¡Qué pasa
dominguers! Ya llega el fin de semana, lo cual siempre es una
buena noticia. La mala noticia es que ya se acaba el Fantosfreak
y vamos a echar de menos las sesiones nocturnas de cortometrajes a la
fresca. Eso sí: desde ya, se convierte en una cita obligada en
nuestros veranos y el año que viene ahí estaremos de nuevo al pie
del cañón. Pero la cosa no se acaba, porque si no habéis podido
disfrutar de las sesiones de cortos a competición que han tenido
lugar desde el pasado lunes, esta noche se proyectarán los ganadores
de los 6 premios del festival, además del último capítulo de La
Leyenda de la Princesa Tetasuko (la webserie que se ha estado
proyectando estos días antes del bloque de cortometrajes) y algunos
trabajos realizados por miembros del staff del festival, entre los
cuales cabe destacar el estreno en casa (10 meses después de su
estreno en la pasada edición del Festival de Sitges) de las
aventuras y desventuras del ¿héroe? Chuck Lee Bronson en
Justicia Justiciera III: Kung Fu Karate Annihilator. Un
trabajo que es la definición de “cortometraje festivalero”, el
cual estamos seguros que hará las delicias de los asistentes al
Fantosfreak debido a que su tipo de humor es exactamente el
mismo que tienen los interludios y sketches que se proyectan
entre corto y corto durante el festival. Al fin y al cabo, su
director es ni más ni menos que Rafa Dengrá, director y alma
mater del Fantos.
Pero no adelantemos acontecimientos y
dediquémonos a lo nuestro, que es rememorar y valorar la noche de
ayer, cuarta del festival y última proyección de cortos en
competición. Sin duda alguna, para un servidor resultó una de las
noches más potentes en cuanto a la selección de trabajos, entre los
cuales figuran algunos de mis títulos favoritos de los 44
finalistas. Vayamos por pasos.
El pistoletazo de salida lo dio El
Retrato, cortometraje con caras ya conocidas (su protagonista
y su director – que también tiene un pequeño papel – son dos de
los actores de Annunaki de Alberto Noriega,
proyectado el lunes) que bebe del terror sobrenatural clásico en un
formato de programa televisivo de reportajes. Trabajo claramente
amateur, con planos interesantes pero que, debido a un metraje
excesivo, se acaba haciendo algo tedioso. Según comentó David
Ayén, su director, es su primer cortometraje y, aunque apunta
buenas intenciones, estamos seguros de que podría ofrecer muchísimo
más con un guion más sólido y trabajado, además de cuidar más
los detalles y trabajar más las actuaciones de sus actores para que
el resultado final resulte más convincente.
El siguiente turno fue para un breve
pero refrescante cortometraje de humor con una protagonista (que
parece ser bastante fan de los KK Deluxe) y su último tema
compuesto, cuyo estribillo no acaba de convencer demasiado a su
padre… con un trabajo de arte genial (¡que habitación más
molona!), casi tan genial como sus actuaciones, Estribillo
de César Tormo es una muestra de que con mimo, cariño,
ingenio, una buena idea y la ayuda de amigos o familiares se puede
hacer un trabajo que mire directamente a los ojos a producciones de
primera línea. Chapeau!
Hoy Me Ha Pasado Algo Muy Bestia
es un cortometraje (que ya habíamos visto en el pasado Sant
Cugat Fantàstic) basado en el universo creado a partir del cómic
y las novelas de mismo título. Y, de hecho, está únicamente
enfocado a las personas familiarizadas con ese universo porque, si no
lo estás (como yo), es posible que acabe, te guste lo que has visto
pero no hayas entendido una mierda de qué y por qué ha ocurrido. A
resaltar el trabajo de fotografía y las coreografías de acción,
coordinadas por los cracks de In Extremis Film Services.
La de ayer fue una noche con diversos
cortos francófonos, el primero de los cuales fue la salvajada
animada Juliette, dirigido por Lora D’addazio y
proveniente de Bélgica. Un viaje acompañando a los demonios
internos de una aparentemente tímida y retraída muchacha que
desemboca en un final cuya animación me recordó a las partes más
gore del anime Corpse Party.
