miércoles, 3 de mayo de 2017

La Biblioteca de Margot: Gomorra

¡Muy buenas dominguers!

Gomorra es una película italiana dirigida por Matteo Garrone y basada en la novela homónima de Roberto Saviano quien además colaboró en la elaboración del guión.

Esta película pretende ser un retrato, con aires de documental, de la mafia napolitana. La historia que tiene un hilo argumental múltiple está dividida en cinco historias que a pesar de centrarse en distintos personajes se encuentran ligeramente conectadas entre ellas. Esta multiplicidad de historias se caracteriza más por personajes atraídos por el encanto de la Gomorra que por la propia Gomorra. Las historias van desde un adolescente recién mayor de edad que desea ser identificado con la mafia a un nuevo graduado universitario que busca una vocación prometedora. A través de diferentes niveles de perspectivas, de la violencia a la diplomacia, Gomorra aturde mientras que muestra el control casi totalitario de la organización sobre sur de Italia. Crea la impresión de un país pudriéndose de adentro hacia afuera. 

Marco Spoletini define claramente el equilibrio entre el caos y la narración. Los primeros 40 minutos no son un buen augurio para los espectadores que buscan una diversión fácil, ya que incita a la confusión creando la ilusión de que la película comenzó a medio camino. Sin embargo, las historias surgen, y de ahí en adelante, la película establece su estilo.

Cinematográficamente también es maravillosa. Marco Onorato pinta Italia con un conjunto aburrido de colores, que se parece más a la promoción de una ONG del tercer mundo que a un folleto de viaje de luna de miel. Incluso los rojos y azules brillantes de Venecia están silenciados con gris y marrón con un toque de sobreexposición. El efecto global agrega un punto vital a la película, ya que le da una sensación de vacío y absolutamente anula cualquier sentimiento de esperanza que pudiese surgir en el espectador.




La película intenta borrar la línea que separa película dramática y documental con resultados impresionantes. Los detalles están cuidados al milímetro: el dialecto está perfectamente plasmado en los diálogos y las localizaciones e imágenes de los disparos parecen extraídas de un noticiario

Con los valores de la producción a niveles estratosféricos, la intención general de la película es transparente: absolutamente ninguna empatía está permitida, lo cual permite (valga la redundancia) al público empaparse en la atmósfera cambiante y simplemente coexistir con los protagonistas claramente sobrepasados por las circunstancias. 

Os dejamos como siempre con el trailer:


Margot

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