El film nos cuenta la historia de Casey, una chica a punto celebrar su despedida de soltera con un viaje junto a sus amigas a un lugar paradisíaco, donde sufrirá una aparentemente inofensiva picadura de un insecto. Tras volver a casa, entre la ansiedad por los preparativos de su boda, se dará cuenta de que la picadura comienza a tener muy mala pinta. Dudas, miedos… un torbellino de sentimientos se despertará dentro de Casey a la par que su cuerpo comienza a sufrir cambios notables. Poco a poco, su comportamiento comenzará a mostrar rasgos propios de ciertos insectos, convirtiendo su casa en una sucia y purulenta colmena en la que sus huevos se alimentan de carne humana.
Hay dos aspectos altamente destacables en Bite: la actuación de Elma Begovic y el tremendo trabajo de maquillaje y FX que hace que uno pueda hasta sentir los nauseabundos olores de la pobre Casey y su colmena/apartamento. Chad Archibald es uno de los directores canadienses a tener más en cuenta, creador de títulos simples pero efectivos que sirven como homenaje al cine con el que ha/hemos crecido. En este caso es innegable el homenaje a Cronnenberg, dando gran peso al componente dramático de la historia y remitiéndonos a menudo a la enorme La Mosca pero en versión femenina.
Un título destacable por su atención
al detalle, que sin duda hará pasar un buen rato a los amantes del
body horror.
Recordad, dominguers, que comer piel humana es bueno para la circulación, pone el cutis más terso y proporciona vigor sexual. ¡Salgan a la calle! ¡Despellejen al prójimo!
¡Hasta la próxima!
HAIL SEITAN!
Óscar Lladó
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