viernes, 24 de febrero de 2017

BAÑO DE SANGRE VOL. XVIII: “MUM & DAD”

¡Qué pasó dominguers!

Hoy toca hacer la competencia al compañero Abel y su British Corner, puesto que en este baño de sangre viajamos hacia Gran Bretaña, concretamente hasta una casita cerca del aeropuerto de Heathrow.


Es bien cierto que algunas de las películas más crudas y viscerales de los últimos años han salido de las islas británicas. Ahí están títulos como la grotesca The Human Centipede 2, Inbred o ese incomprensible “direct to DVD” que fue Eden Lake que, a pesar de lo duro de su propuesta, tiene un fuerte potencial comercial. Propuestas de todo tipo llegan cada año a nuestros festivales y al mercado de DVD, y otras no cuentan con distribución de ningún tipo en este país. Por suerte, tenemos a cinéfagos empedernidos que disfrutan con la faceta menos amable del terror y el gore como la gente de Madness Films, responsables de una limitadísima tirada de la película que hoy nos ocupa. 


Mum & Dad cuenta la historia de una particular familia cuyo núcleo se estructura a través del severo, violento y obviamente perturbado padre, a la cual se suma (de forma totalmente involuntaria, claro) una muchacha de ascendencia polaca que intentaba ganarse la vida limpiando en el aeropuerto. Allí descubrirá que, a menos que sea una buena chica con papá y mamá, el dolor y el sufrimiento se convertirán en sus mejores amigos.

Este largo debut de su director Steven Sheil es una de esas películas que busca, casi única y exclusivamente, incomodar al espectador. Lo que puede ocurrir en esos casos es que el espectador neófito sienta el efecto que el realizador pretende transmitir, y lo más probable es que, si no eres lo suficientemente explícito, el espectador “experto” eche en falta mucha más casquería. 


Provocaciones pueriles y actuaciones poco o nada creíbles en algunos de los papeles principales hacen que, hasta el tramo final, no acabe de arrancar… pero la espera merece la pena. Con alguna escena que recordará a cierto trauma noventero (a ver quién encuentra el paralelismo con Se7en), las cotas de enfermedad suben como la espuma hasta una cierre del tercer acto que, por desgracia, escoge la comodidad y desecha las infinitas posibilidades que la historia ofrece. Una lástima.

Con cierto aire amateur, Mum & Dad únicamente destacaría por su claustrofóbica ambientación y por sus no demasiado extensos momentos de gore. Un torture porn entretenido sin más que, si bien no invita a un revisionado, no es de esas películas que te hacen sentir que has perdido el tiempo. 


Recordad seguir los consejos que la película transmite en cuanto a lo de iros, en plena noche, a casa de absolutos desconocidos. Suerte con lo de escaparos.

HAIL SEITAN!


Óscar Lladó

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