miércoles, 5 de abril de 2017

La Biblioteca de Margot: Filth

¡Muy buenas dominguers!

En esta edición de La Biblioteca os traigo una adaptación de la novela homónima de Irvine Welsh, más conocido por ser el autor de Trainspotting. Esta película escocesa está dirigida por Jon S. Baird y protagonizada por James McAvoy y gira en torno al empeño de un policía corrupto de Edimburgo por conseguir un ascenso a toda cosa para recuperar a su ex-mujer.

El título me parece bastante acertado, ya que Filth es todo lo bruta, sucia e inmunda que puede ser. Olvidad al policía arquetipo modelo del cine, Bruce Robertson es malhablado, drogadicto, machista, sucio, misántropo, adicto al sexo y altamente corruptible en una Escocia podrida y sórdida. Sin duda alguna, la película resulta un vehículo perfecto de lucimiento para un James McAvoy desinhibido; encargado de dar vida al protagonista absoluto de la función, en una gran elección de casting. McAvoy consigue que su personaje resulte desagradable, incluso que lo odiemos; pero al mismo tiempo consigue que sintamos lastima por él, llegando a guardar cierta simpatía pese a todas las aberrantes acciones que le hemos visto cometer durante todo el metraje. El protagonista se encuentra en todo el momento arropado por una genial corte de secundarios, en el que destacaría Eddie Marsan, bordando el que seguramente sea el personaje más inocente de la obra, lo que le convierte en una de las presas predilectas de Bruce Robertson.


Es una obra que va in crescendo. Empieza presentando el personaje, sus motivaciones y sus múltiples defectos, para poco a poco ir profundizando en todos ellos, haciendo que el espectador pueda conocer poco a poco el pasado del protagonista, revelando así la respuesta a los interrogantes acerca de su comportamiento presente. Lo que en un principio parecía una simple comedia zafia acerca de un personaje abominable, resulta esconder bajo su piel un amargo drama que irá enseñando los dientes poco a poco. Si el principio era prometedor, los compases finales del metraje llegan a ser apoteósicos, a los cuales se les ha añadido unos curiosos créditos de despedida que no tienen desperdicio.

En definitiva, una película llena de excesos y alucinaciones que esconde un drama humano cargado de arrepentimiento. Como siempre os dejo con el trailer a continuación, aunque debo decir que esta vez recomiendo pasar de él para no llevarse una idea equivocada de la película:


Margot


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