Es
difícil ver entrevistas a Arno Frisch por la red. Cuando lo tienes
delante te das cuenta de que es una persona calmada, reflexiva, que
mide cada palabra con la frialdad (no en un sentido negativo) que lo
caracteriza. El protagonista de Funny Games, poseedor de esa
inquietante sonrisa que nos deja helados y nos hace cómplices al
mirarnos directamente a los ojos en el título de culto de Haneke,
visitó Molins de Rei (Barcelona) el pasado mes de noviembre para
unirse al jurado de esta pasada edición del Festival de Cinema deTerror de Molins de Rei, que rendía homenaje al mítico realizador,
lo cual aprovechamos para sentarnos un rato y atosigarle a preguntas.
Cine Domingo: Se cumplen 20 años del lanzamiento de Funny
Games. A pesar de su limitada distribución, enseguida
logró el status de película de culto. ¿Esperabais esta respuesta?
Arno Frisch: No, nunca lo habríamos esperado. Es una película
especial, peculiar. Cuando tuvimos la première en Cannes, mucha
gente se marchó de la sala enfadada, pero haciéndose notar: dando
portazos (risas). Está claro que es una película fuerte.
CD: ¿Piensas que quizás el status se logró gracias a la
controversia de la que hablabas?
AF: Sí, desde luego. Pero también creo que a la gente le gusta este
tipo de películas… si no te la tomas demasiado enserio.
CD: ¿Cómo llegaste a conocer a Haneke y a conseguir un papel en
Benny’s Video?
AF: Fui al casting, sin más. Tenía un pequeño texto, lo hice, le
gustó cómo lo hice… y lo conseguí.
“Me siento mejor cuando un director me dice qué es
exactamente lo que espera de mí”
CD: Michael parece una persona realmente seria. Viendo sus
películas, uno puede imaginar una especie de sensación mística
durante los rodajes. ¿Cómo es trabajar con él? ¿Cómo fue la
experiencia?
AF: Sí, es cierto. Se toma muy en serio su trabajo. Es muy preciso,
lo planifica todo. Para mí, como actor, esto me resulta de lo más
cómodo. Me gusta cuando un director sabe exactamente lo que quiere,
tenía respuesta a cualquier pregunta que pudiera surgirme, nunca me
dejó solo ante el peligro... No lo sé, quizás otros actores buscan
más libertad, pero en mi caso me siento mejor cuando un director me
dice qué es exactamente lo que espera de mí.
CD: Tus papeles en las películas de Haneke son muy
retorcidos. ¿Cómo te preparaste psicológicamente? ¿Tomaste alguna
referencia en particular?
AF: Mi personaje en Benny’s Video es mucho más
retorcido. Me resultó más difícil a la hora de preparar el
personaje. En Funny Games, realmente se trata solo de
dos chiquillos “jugando”. Son como Beavis & Butthead haciendo
gamberradas. No resultó difícil prepararlo psicológicamente: solo
tenía que divertirme.
CD: Funny Games explora el papel y los
límites de la violencia en el cine. Estás en un festival de cine de
terror en donde la violencia está presente en varias (y algunas de
manera horrible) formas. ¿Cuál es tu opinión personal acerca de la
violencia en el cine? ¿Crees que la violencia gráfica arruina su
verdadero potencial?
AF: En general estoy en contra de las limitaciones, pero no me gusta
la violencia que se muestra de forma excesivamente explícita.
Incluso creo que una forma más drástica de mostrar la violencia es
cuando te metes en la cabeza de quien la hace. Lo interesante es
querer saber, buscar ese "por qué lo hace". Muchas
películas lo obvian, y pienso que es un aspecto interesante a
tratar, especialmente cuando tratas temas violentos. En definitiva,
no me gustan las películas que muestran violencia sin motivo alguno.
“El arte es algo libre, y creo que es bueno e importante que siga siendo libre. De todos modos, creo que eso no debería ser un problema en una sociedad avanzada.”
CD: Vamos con una pregunta clásica: ¿consideras Funny
Games y Benny’s Video películas de
terror?
AF: No. Mucha gente las cataloga de "terror" por algunas de
sus escenas más escabrosas, pero yo las veo más como películas
psicológicas. Psicósis de Hitchcock
también tiene escenas fuertes, pero no es de terror. Me gusta
diferenciar entre películas psicológicas y de terror.
De todas formas... ¿a quién le preocupa? ¿Las películas son
buenas o no? (risas)
CD: En Funny Games hay una escena violenta en
la que matáis a un niño, algo que es muy difícil de encontrar en
las películas de hoy en día. ¿Piensas que con ésta fiebre de lo
"política y moralmente correcto" estamos perdiendo la
oportunidad de explicar historias crudas realistas?
AF: No lo sé... En Alemania, donde vivo, el arte es algo libre. Y
creo que es bueno e importante que siga siendo libre. Al final es la
gente la que decide qué es un éxito y qué no lo es. Si la gente
decide no ver una cosa, eso no será un éxito. De todas formas, creo
que eso no debería ser un problema en una sociedad avanzada…
CD:
Creemos que conocer los gustos de alguien sobre cine y música te
permiten conocerle mejor, así que… dinos, ¿cuáles son sus tres
películas favoritas de todos los tiempos?
R:
No me gustan estas preguntas (risas).
¡No puedo quedarme sólo con tres! Te diría La
Princesa Mononoke (todo lo de estudio
Ghibli me parece fantástico). También me gustan los hermanos Cohen,
me encanta esa dirección tan genial como oscura. Dejo que escojas
cualquier cualquier título de su filmografía (risas).
Arno Frisch (izq.) y Óscar Lladó (dcha.) |
Óscar Lladó
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