El turno llegó para La Voce,
un sórdido, surrealista y oscuro relato de amor y dolor regado con
ópera. Rodado en blanco y negro, la historia nos cuenta el desengaño
amoroso de un hombre desesperado por ser amado. El tramo final es
simplemente magistral… y eso lo dice alguien que no es muy amigo de
los musicales. Tan precioso como extraño y devastador.
El segundo trabajo de animación de la
noche vino de la mano de Ramón Alós con su cortometraje
El Invernadero. Una animación, sobretodo en cuanto
al diseño de personajes se refiere, que puede recordar a Tim
Burton, aunque el giro oscuro, macabro y retorcido de su guion no
tiene esa cierta inocencia y candidez de los trabajos del realizador
estadounidense. Un guion sumamente original que hace de El
Invernadero una propuesta fresca y arriesgada.
El terror con protagonistas de carne y
hueso llegaba de la mano de iMedium, un film que
demuestra que una buena idea, un guion bien desarrollado y unos
actores convincentes son el único requisito para rodar, con poco
presupuesto, un trabajo candidato a acumular selecciones y premios
por doquier. ¿Qué os apostáis a que, en cosa de un año, iMedium
habrá superado el medio centenar de selecciones como mínimo?
Apuntad esto en vuestras agendas mentales, porque ya veréis como
tengo razón y esta app para contactar con nuestros familiares
fallecidos va a dar mucho que hablar.
La recta final comenzaba a llegar con
la curiosa Eldritch Code, una aproximación moderna al
universo Lovecraft, en particular a los Mitos de Cthulhu,
representada a través del mal día que está teniendo el
ingeniero de sistemas de una empresa que se enfrenta a un agresivo
ataque informático. Al igual que con Hoy Me Ha Pasado Algo Muy
Bestia, puede que deje frío y confuso a quien no esté
familiarizado un mínimo con el mito de Cthulhu, pero desde luego no
se pueden negar las bondades de su apartado técnico.
Es muy raro que, con lo
insensibilizado que estoy ya respecto al cine de terror, un trabajo
del género consiga ponerme la piel de gallina. Muchos me entenderéis
si digo que echo de menos pasar miedo con el cine, y que me es
increíblemente difícil conseguirlo. Pues bien, que lo consiga un
cortometraje en un ambiente no muy propicio para sentir miedo
(rodeado de centenares de personas, muchas de ellas de cachondeo y de
charla, dificultando la inmersión) es, desde luego, una señal
inequívoca de que el producto es bueno. Y el título canadiense
Point of View consiguió anoche, con su juego del
“pica-pared” en la morgue, que varios escalofríos recorrieran mi
columna vertebral hasta erizarme los pelillos de la nuca. Sin lugar a
dudas, mi favorito de la noche y uno de los trabajos que más he
disfrutado estos días. Justin Harding, you fucking rock.
Sofá, Manta, Palomitas
suena a planazo insuperable, pero en realidad es el título del
penúltimo trabajo de la noche. Y, efectivamente, lo que empieza como
un planazo insuperable acaba torciéndose de forma drástica. Me
encantó el detalle de recrear la película que están viendo los
protagonistas, lo cual aporta un toque gore y gamberro al
cortometraje. Buen trabajo de Erik Gatby.
Y el honor de cerrar las proyecciones
de los cortos a competición recayó en Quenottes,
rodada entre Luxemburgo y Francia. Un trabajo que remite a esas
películas ochenteras de animales hijoputescos, dándole un siniestro
giro al mito del Ratoncito Pérez. A pesar de resultar convincente y
entretenido, es de aquellos trabajos de “una vez y no más”
que ni siquiera te planteas revisionar.
Y esto ha dado de sí el Fantosfreak
hasta hoy: 4 días con 44 cortometrajes, decenas de intros,
interludios y falsos anuncios, muchas risas, escalofríos, algún que
otro nudo en la garganta y, en mi caso, mucho café. Estamos
planteándonos buscar sponsorización de alguna marca de café para
la edición del año que viene, con lo que contactaremos con la gente
de Decorado con tal de que nos pasen el contacto del
delicioso café marca Acmë.
Lo dicho, nos vemos el sábado.
¡Larga vida al
Fantosfreak!
HAIL
SEITAN!
Óscar Lladó
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