arrebatos melancólicos bloggers (o en uno de mis delirios nocturnos, no sé yo) me dejé contagiar por la pasión del compadre por el cine asiático barato y desprecinté uno de esos deuvedeses del fondo del armario, aquellos que compras por el simple hecho de ser baratos y tener una portada molona, sin saber absolutamente nada de qué vas a encontrarte. Me gusta el riesgo, vivo al límite… soy de los que se pone a 121km/h en la autopista.


La película escogida fue Invitation Only y, sorprendentemente, resultó no ser un completo despropósito. Dejémoslo en despropósito parcial, porque al fin y al cabo estamos hablando de la película de un señor taiwanés que escribió el guion inmediatamente después de ver las dos primeras entregas de Hostel. Un torture porn con una primera mitad más cercana al slasher, resultón y entretenido, pero cuya premisa y, sobretodo, su trasfondo seguramente te resultarán bastante familiares si has visto los films de Eli Roth.

El protagonista de la historia es Wade Chen, el chófer del presidente de la empresa para la que trabaja. El estereotipado personaje del presidente muestra al clásico ricachón que mira a sus curritos por encima del hombro. A Wade lo trata con absoluta diferencia, lo cual hace que su sorpresa sea aún más mayúscula cuando le invita a ir en su lugar a una fiesta VIP a la que se puede acceder única y exclusivamente con una de las invitaciones personalizadas, en el reverso de la cual piden que escribas “tu sueño más deseado”. Tras ofrecerle ropa y dinero para poder asistir al jolgorio y darle la indicación de hacerse pasar por su primo, nuestro querido pardillo protagonista se va para casa más contento que unas pascuas.


Ya por la noche, Wade llega a la fiesta, llena de “gente guapa” y coches caros, pero en un puto antro infernal que probablemente durante el día sea un laboratorio de metanfetamina o un taller clandestino de explotación infantil. Tras la presentación de la velada por parte de un speaker con pinta de guiri, siguen todo el resto de acontecimientos “nada sospechosos”, puesto que resulta que todos los presentes están ahí para homenajear a Wade y a otras tres personas: Hitomi, una muchacha maja con pinta de inocentona con la que Wade enseguida hace buenas migas, y otros dos que ni recuerdo como se llaman, ni hace falta, porque nada más verlos ya sabes que van a caer rápido. Resumiendo: tenemos al pardillo protagonista, a la “chica de la película” y a los dos pringaos que van a pelar cuando se desvele la trama, porque se ve venir a la legua.


Con los cuatro homenajeados en su salsa descubriendo cómo los sueños que habían anotado en el reverso de sus invitaciones se hacían realidad (porque es super lógico que te hagan un homenaje sin haber hecho absolutamente nada remarcable en tu vida y que además te regalen un Ferrari por ello… ¿Verdad?), se darán cuenta de dónde está el pastel más o menos media hora después de que lo hayas hecho tú como espectador. ¡OH SÍ, SORPRESA! ¡Son víctimas de una red de gente con más pasta que escrúpulos que los van a pelar por puro divertimento ante un público que paga por experimentar sensaciones distintas ante la desidia de haberlo experimentado todo en la vida! Efectivamente, finalmente nos topamos con una historia que es igual a las decenas de torture porn que surgieron durante la primera década del siglo, pero no me malinterpretéis: justo en el momento en que se acaban las obviedades y los sinsentidos, comienza un festival de sangre, torturas, vísceras y acción (hay hasta persecuciones en Ferrari) la mar de entretenido y con unos FX artesanos muy logrados. Como ya sabéis, somos de evitar spoilers (todo lo comentado anteriormente lo podéis ver en la propia sinopsis de la película o deducirlo en los primeros 5-10 minutos de metraje), pero la película tiene una escena de tortura de aquellas que se te quedan grabadas en la retina por su crudeza y brutalidad. Nunca la sal había dado tanto juego.


La lástima es que el nivel vuelve a caer en picado hacia el final, pero esa mitad de metraje que oscila entre el slasher y el torture porn, aunque tenga también más de un sinsentido y escenas gratuitas (sale la actriz porno Maria Ozawa y parece que la historia dé un giro estúpido única y exclusivamente para que se le vean las tetas), entretiene y convence.

A nivel técnico únicamente cabe destacar el uso de efectos caseros y su tremenda efectividad. Adoro a esos realizadores que tienen el valor de cargarse de barriles de sangre falsa y potes de látex en lugar de dejarlo todo en manos de la post-producción, siempre es un gran acierto si se hace bien, y en este caso el resultado es realmente bueno. Lástima no poder destacar nada más de un apartado técnico que roza lo amateur en múltiples ocasiones, sobretodo en términos de enfoque e iluminación (bochornosos los momentos en que la cámara está desenfocada o el autofoco se está ajustando).

En definitiva, si puntuáramos las películas, Invitation Only se salvaría de la quema por los pelos. No es de esos films que reseñas para evitarle el sufrimiento a tus lectores y, obviamente, tampoco es de aquellos que recomendarías. Esto es más bien un “aquí os dejo esto, chavales, para que veáis y juzguéis por vosotros mismos”.

Ahora que llegan las fiestas, recordad echarle sustancias estupefacientes a vuestros postres caseros. La abuela os lo agradecerá.

HAIL SEITAN!

Óscar Lladó