¡Muy buenas Dominguers!,
Si de clásicos entre los clásicos del cine hablamos, uno de los títulos que rápidamente sale a relucir es el de Nosferatu de F.W Murnau. Un título impresionante, atractivo, seductor y de culto tanto por el gran ejercicio cinematográfico que muestra la cinta, como por las historias legales y otras especulaciones que rondan sobre el proceso comercial y de rodaje de la obra.
Para éste domingo, os traigo un título que coge algunos de éstos rumores para transformarlo en una estupenda y teatral película fantástica. La peli en cuestión es La sombra del vampiro, una cinta que nos transporta al rodaje de ésta tan popular y controvertida adaptación al cine de Drácula de la cuál muchas cosas se han hablado. Un rodaje sobre el que corrió el rumor de que el actor que interpretaba al vampiro, se metía tanto en su papel, que mordía a los compañeros de plató entre muchas otras cosas.
Una creencia que llegó a derivar en la leyenda urbana de que dicho actor, realmente era un vampiro contratado por el mismísimo Murnau para dotar de aún más realismo a la película.
La sombra del vampiro se centra en gran parte en eso, en la relación del cineasta con el "vampiro" y de cómo éste poco a poco va acabando con el equipo de Nosferatu. Transportándonos así a través de éste viaje romántico entre el hombre y la bestia, a las entrañas del expresionismo alemán en una época dónde el cine era un terreno virgen dónde todo valía.
Además de una historia de tinte fantástico, la película es una pequeña muestra de lo que se cocía entre bastidores en aquellos entonces.
Extravagancia, excesos, ego y obsesión, son alguna de las cosas que podremos ver en ésta joyita inglesa del 2000 que no decepciona te gusten o no los vampiros.
Ideal para ver con unas servesitas y algunos millenials de esos que asocian la saga Crepúsculo al cine de vampiros.
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