viernes, 27 de abril de 2018

BAÑO DE SANGRE VOL. XXXVIII: “SHOCK VALUE”


Siempre me ha cabreado el hecho de que se critique el cine de género contemporáneo gratuitamente, sobretodo cuando se suelta aquello de “es que ya no hay originalidad, todo son refritos”, frase que, por otro lado, es un infalible detector de gente que ni se molesta en indagar más allá de los estrenos comerciales. De hecho, si algo puede achacarse al cine fantástico independiente y actual es que es uno de los pocos reductos de originalidad e indagación en nuevas formas y fondos del panorama cinematográfico.
Cuando leí sobre el título que hoy nos ocupa, el principal reclamo para mí, más allá de una curiosa premisa, fue el hecho de que contara en su reparto con el legendario Malcolm McDowell (para los profanos, el actor que encarnó a Alex DeLarge en La Naranja Mecánica), pero algo dentro de mí me decía que iba a tirar por el retrete una hora y media de mi vida por ver un cameo de 5 minutos del mítico actor británico. En lo segundo acerté, pero en lo primero no podía estar más equivocado.


Shock Value, ópera prima del realizador Douglas Rath, nos cuenta la historia de Miles (Zak Hudson), un director de películas de terror de serie B en horas bajas que, con tal de llevar a cabo su “obra maestra” definitiva, decide chantajear a un asesino en serie (interpretado por el también guionista Anthony Bravo) para que protagonice su próximo trabajo. “¿Pero cómo?”, diréis. Pero contar más restaría gracia al asunto.


Lo que sí podemos decir es que estamos ante una mezcla de géneros y subgéneros perfectamente entrelazados, con partes diferenciadas en el metraje que oscilan entre el terror, la comedia y el drama sin resultar forzado. Que estamos ante un guion repleto de grandes momentos, guiños y referencias al mundo del cine fantástico (los comentarios sobre el found footage, las referencias a títulos como Profondo Rosso, el hilarante momento del festival fake creado únicamente para que los fracasados como Miles puedan comprar galardones, los rodajes sin permisos por falta de presupuesto, etc…) y que, pese a algunas actuaciones algo desangeladas, estamos ante una hilarante producción de serie B la cual, si tenemos en cuenta su presupuesto de 150.000$, es tremendamente resultona. Un ejercicio de metacine fresco, original y entretenido, capaz de abarcar una amplia variedad de público. Una de esas pequeñas perlas que pasa sin pena ni gloria por no contar con cientos de miles para distribución y que podría sonrojar a más de un producto de primera línea.

  
Como resulta bastante difícil de localizar de forma legal y con subtítulos en castellano, os animamos a que le echéis un ojo en Filmin y, de paso, os deis una vuelta por el maravilloso catálogo con el que cuenta la mejor plataforma de streaming para cinéfilos empedernidos, si es que no lo habéis hecho ya.
¡Hasta el próximo baño!

HAIL SEITAN!
Óscar Lladó
@SlasherOz


miércoles, 25 de abril de 2018

SPANISH BIZARRO: EL GRAN MARCIANO

Fue hace 18 años, concretamente el 23 de abril del año 2000, cuando se emitía el primer programa de Gran Hermano en España. Recuerdo que era un pipiolo adolescente y el rollo este de la telerrealidad me la ponía dura. Además, nos lo vendieron como “experimento sociológico” y demás zarandajas. Pero Telecinco nos la volvía a meter doblada y se encargaba de endiñárnos la telebasura más infecta con el único objetivo de pudrir nuestras ya de por sí escasas neuronas. Los concursantes de aquella edición se hicieron famosillos pero con el tiempo acabaron en el puto paro y tuvieron que reinventarse. Y claro está, con este fenómeno televisivo no podía faltar la peli de marras. 

El grupo de 14 concursantes de Gran hermano se convierte en testigo del suceso paranormal más loco que ha vivido en su historia la ciudad de Plasencia. Por las noches, un ruido atronador y una luz que lo invade todo les impide sobar. Haber participado en un concurso no les servirá para hacer frente a lo que van a vivir en las siguientes 48 horas. 


Estamos ante un intento de falso documental que tiene mucho más de falso que de documental. Mediante “actores” ganchos y otros víctimas la trama se centra en una gran broma y nos tenemos que creer que las víctimas se tragan la aparición de una nave espacial recién aterrizada en nuestro planeta tierra. Lo mejor es la disección de los grandes hermanos: La estupidez de Koldo, la egolatría enfermiza de Jorge Berrocal o el despotismo rancio de María José. La película es algo así como un retrato de la monstruosidad que engendra la fama efímera. 

¿Y quién se atrevió a dirigir semejante truño? Pues el salmantino Antonio Hernández, el mismo que se encargó de la adaptación cinematográfica de El Capitán Trueno en el año 2011. Bastante deplorable, por cierto. Todo lo que toca este tío lo convierte en pura mierda 


Es curioso ver a día de hoy en la peli a gente como el inefable y guarrindongo Iñigo González ( el cual también salió en TORRENTE 2 ). El tío más tarde estudió periodismo y escribió un libro titulado “Merecenarios de la tele” en el que se dedicaba a echar pestes de Gran Hermano. Otros concursantes salieron mejor parados, como Iván Armesto que actualmente es la cabeza visible de una conocida agencia de figurantes. 

