El último viaje del juez Feng

¡Muy buenas Dominguers!,

Un tipo de películas que me molan un montón y encuentro realmente interesantes son las de corte costumbrista, títulos que a través de su argumento, normalmente sencillo pero resultón, nos muestran la vida y costumbres de un grupo de personas. Retrato que se adapta a cualquier clase social y época, pudiendo aplicarse a algo tan básico cómo un drama rural o a algo más comercial cómo pudiera ser una cinta de teenagers.

Dentro del marco que sea, éstas películas son muy beneficiosas para nosotros como espectadores, ya que nos aportan mucha información de estilos de vida que desconocemos, siendo así una gran oportunidad para ampliar horizontes y salir de nuestro pequeño y cómodo mundo.

Hoy para acercaros a éste maravilloso género, os recomiendo una muy interesante película sobre la justicia en las zonas rurales chinas. Pequeños pueblos perdidos en medio de las montañas que, todo y regirse por sus propias leyes y tradiciones, de vez en cuándo han de recurrir al sistema de la justicia nacional para celebrar pequeños juicios, bodas y etc.

La peli en cuestión es El último viaje del juez Feng, un bonito drama rural dónde veremos las aventuras de un tribunal ambulante, un pequeño grupo de jueces cuya labor es viajar por las montañas para oficiar juicios y bodas a éstas minorías étnicas.

El tribunal en éste caso, está formado por dos jueces veteranos (el cuál uno se jubila tras ésta última visita a las montañas) y un aspirante a novato de esos que han leído muchos libros pero poco saben de las tradiciones y costumbres de las personas que van a ayudar. Un peculiar trío que, a través de un tranquilo y bonito viaje, nos mostrarán las preocupaciones y conflictos de los aldeanos, cuestiones que pueden ser muy tontas para nosotros pero que para ellos pueden ser motivo de derramamiento de sangre.

Graves disputas por una cazuela, conflictos entre la justicia divina y la "real", además de una gran fotografía y un interesante viaje al interior de los protagonistas, son algunas de las muchas cosas que nos ofrece ésta joyita china de 2006. Un viaje fuera de lo habitual por una China desconocida para la mayoría, relajado pero intenso y que nos golpea con un final agridulce.

Ideal para ver con unas servesitas bien frías y algún colega que quiera ser juez en China.