A Scanner Darkly o Una mirada a la
oscuridad (Richard Linklater, 2006) es una película atípica. Un metraje de imágenes
reales redibujadas en animación mediante la técnica del rotoscopiado que otorgan
a este film una estética de novela gráfica muy propia de los videojuegos
actuales.
Se trata de una adaptación de la
novela homónima del mito de la ciencia ficción Philip K. Dick que narra la
historia distópica de Fred (Keanu Reeves) un agente encubierto del condado de
Orange (California) que está intentando desmantelar una red de tráfico de
nárcoticos. Fred se camufla con un monotraje mezclador que distorsiona la
percepción física que todos los demás ven de sí el que está grabado no solo es de gran belleza estética sino que sirve de
soporte para encaminarnos hacia un gran delirio visual. Es difícil en ciertas
escenas discernir entre realidad y oniria y Linklater sabe manejar bien este aspecto, tanto que en ocasiones resultan más coherentes con sus razonamientos los personajes más drogados.
Es el retrato distópico de una
sociedad corrupta, alienada e
inmovilista que se muestra impasible ante las problemáticas e intenta encubrir los problemas y
alimentarse de ellos. El protagonista
debe tomar partido y eso lo obliga a poseer una doble personalidad que a menudo resulta confusa y diluida.
Es importante aclarar que la película está cargada de
largos diálogos pseudofilosóficos, no cabe esperar una acción intrépida. Además de un aura muy decadente y pesimista que
refleja mucho el dolor autobiográfico de Dick.
Por último, el elenco de actores es magnífico: Keanu Reeves, Winona Ryder (magnífica como siempre), Robert Downey Jr., Woody Harrelson y Rory Cochrane. ¿Se puede pedir más?
El tráiler a vuestra disposición:
Margot
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