La película fue un fracaso en taquilla y compadezco a todo aquél que tuvo los santos huevos de ir al cine a ver esto."El gran marciano" apenas recaudó 432.000 euros, pese a costar casi dos millones y medio de euros ( Quizás la mayoría del presupuesto se lo fundieran en drogas porque visto el resultado dudo que lo invirtieran en aspectos técnicos ) 

Probablemente la peor película de la historia del cine español. Una broma de mal gusto que da muchísima vergüenza ajena y que no es de recibo que recomiendes ni a tu peor enemigo. Huye de “El gran marciano” como de la peste bubónica, queridos CineDominguers.

Aureli Del Pozo 



domingo, 22 de abril de 2018

Brigsby Bear

¡Muy buenas Dominguers!

Hoy vengo a traeros algo muy muy bueno, una peli de esas que seas más de un género o de otro te gusta de igual manera. Una de esas que enganchan desde el principio y que pese al duro trasfondo de la historia, te hace acabar con una sonrisa de oreja oreja.


La peli en cuestión es Brigsby Bear, una peli de 2017 sobre un chaval secuestrado al nacer que ha vivido recluido en un bunker sin salir para nada al exterior, creyendo que fuera había algún tipo de contaminación y cuyo único entretenimiento era una serie infantil protagonizada por un oso.


La cosa se destapa y el FBI lo arranca de los brazos de sus secuestradores, quienes él creía que eran sus padres, para llevarlo de vuelta a casa con su verdadera familia al mundo real. Un lugar mucho más grande que su antiguo hogar, con mucha más libertad pero sin Brigsby Bear, su serie favorita y un producto que sólo él veía. Así que mientras se adapta y no a la sociedad, descubre el cine y lo usa como vía de escape comenzando un nuevo y ambicioso proyecto; El de rodar una película sobre el oso y así darlo a conocer al resto de mortales.

La aventura no será fácil ya que, el ingenuo treintañero con pintas de Joaquín Reyes trasnochado e infantiloide, deberá reunir un equipo, un casting, conocimientos sobre rodaje y el vestuario original de la serie. Toda una aventura dónde se nos plantean interesantes reflexiones sobre la vida, el cine, la creatividad, la cordura y la locura.


Amor, ilusión y buen rollo son alguna de las sensaciones que sentiremos con éste magnetico culto instantáneo del cine indie norteamericano, que nos muestra la cara más amable y motivadora del cine dándole un toque friki y bonachón al sueño americano.

De visionado oligatorio con o sin servesitas frescas.



miércoles, 18 de abril de 2018

The British Corner: Mi hermosa lavandería

Hello, Dominguers! Es hora de ponerse el bombín y preparar el té, porque llega una nueva entrega de The British Corner.

Hoy os traigo un título que nos adentrará en el Reino Unido de los años 80, una época que sin duda fue muy dura debido a la recesión que azotaba al país a lo largo y ancho de sus fronteras gracias a las políticas económicas de Margaret Thatcher, lo que conllevó a graves enfrentamientos sociales y a una escalada de racismo hacia la comunidad asiática (sobretodo pakistaní) establecida en Gran Bretaña. Descubramos un poco más de tan convulsa década con MI HERMOSA LAVANDERÍA.


Mi hermosa lavandería es una producción británica del año 1985, catalogada como comedia dramática y dirigida por Stephen Frears. El guión de la misma corre a cargo del célebre escritor HANIF KUREISHI, conocido y a la vez premiado por sus obras que tratan temas como la inmigración, el racismo o la sexualidad. Es hijo de madre inglesa y padre pakistaní, lo que sin duda le convierte en voz autorizada sobre el tema que trata la película.

Mediados de los años 80. Battersea, suroeste de Londres. Omar Ali (Gordon Warnecke) es un joven universitario que malvive con su padre Hussein (Roshan Seth) en la típica casa propia de un suburbio londinense, con las vías del tren a tocar del balcón. Hussein fue otrora un conocido periodista de izquierdas en Bombay, pero que tras trasladarse a Londres quedó desencantado con la sociedad británica y la política internacional de su gobierno. Esto, unido al suicidio de su mujer, hacen que se dé al alcoholismo y se muestre inadaptado en su nuevo hogar. Es tarea de Omar cuidar de su padre.

Nasser Ali (Saeed Jaffrey) es hermano de Hussein, pero totalmente diferente: ha sabido adaptarse a la vida en la capital, posee varios negocios y es miembro activo de la Comunidad Pakistaní de Londres. Empresario de cierto éxito y que le gusta darse buena vida, sobre él recae (a petición de su hermano Hussein) la tarea de dar un empleo a su sobrino hasta que el muchacho regrese a sus estudios. Así es como Omar entra como lavacoches en uno de los garajes que regenta.


