¡Buenos domingos!,
Últimamente sea con un género u otro, os he venido recomendando películas bastante moviditas con más o menos acción. Para hoy tengo preparado algo más relajadito y calmado pero bastante chocante, una película dónde el drama, la violencia y adoptan un tono más cotidiano.
La peli en cuestión es Elephant, una brillante recreación de la famosa matanza en el instituto Columbine dónde, para quién aún no esté al tanto, un día un par de chavales se armaron hasta el ojete y soltaron toda su frustración pelándose a todo bicho viviente que pudieron.
Los hechos causaron un gran impacto en la sociedad americana (y mundial), dando pie a una gran reflexión sobre el ambiente en las aulas y la libertad con la que se puede adquirir un arma es Estados Unidos. De inmediato surgieron especiales en la tele, documentales y todo tipo de material informativo que uno pueda imaginar, pero sin duda el más famoso fue el morboso y políticamente incorrecto Bowling For Columbine de Michael Moore.
Poco después de dicho documental Gus Van Sant se lanzó a la piscina con Elephant, una película que recrea de un modo bastante especial e interesante toda ésta tragedia.
Lo maravilloso de ésta película es la forma de contar la historia dónde, huyendo del morbo y el sensacionalsimo, el director apuesta por tratar todo el contenido de manera calmada y natural haciendo que el ritmo sea el mismo para mostrarnos el día a día de unos chavales de instituto que para hacerlo con la matanza en si.
Así que en Elephant tenemos una típica película adolescente que muestra el día a día de personajes habituales en los institutos americanos, cómo la "rarita" de clase, el guaperas con padre alcohólico, el fotógrafo y etc, a la vez que relata la planificación y ejecución de un crimen. Todo al mismo tono, al mismo nivel, sin música a todo trapo para las escenas de acción ni un trato especial a "los malos".
Y ahí reside su magia, en mostrarnos la violencia tal y como es, como algo cotidiano. Ya que cuándo éstos chavales compraban armas no lo hacían en el mercado negro a través de un red de delincuentes, ni sonaba una música especial cuándo disparaban a la peña. Es más, no había héroes ni movimientos de kung-fu, sólo jóvenes que intentaban sobrevivir.
Realidad, cotidianidad y crudeza es lo que podemos encontrar en ésta joya de culto Estadounidense cuyo director arriesgo escogiendo transmitir realidad ante ofrecer morbo y que te atrae con su ritmo pausado y natural.
Ideal para ver con los colegas, unas birritas frescas, muchas palomitas y algún colega pro armas.
Aquí va el tráiler de la peli:
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