En la presentación de esta nueva
sección ya advertimos que no íbamos a reseñar únicamente títulos
de gore “al uso”, si no que nos adentraríamos también en
títulos que, por su crudeza y dramatismo, son tanto o más
impactantes que la casquería más repulsiva. En este segundo volumen
de Baño de Sangre os traemos un drama bestial cargado de sangre y
acción como es la estadounidense “Raze”.
Estrenada en
2013, “Raze” nos cuenta la historia de una especie de sociedad
centenaria en la que la burguesía más rancia y deshumanizada
financia, sustenta y se convierte en espectadora de un torneo en el
que mujeres secuestradas deben pelear a muerte entre sí, con sus
propias manos. Si se niegan a luchar o si pierden el combate, sus
seres más queridos sufrirán las consecuencias.
La verdad es que con semejante premisa
uno no espera mucho: un “Monster Brawl” pero con féminas en
lugar de monstruos, hora y media de peleas sin ningún tipo de
trasfondo y una ligera crítica social escondida tras algo tan manido
como las sociedades secretas. Pero nada más lejos de la realidad,
porque durante los primeros minutos de metraje uno ya se da cuenta de
que está ante un drama en toda regla, uno de esos dramas que se
sustentan en lo que no se ve, si no en lo que los (en este caso
“las”) protagonistas sienten. Porque esto no es sólo una
película de peleas a muerte, esto es una batalla para conservar los
sueños, ilusiones y proyectos futuros, una batalla para no perder a
tu hija, a tu marido, a tu madre, a tu hermana… Peleas para volver
a ver la luz del sol, para que todo vuelva a ser como antes. Hacen de
la empatía una herramienta para que la trama te enganche y no sea la
enésima película de acción hueca de contenido, y además lo hacen
con acierto. Y es que siempre es una buena señal cuando acabas
odiando más a los antagonistas que a tus propios enemigos.
El 90% del peso de la película recae
sobre la actuación de la neozelandesa Zoë Bell, más conocida por
su faceta de doble para escenas de riesgo que por la de actriz. Zoë
ha sido la doble de Lucy Lawless en “Xena: La Princesa Guerrera”,
de Uma Thurman en las dos entregas de “Kill Bill”, de Sharon
Stone en “Catwoman”… y un larguísimo etcétera, siendo
galardonada en diversas ocasiones dentro del ámbito de los
especialistas. Dio un salto al mundo de la actuación (sin abandonar
su carrera como doble de acción) gracias a Tarantino en su “Death
Proof”, y la verdad es que pese a su relativamente corta carrera
como actriz principal, hace un trabajo notable, convincente tanto en
las escenas de acción como en las escenas más dramáticas,
transmitiendo perfectamente la desesperación y la rabia que provoca
a Sabrina (el personaje que interpreta) la situación que le ha
tocado vivir.
Y sí, amantes de la casquería, la
película cuenta con varias escenas en las que uno empatiza no sólo
con el dolor emocional de las protagonistas, sino también con el
dolor físico. Sin excesos y de forma muy comedida, pero sin perder
la crudeza y la capacidad de impresionar, “Raze” cuenta con
diversas escenas que harán las delicias de los que disfrutamos
viendo sufrir a otros en la ficción.
Una película notable, con sus
carencias y sus virtudes, que no pasará a la historia, pero que sí
nos asegura hora y media de abstracción total de este mundo de
mierda en el que vivimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario