¡Muy buenas! Al habla Cristian
Ayer
noche me miré un par de episodios de la última temporada de Black
Mirror, la cual, si no estoy mal informado, es la primera que se
estrena en Netflix.
La
tercera temporada constará de un total de 12 episodios, que se
estrenarán en 2 partes. La primera parte, ya estrenada, se pudo ver
en Netflix a partir del 21 de octubre.
El
caso es que mi vida privada estaba pasando por un momento, no digamos
malo, pero sí un poco monótono y aburrido, véase “la vuelta al
cole”. Y no quería deprimirme más, así que los he ido dejando…
hasta ayer. Y es que, para los que no lo sepáis, el encanto que
tiene la serie es que te rompe el culo. Sin más.
Te
cuenta una historia y te deja ir a la cama para que puedas pasar
horas mirando el techo, dándote cuenta de lo realmente jodidos que
estamos, o podemos llegar a estar.
Aquí
aprovecho para hacer un pequeño inciso, una opinión. Creo que
estrenar seis episodios de golpe es un gran error. Ya que, a más de
uno le pasará como a mí; no puedes esperarte y lo tienes que ver
todo corriendo. Esto impide la rutina que tuvimos con las dos
anteriores temporadas, que consistía en ver el capítulo y pasarte
toda la semana dándole vueltas (porque de verdad, algunos episodios
lo consiguen).
Black
Mirror es una serie británica creada por Charlie Brooker, con
episodios sin continuación, es decir, cada capítulo es un
mediometraje, cuyas historias nos hablan de problemas sociales o
políticos, desde una perspectiva tecnológica. En muchos casos las
historias son situadas en crueles distopías, basadas en la
superficialidad y el borreguismo. Si aún no has visto ningún
capítulo, puedes mirarte el que más te interese sin temor a
perderte nada de los anteriores, ya que se trata de una especie de
antología.
Pero
hemos venido a hablar del tercer episodio de la tercera temporada.
Aviso, habrá spoilers. De modo que si no lo has visto, y tienes
previsto hacerlo, no sigas.
Black
Mirror 3x03 Shut up and Dance
(Ojito, ésta crítica contiene SPOILERS)
(Ojito, ésta crítica contiene SPOILERS)
Pequeño
comentario tonto sobre el título. Creo que habría sido mucho más
acertado traducir la frase, no las palabras. Una vez visto el
episodio, te das cuenta de que no te querían decir “cállate
y baila”, te
querían decir “te
jodes y bailas”.
La
historia comienza con un excepcional Alex Lawther encarnando a un
joven súper normal. Tímido, amable y bastante paradito. Trabaja en
un restaurante de comida rápida, sus compañeros se ríen de él,
pero su encargada parece estar contenta con su trabajo, incluso
inspira posible romance. El caso es que cuando llega a su casa, su
hermana ha cogido su portátil y parece que ha cogido un virus, así
que él descarga un detector de malware y sin darse cuenta, se activa
su webcam. El chico se hace un pajote (¿para qué usar palabras
oninistas?) y le llega un mensaje que le dice: sé lo que hiciste el
último verano. No, es broma. El mensaje le dice que le han visto, y
que si no hace lo que le piden, publicarán el vídeo y se lo pasarán
a todos sus contactos.
¡Joder!
¡Eso me podría pasar a mí! Y arranca el episodio. La odisea del
pobre Kenny. Ay… pobre Kenny.
Los
malos malísimos utilizan a Kenny para hacer recados, durante su
camino, se encuentra con otras tantas personas que están en su misma
situación. Gente que está siendo utilizada para algún misterioso
fin.
A
Kenny le hacen ir a un par de sitios, entregar una tarta, atracar un
puto banco (escena brutal) y pelear a muerte contra otro hombre al
cual están manipulando.
