¡Muy buenas Dominguers!,
Como ya estamos a las puertas del festival de cine de Vic, voy a seguir en la línea de su temática de éste año: Las Kung Fu Girls.
Y si ésta semana he dedicado un ChinoDomingo a un clásico de las artes marciales con una luchadora sordomuda cómo personaje principal. Hoy subo de nivel y os traigo un futuro clásico del cine de artes marciales con una luchadora autista cómo personaje principal, si si, autista.
La peli en cuestión es Chocolate, y es que los Tailandeses nunca dejan de sorprenderme con sus argumentos locos y ésta peli no va a ser menos ya que nos encontramos con la historia de una niña autista, fruto de el prohibido amor entre un Yakuza y la mujer de un capo de la mafia Thai.
Debido a la amenaza que recae sobre ellos de parte de la mafia Tailandesa, se separan y la mujer se retira del "negocio" para darle a su hija una vida lo más digna posible y con las mejores atenciones. Pero como a ésta gente le gustan los dramas más que a un tonto un lápiz, la madre cae enferma de leucemia y como ahí eso de la seguridad social es pura ciencia ficción, el tratamiento es muy caro.
Pero resulta que la niña tiene un don, ya que además de poseer unos reflejos sobrehumanos, de tanto ver pelis de chinos repartiendo tollinas se ha hecho una experta en el tema. Así que junto a su mejor y único amigo, aprovechan tales habilidades para hacer algo de pasta con espectáculos callejeros.
Todo y que curran un montón, no sacan lo suficiente para poder dar los cuidados necesarios a la madre, pero todo cambia cuándo el simpático y rollizo amigo, encuentra en casa de las chicas una libreta con los nombres de muchos hombres de negocios que le deben pasta a la madre y los dos niños se embarcan en la aventura de ir a cobrarles uno por uno.
Cómo no, ésta gente no quiere pagar y la niña tendrá que sacarles la pasta a base de patadas y codazos de Muay Thai. Cosa que llama la atención de la mafia Thailandesa, los cuáles se involucran en la movida haciendo que se compliquen aún más las cosas.
Un drama de proporciones épicas, gamberrismo total, violencia sin complejos, stunts de la vieja escuela y unas luchas espectaculares son algunas de las cosas que podremos en éste futuro culto Tailandés de 2008 que combina de manera delirante la inocencia con la crudeza y agresividad de la manera que solo un equipo Thai puede hacerlo. Además de no escatimar en arriesgar la vida de sus actores y especialistas para dotar a la cinta del máximo realismo posible.
Una cinta cuya finalidad, a parte de la de entretener, es la de dar visibilidad a los niños con problemas mentales en un país con una visión muy atrasada al respecto, a la vez que ofrece un gran espectáculo propio de títulos como Ong-Bak.
Ideal para ver con los colegas, unas cervecitas y un formulario para apuntarse al Dojo más cercano.
Aquí va el trailer:
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