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viernes, 3 de noviembre de 2017

BAÑO DE SANGRE VOL. XXXI: “THE BABYSITTER”

Ay, la adolescencia… qué edad tan mágica, ¿verdad? Una vida por delante, un mundo por
descubrir (y ganas de comértelo, claro). Todas las sensaciones y emociones se multiplican por infinito. Es la edad de “las primeras veces”, de los sueños (que no planes) de futuro, en la que todo es posible y todo está por hacer, como diría aquel. Qué bonito, ¿eh?

Y luego llega la vida y, salvo que seas uno de los pocos afortunados, aplasta tus expectativas poniéndote la boca en el bordillo a lo Edward Norton. Así que, vamos, al final lo que prevalece tras la adolescencia son los gustos, pasiones y aficiones que has adquirido durante su transcurso. Y, obviamente, el cine de terror no iba a ser menos.

La infancia y pre-adolescencia son etapas clave para que germine la semilla de la pasión por el género, pero en la adolescencia es cuando las preferencias comienzan a aparecer y a convertirnos en esos cabrones criticones y selectivos que somos a día de hoy, pero está claro que durante el transcurso nuestro criterio pasa por periodos digamos… cuestionables. Por lo menos en cuanto a algunos títulos se refiere.



El concepto de terror adolescente, muchas veces ligado al slasher, cubre en realidad un amplio espectro de subgéneros con un denominador común: la juventud de sus protagonistas, casi siempre adolescentes (proximidad) o universitarios (proyección de futuro cercano). Títulos tan dispares como Jovenes y Brujas, Scream, Carrie o El Diablo Metió la Mano entran sin duda en esta categoría, cada una a su modo, y han protagonizado innumerables sesiones particulares para adolescentes repletos de acné y hormonas alteradas.

Las comedias de terror, como la ya mencionada El Diablo Metió la Mano, suelen ser elecciones predilectas para este público y muchas veces la calidad de los productos es más que dudosa. Por eso, cuando aparece una comedia de terror teen como The Babysitter, la cual recuerda por lo fresco de su propuesta a la entrañable The Final Girls, bien realizada y con una trama que consigue ser original a partir de la utilización de recursos clásicos reformulados, es una alegría para los que disfrutamos de este subgénero con un bol de palomitas gigante y una bebida fresca.


La historia nos presenta a Cole, un pre-púber que debe ser el único niño de su edad al que siguen dejando con una canguro, lo cual no supone en absoluto un problema para él, ya que su canguro es la guapa, divertida y enrollada Bee (interpretada por la actriz emergente Samara Weaving, a la cual podéis ver también en Mayhem con su paso por festivales). Lo malo es que, aparte de todo eso, Bee rinde culto al diablo y, junto a sus estereotipados amigos (la animadora, el quarterback, el negro graciosillo y la amiga con pinta de artista alternativa) necesita realizar sacrificios humanos para hacer realidad sus deseos más profundos. 

La nueva producción de Netflix ha resultado ser una de las sorpresas inesperadas del año, una película que remite a esos míticos exploits en VHS que alquilábamos del videoclub para ver con los amigos, pero en la era digital. McG, director y productor de éxito en Hollywood, ha sabido adaptar a la perfección ese concepto, con todo lo bueno y lo malo que comporta. Y es que, si bien estamos hablando de un producto estiloso, visualmente atractivo y con elementos simples para ir a tiro hecho, suficientes para captar nuestra atención durante algo menos de 90 minutos, esta suerte de Solo en Casa vs Noche de Miedo de la era Netflix cuenta con numerosas carencias y excesos que la dejan en ese terreno (nada deleznable) del entretenimiento sin pretensiones ya que, pese a su ligera incorrección política, cuesta usar la palabra film para algo que está tan estudiado y medido para determinados targets. No nos engañemos, esto no es una película: esto es un producto, y no hay nada malo en ello. Porque en el cine, como en la vida, hay demasiados colores y sabores como para escoger solo uno.

¡Larga vida al palomiteo sangriento! 