Ahora
viene lo bueno, como en la mayoría de episodios de Black Mirror, lo
bueno es cuando saltan los créditos y te pones a pensar en la escena
final. Durante los 50 minutos que dura el episodio. NOSOTROS hemos
sido Kenny, NOSOTROS estábamos avergonzados de que nuestras novias,
amigos y familiares pudiesen ver un vídeo de nosotros dándole a la
zambomba, porque es algo natural, que todos hicimos, hacemos o
haremos alguna vez en nuestra vida. Pero aún y así, es un acto muy
privado.
Y
por esa razón, nos hemos sentido, de alguna manera más o menos
directa, conectados con el personaje. Hemos simpatizado totalmente
con Kenny, aunque no te hayas pajeado en tu vida o seas una mujer, te
sientes KENNY.
Tú
has llevado la tarta. Tú has atracado un puto banco con Jerome Flynn
(más conocido por su papel de Bronn en Juego de Tronos). Tú te has
peleado a muerte con un desconocido.
Y
todo eso cambia, totalmente, con una simple frase que dice su madre
al teléfono. “Kenny,
¿qué vamos a hacer? Eran niños…”
joooooooooooooooooder. El puto Kenny, con el que he conectado, con el
que me he aliado, por el que he sentido lástima y alegría. Es un
puto pedófilo. ¡Los putos Charlie Brooker, William Bridges y James
Watkins (guionistas y director respectivamente) me han engañado como
a un puto imbécil, otra vez!
Y
es que le han dado la vuelta a todo, los malos del capítulo, no son
tan malos. Acaban con la fotito del trollface para poder
galardonarse. Pero son los putos héroes de la ciudad, ni Batman ni
hostias, estos señores son los jefes. Han utilizado y descubierto
parte de una red de pedófilos. Ya que, si nos ponemos a pensar en
ello todos los personajes mostrados están en el ajo. La empresaria
del vehículo, es la propietaria (o semejante) del hotel donde Jerome
Flynn se quiere traer a la prostituta, la llama prostituta pero,
quiero dar por hecho que es una menor, por eso le da tantísima
importancia al asunto. El señor con el que Kenny pelea a muerte,
deja bien claro que él lo único que hizo fue mirar fotos también,
pero demasiado jóvenes. Y por último, el chico que entrega la
tarda, cuando se descubre el pastel, está rodeado por sus
familiares, los cuales le dicen cosas como “¿Esto
eres tú? Un monstruo.”
Y así, una vez más, Black Mirror nos enseña la peor parte del
mundo, siempre desde la perspectiva de la tecnología, siempre tan
correctos en lo técnico, siempre con ese diseño artístico tan
excelente. Siempre
tan doloroso.
¿Recordáis
la sonrisita con la que Kenny mira a la niña pequeña que olvida su
juguete en el restaurante al inicio del episodio? ¡¡¡PUES
LE SONREIA PORQUE SE LA QUERIA FO****!!!
Si
por lo que sea te ha llamado la atención, has visto el episodio y te
ha gustado. Y no has visto ninguno más. Te recomiendo verlos todos.
Pero si no te ha gustado tanto, o simplemente no tienes o quieres
invertir tanto tiempo, mis capítulos favoritos son:
1x01
The National Anthem;
La princesa Susannah, duquesa de Beaumont, un miembro muy querido de
la familia real ha sido secuestrada. El secuestrador, a cambio de su
vida pide una sola cosa. Que el primer ministro se folle a un cerdo,
y lo emitan en directo en todos las canales.
1x03
The Entire History of You;
Se ha creado una nueva tecnología, la cual consiste en un aparato
que graba todo lo que vemos con los ojos, y lo deja registrado.
Además de poder revisionar cosas en nuestros propios ojos y
almacenar recuerdos, podemos proyectarlos en pantallas.
2x01
Be Right Back;
Una empresa se dedica a crear inteligencias artificiales basándose
en las interacciones de la persona con las redes sociales, para
replicar artificialmente a personas fallecidas, de modo que estas
sigan actualizando las redes, contesten a tus mensajes e incluso te
llamen por teléfono. Y aún hay un nivel más…
¡Hasta la próxima!
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