Hello, Dominguers! Es hora de ponerse el bombín y preparar el té, porque llega una nueva entrega de The British Corner.
El próximo 17 de julio se cumplirán cincuenta años del estreno de una película de dibujos animados diferente a las que se habían visto hasta entonces, un film que marcó a toda una generación y cuya frescura sigue perdurando hasta nuestros días, algo tremendamente loable si tenemos en cuenta que no salió del poderoso imperio de la animación de Walt Disney. Un clásico que éste verano se repondrá en muchas salas de cine del mundo para conmemorar su quincuagésimo aniversario, y además adaptada al 4K. Pero si no queréis esperar al reestreno en gran pantalla, fácilmente podréis haceros con un ejemplar de YELLOW SUBMARINE.
Yellow Submarine es una producción británica del año 1968, catalogada como musical infantil animado y dirigida por George Dunning. Aunque cronológicamente es la cuarta película de THE BEATLES, ésta era la tercera que tenían que producir por contrato con United Artists, encargada de la distribución. A pesar de ser un film de clara orientación al público más pequeño, los adultos no quedan necesariamente exentos de ésta sinfonía de colores.
La trama del film es muy básica: Pepperland, una tierra anclada en el fondo de los mares, es un paraíso idílico para los amantes de la música donde todo es paz, felicidad y harmonía. Pero los Blue Meanies (traducido serían algo así como los Malditos Azules) odian el positivismo de ésa gente y deciden declararles la guerra y robarles su bien más preciado: la música. Antes del ataque final el alcalde de Pepperland acompaña al Joven Fred, único capitán de navío disponible, hasta una vieja cascarria con forma de submarino con una única y vital misión: encontrar ayuda para combatir al enemigo. Es así como el capitán Fred se pone en marcha, llegando a una ciudad británica famosa por su puerto y sus dotes musicales: Liverpool. No tardará en cruzarse por el camino con uno de los hijos pródigos más famosos del lugar...
A partir de ahí, cada etapa que atraviesa la película es una pura delicia con la que maravillarnos la vista: situaciones inverosímiles, criaturas fantásticas, muchas dosis de humor inglés (imprescindible verla en V.O. para entender los chistes) y, cómo no, decenas de canciones de The Beatles que regalarán nuestros oídos. Todos los ingredientes mezclados en una maravillosa coctelera llamada psicodelia, otro de los maravillosos regalos que los 60 le ofrecieron al mundo.
Nacida un año después del llamado "Verano del Amor", "Yellow Submarine" hereda gran parte de aquellos valores hippies. Curiosamente, la película también llegó en los años más duros para The Beatles, una etapa en que la banda ya estaba empezando a descomponerse. Como he comentado más arriba, la película debía responder a la obligación que tenían con United Artists de proporcionarles el tercero de los films que tenían por contrato, tras "A Hard Day's Night" y "Help!". Por eso, hacer ésta película resultó para ellos más un estorbo que un alivio. Prueba de ello es el escaso interés (por no decir nulo) que el cuarteto mostró en la misma, en que no produjo ni una sola canción nueva para la banda sonora (sólo George Martin, el llamado "Quinto Beatle", creó brillantes melodías para la película) y ni siquiera le pusieron voces a sus propios personajes animados, reduciendo su participación a una aparición en persona al final de la misma para el canto final. Aún así, el resultado y éxito fue rotundo, siendo para los críticos expertos su mejor película. Deleitaros durante hora y media con esta sinfonía de colores y sonidos; es como disfrutar de un gran cuadro de Pop-Art en movimiento.
Y hoy, algo diferente. En lugar del tráiler, como de costumbre, os dejo con la canción que inspiró la película acompañada de imágenes de la misma. ¡Dejaos llevar y subid a bordo de éste disparatado submarino!:
Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!