HAIL SEITAN!
Óscar Lladó

viernes, 6 de octubre de 2017

BAÑO DE SANGRE VOL. XXIX: “CRUEL SUMMER”

Con el festival de Sitges ya a pleno rendimiento, es el momento de invitaros a no olvidaros de esos festivales de menor formato, como es el caso del Festival de Cine de Terror de Molins de Rei. Al igual que en Sitges, pero con una oferta más reducida que posibilita ver el máximo de películas posible y no tener que descartar apenas nada (salvo que sea por horarios), sus programadores trabajan para ofrecer la mejor oferta de producciones recientes que navegan por los diversos subgéneros del terror y el fantástico. Allí descubrimos el año pasado, entre otras muchas joyitas, una pequeña (pero que muy pequeña, tanto que apenas cuenta con distribución fuera de su Gran Bretaña natal) maravilla que, personalmente, me cautivó y se coló entre mis listas de lo mejor del año. ¿Su título? Cruel Summer, dirigida por el dúo de realizadores Phillip Escott y Craig Newman. 


Basada en una historia real ocurrida en Sheffield, Cruel Summer nos cuenta la historia de Danny (Richard Pawulksi), un chico autista que va a pasar un relajante fin de semana acampando y pescando en el lago… si la rabieta de Nicholas (Danny Miller) y sus dos amigos Calvin (Reece Douglas) y Julia (Natalie Martins) se lo permiten.

Pudiendo recordar en cierto modo a Eden Lake, la ópera prima de Escott y Newman nos sitúa a priori en el terreno del survival, pero el espectador rápidamente se dará cuenta de que se encuentra ante un drama en toda regla: crudo, directo y sin florituras ni adornos. Con una construcción pausada de los personajes que se desarrolla durante más de la primera mitad del metraje, sirviendo de crítica a cierto sector de la juventud británica (aunque extrapolable a prácticamente cualquier país del mundo), conseguimos empatizar con algunos de ellos y odiar profundamente a otros para, en su tramo final, contemplar horrorizados su explosión dramática. Destacar en este aspecto, a parte del trabajo de guion, las convincentes interpretaciones de sus cuatro jóvenes protagonistas.


Su banda sonora, llevada a cabo por el compositor de cine y TV Josef Prygodzicz y que incluye también colaboraciones del rapero Verb T de Four Owls (quien además cuenta con un pequeño cameo como el dependiente de un ultramarinos), es para un servidor lo más destacable de Cruel Summer, puesto que con su suave, atmosférico y hasta en ocasiones onírico sonido contrasta con la dureza y crudeza de la trama y su desarrollo. Una apuesta arriesgada con un resultado más que convincente.


En definitiva, una pequeña joyita independiente que, desgraciadamente, pasará desapercibida por estos lares más allá de su paso por festivales. Si tu inglés te lo permite, tienes una edición británica en DVD (sin subtítulos, ni siquiera en inglés) por unos pocos pounds en Amazon UK… ¿A qué esperas para hacerte con ella?

Y recordad, en estos días que estéis a tope por Sitges, no usar colirio jamás, prescindid del café y, si podéis, no durmáis nada. La enajenación mental y la irritación ocular hace que el fantástico sea mucho más disfrutable.


HAIL SEITAN!

Óscar Lladó

domingo, 9 de julio de 2017

Invasión zombie

¡Muy buenas Dominguers!,

Por todos es sabido, qué no hay mejor cosa para el veranito que una peli de zombis. Así que hoy para que lo paséis requetebien disfrutando de los andares torpes y la sed de sangre de los muertos vivientes, os traigo una peli del género divertida, fresca y gamberrilla.


La peli en cuestión es Invasión zombie, una comedia de terror que añade algo interesante al tema de los muertos vivientes; los viejos cascarrabias. No se suele ver mucho a la tercera edad participando activamente dentro de éste género y si lo hacen, nunca suele ser repartiendo leña como los demás.


En Invasión zombie nos encontramos a un grupo de ladrones de poca monta, que planean robar un banco para poder salvar la residencia dónde vive su abuelo para que no tengan que trasladar a los ancianos a otro sitio fuera de la ciudad.

El robo tal y como era de esperar, es bastante chapucero, pero sorprendentemente logran salir airosos ya que al salir del banco no hay ningún poli esperando, están todos muertos y la ciudad está bastante hecha polvo y llena de zombis. Así que una vez se dan cuenta de lo que pasa, deciden armarse e ir a rescatar los pobres abuelos, pero los yayos lejos de asustarse, están repartiendo castañas a los muertos como si no hubiera mañana.


