viernes, 16 de febrero de 2018

BAÑO DE SANGRE VOL. XXXV – “CORPSE MANIA”


Aunque no seas ningún especialista en cine asiático (como un servidor, que tiene muchísimo que aprender aún), el nombre de los Shaw Brothers seguro que te resultará conocido. O por lo menos te sonará de algo. Si te gustan las películas de artes marciales seguro que, consciente o inconscientemente, has visto numerosos títulos producidos por estos cuatro hermanos. Y es que los Shaw Brothers cuentan con uno de los legados más importantes del cine asiático, con decenas y decenas de títulos producidos.


Si bien su fama se debe principalmente a títulos míticos de artes marciales como Las 36 Cámaras de Shaolin, El Espadachín Manco o El Trío Magnífico, poca gente sabe que los Shaw Brothers produjeron películas de muy diversos géneros, entre ellos algunos títulos de terror de los que cabe destacar (por popularidad) su mítica Kung Fu Contra los 7 Vampiros de Oro. Más allá de ello, su catálogo de títulos de terror y exploitation resulta relativamente desconocido para muchos (vuelvo a levantar la mano), más teniendo en cuenta que algunos de sus títulos están inéditos en España. Este es el caso del título que nos ocupa, el cual a priori puede parecer lo que no es… Y es que, con ese sugerente título, nuestras mentes nos llevan automáticamente a pensar en un clásico splatter con chorros de sangre, muerte y destrucción por doquier. Ni mucho menos, sin algún input previo, se nos ocurriría relacionar semejante título (más teniendo en cuenta su procedencia) con un género como el giallo.



Existe un debate que nunca tendrá fin ni consenso sobre cuáles son los mínimos y límites para catalogar una cinta como giallo ya que, si bien su procedencia es un elemento primordial para definirlo como tal y separarlo de otros géneros (los gialli son por definición italianos), existen ciertos parámetros estilísticos que definen el género y que pueden aplicarse a películas de producción no italiana. Sea como sea, si bien es evidente que Corpse Mania bebe del giallo, el hecho de ser una película de los Shaw Brothers le da un toque tan particular que no sería descabellado inventarse una nueva etiqueta para ella. Si giallo significa “amarillo”, Google Translate dice que en chino sería huáng. Pues Corpse Mania es la precursora del huáng, zagales. Cine Domingo on top, creando tendencias.


Tontunadas y movidas estilísticas aparte, estamos ante una película con una narrativa algo confusa pero tremendamente adictiva y fácil de seguir, aparentemente sencilla en su capa superficial, pero a medida que avanza el metraje nos damos cuenta de que estamos ante algo mucho más trabajado de lo que inicialmente pudiera parecer. El claro ejemplo lo tenemos en cómo, poco a poco, los espacios van cobrando sentido y relacionándose entre sí. Esas calles tan pintorescas como angostas, empedradas y llenas de humo, iluminadas de una forma voluntariamente antinatural, forman un puzzle que nos ayuda a atar cabos, a dar un sentido y una trazabilidad al giro final. Por esos espacios se mueve una cámara que, mediante movimientos precisos y coreografiados, nos invita a ser observadores de los acontecimientos desde una distancia prudencial mientras la situación se va enturbiando poco a poco. Y es que, si bien uno está acostumbrado a ver las burradas más grandes que se le pueda ocurrir a un ser humano, pocas veces he llegado al borde de la náusea como con sus escenas de necrofilia en las que cientos de gusanos cubren cuerpos putrefactos abusados por nuestro macabro killer.



Si bien comentaba más arriba que Corpse Mania no es, aunque su nombre sugiera lo contrario, una película gore, ésta tiene generosas dosis de casquería en las que aparece de forma más evidente el limitado presupuesto de la cinta (que aparentemente se fundieron en decorados y focos) y que le aporta un toque ¿involuntario? de comedia en ciertas ocasiones. Pero otras escenas resultan de lo más escabroso y perturbador, como las ya mencionadas escenas de necrofilia gráfica y repulsiva.

En definitiva, un recomendable punto de inicio para descubrir otra faceta del imperio Shaw y sus aportaciones al cine hongkonés que, si bien no te cambiará la vida, te hará pasar un buen rato.

HAIL SEITAN!
Óscar Lladó

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