Hello, Dominguers! Es hora de ponerse el bombín y preparar el té, porque llega una nueva entrega de The British Corner.
Hoy os quiero recomendar una película de rabiosa actualidad. Tan actual, que aún os podéis escapar a verla en los cines. Una película de trama histórica sobre un tema que nunca antes se había abordado en el mundo del Séptimo Arte: el rescate de 300.000 soldados británicos de las playas francesas durante la Segunda Guerra Mundial. Vamos con DUNKERQUE.
Dunkerque es una producción británica-estadounidense-francesa-holandesa del año 2017, catalogada como drama histórico y dirigida por Christopher Nolan. Como ya os he comentado, reproduce el rescate del ejército de tierra británico que se encontraba sitiado en las playas de Dunkerque ante el imparable avance de las tropas nazis en suelo francés.
Como siempre hacemos cuando hablamos de películas de trama histórica, vamos a hacer una poco de memoria: el 1 de septiembre de 1939, con la invasión nazi de Polonia, se dió inicio a la Segunda Guerra Mundial. El Reino Unido y Francia, garantes de la integridad polaca, declararon la guerra a Alemania y se prepararon para plantarle cara a Hitler. Así, el ejército británico envió al continente un gran contingente de soldados conocido como Fuerza Expedicionaria Británica, para ayudar en la defensa de Francia. El ejército alemán, al igual que en la Primera Guerra Mundial, quiso invadir Francia a través de Bélgica. Los ejércitos británico y francés pensaron que, al igual que 30 años atrás, eso era una operación que no llevaría al éxito y desembocaría en una nueva guerra de trincheras por el estancamiento de las posiciones. Lo que no contaban es que esta vez las tropas alemanas eran mucho más poderosas, y el plan de invasión de Francia funcionó con una efectividad estremecedora. Así, casi sin darse cuenta, británicos y franceses se vieron rodeados por el enemigo, cercados en las playas del Canal de la Mancha... Y entonces el Alto Mando del ejército británico, por orden expresa del Premier Winston Churchill, procedió a la evacuación a finales de mayo de 1940 de sus tropas desde las playas de la ciudad francesa de Dunkerque, una empresa nada sencilla conocida como la Operación Dinamo.
Y ahí es donde se da inicio a la trama de la película. En realidad, no se sigue una única trama, si no que se nos presenta la evacuación desde tres puntos de vista diferentes: tierra, mar y aire. Por tierra, seguiremos la suerte del soldado raso Tommy (Fionn Whitehead), que intenta llegar a la playa ante la atenta mirada de los soldados franceses, que lo miran con desprecio al sentirse "abandonados" por sus aliados ante el enemigo; por mar, la de Peter Dawson (Tom Glynn-Carney), que junto a su padre (Mark Rylance) y su amigo George (Barry Keoghan) no dudan en utilizar su embarcación privada para cruzar el Canal y ayudar en el rescate de los soldados; y en último lugar, por aire veremos la incansable lucha de Collins (Jack Lowden) y Farrier (Tom Hardy), dos pilotos de la RAF (Royal Air Force) que a los mandos de sus Spitfires prestan apoyo al ejército de tierra.
El espectador no debe esperar una incesante secuencia de tiros y sangre. En ésta ocasión, el director ha querido hacer especial enfásis en el aspecto psicológico de los protagonistas, mostrando abiertamente el agotamiento físico y mental de unas tropas desmoralizadas por un estrepitoso fracaso y constantemente amenazadas por el ejército alemán, que los "acribilla" con octavillas haciéndoles ver el peligro que corren, y que no terminan de ver llegar el momento en que por fin se alejen de tal infierno y puedan volver a su país... donde creen que quizás no les acojan con gran entusiasmo tras semejante debacle militar.
A modo personal, se echa en falta un poco más de protagonismo de las embarcaciones civiles, que realmente fueron los auténticos héroes en la Evacuación de Dunkerque. Los británicos veían como cada buque militar que llegaba para rescatar soldados era atacado y destruído por la aviación alemana, desmoralizando más si cabe el ánimo del ejército, así que los civiles no dudaron en utilizar sus propias embarcaciones privadas y correr peligro al cruzar el Canal y acudir a las costas francesas para rescatar a sus compatriotas (que dicho sea de paso, es la escena donde se alcanza el clímax emocional más alto en toda la película).
"Dunkerque" puede sorprender porque, a diferencia de lo que estamos acostumbrados con otras superproducciones bélicas como "Salvar al soldado Ryan", "Stalingrado" y demás, no tiene una duración excesiva y se limita a la clásica hora y media. Magistralmente grabada en cuanto a escenas y efectos se refiere, se le puede dar un aprobado más que aceptable, puesto que a pesar de que es una nueva película sobre la Segunda Guerra Mundial en la que hemos tenido grandísimos títulos, "Dunkerque" nos transporta a unos hechos nunca antes tratados en el cine (e incluso desconocidos para una gran parte de la población), y que fueron claves en el futuro desarrollo de la guerra. Simplemente por esto ya merece la pena darle una oportunidad, para darnos cuenta y ser conscientes de lo cerca que estuvo la derrota total de las democracias europeas ante el avance del imperialismo nazi, evitado en parte por civiles como tú y como yo...
Y aquí va el tráiler, como de costumbre:
Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!
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