Zombis Hooligan, sangre a borbotones, abuelos con metralletas y mucha mucha diversión es lo que podemos encontrar en ésta joyita lowcost británica de 2012 que lejos de querer ser una peli profunda y políticamente correcta, tira de mala leche y humor nada sofisticado para hacernos pasar un buen rato.

Ideal para ver con colegas, unas cervecitas y muchas ganas de pasarlo bien y pensar poco.

Aquí va el trailer:



domingo, 14 de mayo de 2017

The Machine

¡Muy buenos domingos!,

Ahora que desde hace unas semanitas la fiebre cyborg ha aumentado gracias al estreno del live action de Ghost in the Shell en cines, os voy a traer algo de ciencia ficción y robotitos algo más modesto pero también interesante.


La peli en cuestión es The Machine, un thriller de ciencia ficción de bajo presupuesto que quizás no aporta nada nuevo al género pero está entretenida y mola bastante. Una de esas pelis correctas, que funciona bien, pero como no tiene pasta ni un nombre conocido detrás, le llueven palos a tutiplén.

The Machine centra su acción en un futuro distópico dónde Inglaterra y China están sumidos en una guerra fría. Cómo en toda guerra que se precie, la cosa va de a ver quién tiene el arma más chula y por eso los ingleses experimentan prótesis y mejoras cibernéticas para el cuerpo humano con lisiados veteranos de guerra con la finalidad de crear letales soldados cyborg.


El proyecto lo encabeza un brillante científico motivado por encontrar una cura para la enfermedad de su hija a través de dichos avances tecnológicos, el cuál contrata a una brillante científica creadora de un modelo de inteligencia artificial muy avanzada. Así que se ponen manos a la obra y empiezan a trabajar en un cyborg que además de ser programado, podrá aprender y desarrollar una personalidad a través de su experiencia.


Pero el laboratorio no es trigo limpio, está lleno de peligros y a la que la chica se pone a investigar cosas que no tocan, se la cargan y el señor científico (que es muy sentimental) da vida al proyecto en el que ambos trabajaban con un super robot a imagen y semejanza de ella.

Tal es el éxito del proyecto que entre la máquina y su creador se crea un extraño y profundo vínculo que les llevará a rebelarse contra sus jefes.


Acción, cyborgs y algo de reflexión sobre la ética humana son algunas cosas que podremos encontrar en ésta interesante pieza indie de ciencia ficción británica, que todo y no aportar nada nuevo al género, cumple con creces su propósito de entretener y hacernos darle un poco de vueltas al tema tecnológico a través de su interesante premisa, banda sonora y puesta en escena.

Ideal para ver con unas servesitas, nachos y un par de colegas de esos que siempre están con el debate de tecnología si, tecnología no.

Aquí va el trailer:




miércoles, 28 de septiembre de 2016

The British Corner: Of time and the city

Hi, Britishness lovers! Bienvenid@s a una nueva entrega de The British Corner.

Hoy os traigo una reseña diferente, muy personal y especial. Quienes me conocen de sobra saben bien de mi amor por una ciudad inglesa que para mí lo es todo: LIVERPOOL. Incluso a pesar de no haber nacido allí (nadie puede escoger dónde nace pero sí de dónde quiere ser), cuando la gente me pregunta "¿De dónde eres?" mi respuesta siempre es la misma sin dudar: "De Liverpool". Casi todos mis tattoos hacen referencia a ella, mi muro de Facebook está inundado con imágenes de sus calles y lugares... Como ya he dicho, para mí lo significa todo. Así que aprovechando la 31ª efeméride de mi nacimiento, quiero compartir con vosotros un paseo por mi "ciudad natal": vamos a recorrer Liverpool con OF TIME AND THE CITY.


Of Time and the City es una producción británica del año 2008, catalogada como biográfica-documental y dirigida por Terence Davies. De su mano, daremos un paseo por sus memorias vividas durante su infancia y juventud en la ciudad a orillas del río Mersey.

