viernes, 27 de abril de 2018

BAÑO DE SANGRE VOL. XXXVIII: “SHOCK VALUE”


Siempre me ha cabreado el hecho de que se critique el cine de género contemporáneo gratuitamente, sobretodo cuando se suelta aquello de “es que ya no hay originalidad, todo son refritos”, frase que, por otro lado, es un infalible detector de gente que ni se molesta en indagar más allá de los estrenos comerciales. De hecho, si algo puede achacarse al cine fantástico independiente y actual es que es uno de los pocos reductos de originalidad e indagación en nuevas formas y fondos del panorama cinematográfico.
Cuando leí sobre el título que hoy nos ocupa, el principal reclamo para mí, más allá de una curiosa premisa, fue el hecho de que contara en su reparto con el legendario Malcolm McDowell (para los profanos, el actor que encarnó a Alex DeLarge en La Naranja Mecánica), pero algo dentro de mí me decía que iba a tirar por el retrete una hora y media de mi vida por ver un cameo de 5 minutos del mítico actor británico. En lo segundo acerté, pero en lo primero no podía estar más equivocado.


Shock Value, ópera prima del realizador Douglas Rath, nos cuenta la historia de Miles (Zak Hudson), un director de películas de terror de serie B en horas bajas que, con tal de llevar a cabo su “obra maestra” definitiva, decide chantajear a un asesino en serie (interpretado por el también guionista Anthony Bravo) para que protagonice su próximo trabajo. “¿Pero cómo?”, diréis. Pero contar más restaría gracia al asunto.


Lo que sí podemos decir es que estamos ante una mezcla de géneros y subgéneros perfectamente entrelazados, con partes diferenciadas en el metraje que oscilan entre el terror, la comedia y el drama sin resultar forzado. Que estamos ante un guion repleto de grandes momentos, guiños y referencias al mundo del cine fantástico (los comentarios sobre el found footage, las referencias a títulos como Profondo Rosso, el hilarante momento del festival fake creado únicamente para que los fracasados como Miles puedan comprar galardones, los rodajes sin permisos por falta de presupuesto, etc…) y que, pese a algunas actuaciones algo desangeladas, estamos ante una hilarante producción de serie B la cual, si tenemos en cuenta su presupuesto de 150.000$, es tremendamente resultona. Un ejercicio de metacine fresco, original y entretenido, capaz de abarcar una amplia variedad de público. Una de esas pequeñas perlas que pasa sin pena ni gloria por no contar con cientos de miles para distribución y que podría sonrojar a más de un producto de primera línea.

  
Como resulta bastante difícil de localizar de forma legal y con subtítulos en castellano, os animamos a que le echéis un ojo en Filmin y, de paso, os deis una vuelta por el maravilloso catálogo con el que cuenta la mejor plataforma de streaming para cinéfilos empedernidos, si es que no lo habéis hecho ya.
¡Hasta el próximo baño!

HAIL SEITAN!
Óscar Lladó
@SlasherOz


No hay comentarios:

Publicar un comentario