¡Muy buenas!,
Es época de clásicos navideños a puntapala en la tele, películas familiares dónde hasta Schwarzenneger se nos pone blandengue y deja de apalear a fornidos muchachotes para hacerlo a enanos y borrachos disfrazados de duendes de la navidad.
Así que para sacaros de ésta nube de villancicos, turrón y reencuentros familiares, os traigo algo con más chicha. Una película de éstas de poco hablar y mucho matar, la divertida y brutal Nadie Vive (No One Lives).
La peli (que comienza con una jamelguita sexy corriendo por el bosque) trata sobre un gupaeras que mientras hace un paradita en su viaje conyugal tiene un pequeño altercado con unos kinkis moteros, kinkis que no dudan en vengarse de la pareja y que parte de hacerles cosas malas les fuerzan el maletero del coche encontrando así algo sorpendente...¡A la jamelguita que corría por el bosque!
¿Qué hace una chica en su maletero?, ¿Se la han puesto ahí sin él saberlo?, ¿Es un trabajo para la universidad?
Pues nada de eso, ya que nuestro guaperas es un asesino en serie del copón y la chica del maletero es la única superviviente d un reciente asesinato múltiple. Así que los kinkis están muy jodidos, ya que el asesino de mirada profunda no tardará en iniciar una operación rescate de su trofeo sin racanear en violencia y matanzas de todo tipo.
Sangre, muerte, vísceras, disfraces humanos y mucha mala leche es lo que nos ofrece ésta joyita de 2012 (que tuve la suerte de ver en pantalla grande en el festival de Sabadell) dirigida por el mismo señor que dirigió la maravillosa Azumi o el brutal Vagón de la muerte. Vamos, que ya os podéis hacer una idea de que va la cosa.
Ideal para ver con los coleguitas y unas cervecitas bien frescas en éstos días navideños.
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