Davies, que nació en el barrio liverpudlian de Kensington en 1945, nos lleva en un viaje de recuerdo que empieza en el viejo Liverpool de los años 50. Por entonces era una ciudad que para nada tenía que ver con la imagen cosmopolita y moderna que conocemos hoy en día: era una ciudad lúgubre, sucia, deprimente. Aún se estaba recuperando de los devastadores efectos de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial (la iglesia de St. Luke, cerca de la Catedral Anglicana y conocida popularmente como Bombed Church, es un silencioso testimonio que aún queda en pie) y el trabajo en los muelles de la ciudad seguía siendo el principal sustento de muchas familias.

Con el punto de partida en la década de los 50, la película va progresando por los años a través de los recuerdos de Terence: su descubrimiento del cine, excursiones familiares, su desengaño religioso, los primeros amoríos, el boom de The Beatles, críticas ácidas a la monarquía británica... A lo largo del film no sólo vemos el crecimiento del director, sino también la evolución de la ciudad: cómo los muelles dejaron de ser el principal motor económico para pasarle el testigo a la explotación del legado de The Beatles o del Liverpool FC, la recuperación de los barrios periféricos o del Waterfront... Todo hasta culminar con la Liverpool que podemos disfrutar hoy día.


El propio Davies nos hace de anfitrión narrándonos sus recuerdos, vivencias y reflexiones a modo de recital poético, parafraseando en ocasiones a otras personalidades o autores. Su tenue y reposada voz, que se mantiene calmada a lo largo de la película, combinada con una selección musical brillante y unas imágenes históricas de la ciudad que no tienen desperdicio, nos abstrae de nuestro alrededor durante la escasa hora y cuarto que dura el visionado.

Y para terminar ésta reseña especial de hoy, lo haremos de una forma original y divertida. El último párrafo no será una reflexión final sobre la película, sino una pequeña guía básica del dialecto de Liverpool: el Scouse. Por si algún día vais por allí y no queréis que os confundan con unos pijeras de Londres...


- En Liverpool hay muchas cosas que visitar. Para preguntar por algún lugar no diremos "where is", sino "wair's": "wair's the Cathedral?".
- Si algo nos gusta mucho no diremos "I like it so much", sino "Boss da!".
- Tanto andar nos dará sed, y no hay nada más típico que una buena pinta de cerveza. Pero no diremos "I want a beer", sino "I wanna bevvy".
- Seguramente la cerveza nos abrirá el apetito, así que para comernos un buen fish&chips pediremos por un "chippy".
- Si hay que ir al lavabo a cambiar aguas, no preguntaremos por el "toilet", sino por el "lavvy".
- Si os apetece un poco de ligoteo, chico y chica en Liverpool no son "boy" y "girl": son "la" y "berd".

- Después de un día tan agotador, con tanta visita y tanta caminata, llegaremos al hotel cansados: no estaremos "tired", sino "goosed".
- No os olvidéis que en Inglaterra hay que ser tremendamente educados. Siempre daremos las gracias, pero no con un "thanks!", sino con un "ta!".
- Y si vais por Navidades, no felicitéis las fiestas con el clásico "Merry Christmas": decid "Merry Crimbo".


Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!


martes, 30 de agosto de 2016

The British Corner: Somers Town

Hi, Britishness lovers! Bienvenid@s a una nueva entrega de The British Corner.

Hoy cumplo con otra de las peticiones que se me hizo hace tiempo, esta vez la del compañero de blog Óscar Lladó, que sugirió una reseña de la película SOMERS TOWN. Pues dicho y hecho, coleguilla. ¡Vamos con ella!


Somers Town es una producción británica del año 2008, catalogada como drama-comedia y dirigida por Shane Meadows. En ella vemos unos días en la vida de dos chicos en el barrio que da nombre a la película, Somers Town, al noroeste de Londres.

Marek (Piotr Jagiello) es un inmigrante polaco que vive con su padre Marius (Ireneusz Czop) en Londres. Mientras éste trabaja en las obras de la estación de tren de St. Pancras o sale de juerga con otros inmigrantes polacos, Marek está solo y sin más compañía que la de su cámara, con la que se dedica a fotografiar la vida alrededor de su barrio, Somers Town. Graham (Perry Benson), un vividor de poca monta, le regala a Marek una camiseta del Arsenal y le aconseja que guarde la del Manchester United, pues los equipos del norte no caen muy bien en la capital. Empieza así una extraña amistad-colaboración entre ambos.


Tomo (Thomas Turgoose) acaba de cumplir los 16 años y deja de estar bajo la tutela de los Servicios Sociales ingleses. Sin familia ni amigos, decide dejar atrás su Nottingham natal y coge un tren destino a Londres. Durante el viaje entabla conversación y amistad con Jane (Kate Dickie), una mujer ejecutiva también de Nottingham y que le será de ayuda más adelante, cuando la peligrosa noche londinense le pase factura.


Es en un bistro del barrio donde Marek y Tomo se conocen. El primero acude siempre porque está profundamente enamorado de la camarera, la francesa María (Elisa Lasowski); el segundo acude por primera vez cuando Jane le invita a comer. Para hacer molestar a Marek, Tomo le quita las fotografías de María y sale corriendo. Marek le persigue hasta que consigue recuperar su preciado tesoro y le explica que ella es su novia. Cuando Tomo descubre que entre ellos no hay nada, le asegura a Marek que irá a por María. De esta forma se inicia la estrecha amistad entre ambos.

Marek permite a Tomo alojarse en su casa pero a escondidas de su padre, al cual no le haría mucha gracia encontrarse a un chico extraño. Intentan ganar algo de dinero con los negocios turbios de Graham, el cual se aprovecha de la necesidad de los chicos para su beneficio. Ambos van constantemente al bistro donde trabaja María, en una especie de "guerra limpia" por ganarse el amor de la chica, y la cual se muestra encantada con las atenciones que ambos le prestan. Pero todo cambiará cuando María deba volver urgentemente a París a causa de la grave enfermedad de un familiar...


"Somers Town" es una película muy rápida de ver, pues sólo dura unos 70 minutos. Rodada en blanco y negro (decisión personal de Meadows para acentuar la soledad y los problemas a los que se enfrentan ambos chicos), y a modo de estudio del entorno social del barrio, el escenario gira básicamente alrededor de la estación de St. Pancras ya que la compañía de tren "Eurostar" (con sede en dicha estación) es la principal promotora económica del film, en un intento de promocionar la remodelación del edificio (con un coste final de 800 millones de libras).


Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!

miércoles, 3 de agosto de 2016

The British Corner: "London River"

Hi, Britishness lovers! Bienvenid@s a una nueva entrega de The British Corner.

Hoy vamos a recordar uno de los días más negros en la historia del Reino Unido: el llamado 7-J, los brutales atentados que sacudieron la capital, el mayor ataque al país desde el atentado de Lockerbie en 1988. Así que vamos a vivir un poco de angustia con una película de cine independiente: LONDON RIVER.


London River es una producción británica-francesa-argelina de 2009, catalogada como drama y dirigida por Rachid Bouchareb. La película tiene como hilo conductor los antes mencionados atentados de Al-Qaeda en la red de transporte público de Londres.

Elisabeth Sommers (Brenda Blethyn), mujer tradicional y de religión anglicana, es una granjera que vive sola en su masía de Guernsey, una de las islas bajo control de la Corona Británica en el Canal de la Mancha, cerca de las costas francesas de Normandía. Viuda desde el año 1982 (cuando su marido murió en combate en la Guerra de las Malvinas), tuvo que criar sin ayuda a su hija Jane, que no llegó a conocer a su padre. Ahora Jane es una adolescente que lleva unos años viviendo en Londres, donde estudia.

Ousmane (Sotigui Kouyaté) es un africano de religión musulmana. Vive en Francia, donde cumple las funciones de guarda forestal. Tiene un hijo: Alí, al cual no ve desde los 6 años, cuando se marchó de África para trabajar en el país galo. Ni siquiera sabe que su hijo ahora está viviendo y estudiando en Londres.

7 de julio de 2005: el terror siembra el caos en las calles de la capital británica. Cuatro terroristas hacen estallar tres bombas en el Undergound y otra en un autobús. El balance de muertos y heridos es estremecedor. La señora Sommers se entera de lo ocurrido a través de la televisión y decide llamar a su hija para comprobar si todo está correctamente, pero continuamente le salta el contestador automático. Ante la falta de respuesta, toma la decisión de marchar a Londres a buscarla personalmente. La llegada a la capital, y más concretamente al barrio donde vive su hija, no resulta igual a cómo habría deseado la señora Sommers: descubre que está viviendo en un barrio habitado mayormente por gente musulmana, incluso el piso de alquiler en el que habita pertenece a un hombre musulmán. Mientras recorre las calles colgando carteles con la foto de Jane, algo empieza a olerle a chamusquina...


Ousmane es informado de los acontecimientos cuando recibe desde África la llamada de la madre del muchacho, y al igual que la señora Sommers, pone rumbo a la City en busca de su hijo. Cosas de la vida, inicia la búsqueda en el mismo barrio que la señora Sommers. A través del rector de una mezquita consigue una foto reciente de su hijo, en la que aparece junto a más chicos y chicas que acuden allí a recibir clases de árabe. Camino de regreso al hotel en que se hospeda, saliendo de la estación de tren ve en la pared carteles con las fotos de gente desaparecida durante los atentados, pero sólo uno le llama poderosamente la atención: una muchacha joven pelirroja que cree haber visto anteriormente. Vuelve a echar un vistazo a la foto en la que aparece su hijo: en ella, justo a su lado, aparece la joven pelirroja del cartel. ¿Quién será ésa muchacha? Al llamar al teléfono de contacto, atiende una tal señora Sommers...


¿Qué nexo de unión puede haber entre dos adolescentes de culturas distintas? ¿Qué interés podía tener Jane en aprender la lengua árabe? Con "London River" viviremos 90 angustiosos minutos de constante incertidumbre. La falta de información concreta sobre el paradero de sus hijos hace que nos metamos en la piel de unos padres que en cada visita a los hospitales de Londres para consultar las listas de heridos, o las ruedas de reconocimiento de pertenencias y cadáveres en las morgues, nos harán contener la respiración y sufrir como si de un familiar desaparecido nuestro se tratara. Veremos también un choque entre culturas que quizás haya que dejar de lado para aunar fuerzas en la búsqueda de los muchachos. Mención especial al magnífico papel que desempeña el anciano Kouyaté (falleció un año después del estreno de esta película).


Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!

miércoles, 8 de junio de 2016

The British Corner: "Will"

Como buen inglés, lo primero y más correcto sería presentarme. Mi nombre es Abel, nacido en España pero auto-educado por voluntad propia desde los 8 años en la cultura británica. Así que, a mis actuales 30 años, me considero 100% inglés (y de la ciudad de Liverpool, más concretamente). Realizadas las presentaciones, ahora ya sí podemos entrar en materia.

Sed bienvenid@s a la sección "The British Corner". En ella os hablaré y recomendaré películas que giran alrededor de la cultura, idiosincrasia, historia... típicas de las Islas. Algunas de ellas os sonarán mucho (pues no podremos obviar algunos clásicos), otras os resultarán menos conocidas, e incluso quizás habrá que ni sabíais de su existencia. Pero ya sean de producción nacional o de otro país, siempre tendrán la temática británica como trasfondo. Espero (y deseo) que ésta sección resulte de vuestro agrado y os acerque un poquito más a ésa forma de vivir la vida que tenemos los de al otro lado del Canal de la Mancha.

En ésta primera entrega, nos estrenaremos con el deporte nacional, muy arraigado en las Islas. De hecho, nació allí hace más de 150 años: el FOOTBALL. Hoy quiero recomendaros "WILL", una película de producción británica del año 2011, dirigida por Ellen Perry. Está catalogada como "drama deportivo" y, si bien la historia que se desarrolla es ficticia, el hilo conductor está basado en un hecho real (y que los más futboleros recordarán): la final de Champions League que el Liverpool FC jugó el año 2005 ante el AC Milan en Estambul, Turquía.

Mayo de 2005. Will Brennan (Perry Eggleton) es un niño que estudia en un internado de monjas de la ciudad inglesa de Kent, al sur del país. Su madre falleció tres años atrás y Gareth, su padre (Damian Lewis), aturdido e incapaz de aceptar y afrontar los hechos, lo dejó en el internado y se marchó del país. Sin embargo, ha decidido regresar en busca de su hijo. Las monjas se muestran reticentes, pues temen que Gareth sufra otra recaída y vuelva a dejar tirado a Will como hizo tres años atrás, pero ante la insistencia del padre en que piensa llevarse a su hijo de vuelta a Liverpool (su ciudad de origen) para cuidar de él personalmente, acceden a que vea al niño.

Will no guarda ningún tipo de rencor hacia su padre, el cual comprueba con enorme satisfacción que ha heredado de él su tremenda pasión por el Liverpool FC, siendo capaz incluso de recitar alineaciones y partidos de muchos años antes de que él naciera, lo que convierte al pequeño Will en una especie de "sabio del Liverpool". Gareth le cuenta a su hijo cómo recuerda cuando su padre le llevó a él a ver un partido del Liverpool y todas las emociones que sintió en ésos momentos. Por eso, deseoso de vivir un momento igual de especial con su hijo, ha conseguido dos entradas para la final de la Champions League que el Liverpool podría jugar si supera la ronda de semifinales.

Contra pronóstico de los llamados "entendidos del fútbol", el Liverpool eliminó al todopoderoso Chelsea y se clasificó para la final. Pero un repentino giro de los acontecimientos hacen que el padre de Will no pueda acompañar a su hijo a la final. El niño, deseoso de presenciar tan gran acontecimiento, le pide a un amigo de su padre (interpretado por Bob Hoskins), dueño de un pub en Kent, que le acompañe, pero éste se excusa alegando que el mismo día de la final ha de asistir a la boda de su hermano en Londres.


Todo parece indicar que el pequeño Will se quedará sin final, pero sus compañeros de internado no piensan consentirlo. Trazando un plan e indicándole la ruta que debe seguir hasta Estambul, le ayudan a escapar de la escuela. Por el camino contará con la ayuda de otros seguidores "Reds", pero sobretodo con el apoyo y amistad de Alek (Kristian Kiehling), un joven ex-futbolista bosnio que huyó de su país atormentado por un turbio acontecimiento sucedido durante la Guerra de Bosnia. El resto de la trama ya debéis averiguarla vosotr@s...


"Will" es una película apta para todos los públicos y que no se hace "pesada" de ver, pues tiene un ritmo constante, y cuyo mensaje es que por más piedras que puedas encontrarte en el camino, no hay que dejar de ser perseverante a la hora de luchar por cumplir tus sueños.


Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads! ("ta-ra" quiere decir "goodbye" en el dialecto Scouse, típico de Liverpool, mi ciudad. Ya os iréis acostumbrando, jejeje).

Pinchad aquí para ver el trailer

domingo, 17 de abril de 2016

Tower Block

¡Buenos domingos!,

Tras la película bonita y sensible de la semana pasada, vuelvo a la carga con algo más durillo que pude disfrutar en el Festival de Cine de Sabadell.

Mi recomendación de hoy es "Tower Block" aka "Francotirador", una películita que trata sobre un grupo de vecinos de un barrio chungo que, al levantarse un día de buena mañana, se encuentran atrapados en su propio bloque de pisos bajo la amenaza de un misterioso francotirador que sin motivo aparente dispara a todo áquel que intenta salir del edificio o incluso mirar por la ventana.

Quizás justo empezar no parezca gran cosa, pero pasados unos minutos la cosa arranca y empieza a subir hasta tenernos con los huevos pegados al sillón pendientes de lo que va a pasar en la siguiente escena.

Una trama sencilla, un escenario sencillo, disparos en la cara de buenos días y un reparto tan acertado que podrían ser nuestros propios vecinos, hacen de éste interesantísimo thriller británico una película fácil de ver, fácil de disfrutar y díficil de olvidar.

Ideal para verla con unas cervezas light bien frescas, unas palomiticas y un vecino cabrón.


Pinchad aquí para ver el trailer


Aprovecho para anunciaros que ya que la cosa está funcionando bastante bien, de cara al mes que viene el blog contará con nuevos contenidos y secciones de manera regular para poder ampliar un poco el catálogo de recomendaciones.