Pero Omar aún no ha sabido imponer respeto y tanto su tío como el resto de su familia y otros miembros de la comunidad le tratan puerilmente, como por ejemplo Salim (Derrick Branche), traficante de drogas que le utiliza para ir en busca de la mercancía, o Tania (Rita Wolf), una de las hijas de Nasser que ve en él el filón para casarse y así poder salir de su casa, un hogar roto por las infidelidades de su padre con Rachel (Shirley Anne Field).

Tras una noche de juerga en casa de Nasser, Omar y otros miembros de la comunidad son asaltados mientras van en coche por un grupo ultraderechista que les lanza consignas xenófobas. Entre ellos, Omar reconoce a su viejo amigo de la escuela: Johnny Burfoot (Daniel Day-Lewis). Preocupado por la desarraigada y delincuente vida que lleva Johnny, Omar intenta reestablecer su antigua amistad ofreciéndole un puesto de trabajo fijo en una de las lavanderías de su tío. Ambos muchachos tienen tres retos: reflotar la desastrosa lavandería y convertirla en un negocio de éxito, enderezar el rumbo de Johnny y... dar rienda suelta a sus pasiones más ocultas. Ninguna de ellas será tarea fácil, pues ni tienen dinero para invertir en el negocio, ni los otros amigos de Johnny consentirán que éste se vea trabajando para un vulgar pakistaní... ni Salim ve bien la relación de Omar y Johnny, movido por la venganza. ¿Cómo se las ingeniarán los dos para alcanzar sus metas?


Toda la trama de "Mi hermosa lavandería" es ficticia, pero es un retrato real y verídico de una época en que resultaba muy duro vivir en Inglaterra siendo de clase obrera, siendo de origen inmigrante o siendo homosexual. Estas tres condiciones se unen en la película, resultando un cóctel explosivo que nos sumirá en una vorágine de sucesos a lo largo de poco más de hora y media, mostrándonos las aventuras (y desventuras) de Omar y su rebelde amante. Precisamente Day-Lewis consiguió sus primeras críticas positivas protagonizando éste film, si bien en opinión personal mía es uno de sus papeles más "flojos". Por lo demás, no se hace pesada de ver y siempre resulta agradable degustar un película así, que nos trae todo el sabor añejo del cine de los años 80.

Como siempre, aquí va el tráiler:


Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!

domingo, 15 de abril de 2018

Shaolin Soccer

¡Muy buenas Dominguers!,

Quedan tres mesecitos para que de inicio la decimoquinta edición del Festival de Cine Oriental de Vic, una edición que, con el deporte como temática, rememorará la primera película que proyectaron al inicio de éste proyecto y de la que os voy a hablar hoy. Una cinta divertida y absurda, que mezcla dos cosas tan populares y aparentemente incompatibles como el fútbol y el kung-fu.


Mi recomendación para hoy es Shaolin Soccer, una pedazo de comedia Hongkonesa de comienzos de los 2000, que nos plantea la historia de una ex estrella del fútbol lisiado y vagabundo que busca trabajo como entrenador. Una búsqueda que lo llevará a conocer a un friki de las artes marciales cuya meta en la vida es la de que todo el mundo practique kung-fu.


La cosa no acaba de arrancar hasta que, tras una serie de gags y situaciones inconexas, ambos se reencuentran y deciden que lo mejor para ambos es fusionar el fútbol con las artes marciales. 

Así que juntan a todos los hermanos Shaolin del friki y montan un equipo para competir en la liga nacional, pero no todo el monte es orégano y lo que al principio les parece pan comido, se acaba convirtiendo en una batalla campal ya que el enemigo de su entrenador, es un mafias ricachón que nos les va a dejar ganar ni salir vivos de la competición.


Artes marciales imposibles, chistes malos del copón, cutre efectos especiales a tope y mucho humor, son algunas de las cosas a las que nos vamos a enfrentar en éste super clásico del cine asiático que es algo así como una mezcla de Oliver y Benji y Kung Fu Sion algo pasada de vueltas.

Ideal para ver con unos amigos y mucha, pero que mucha, servesa fría. Y si puede ser en el festival de Vic, mejor ;)


miércoles, 11 de abril de 2018

SPANISH BIZARRO: PLAUTO, RECUERDO DISTORSIONADO DE UN TONTO EVENTUAL

Entre 1997 y 2005 hubo un programa en Telecinco que lo petó. Se llamaba “Crónicas Marcianas” y mantuvo a muchos españoles pegados al televisor trasnochando. Empezó con humor blando y cultura pero no tardó en derivar hacia el sensacionalismo, los insultos, los desnudos, el mundo del corazón…etc. Uno de los tertulianos más carismáticos fue el politoxicómano Coto Matamoros, un calvo con cara de mala hostia que no dejaba títere con cabeza. El tío cobraba 18.000 euros por programa y pensó que meter el hocico en el cine sería una buena idea. Y así fue como nació Plauto, recuerdo distorsionado de un tonto eventual cuyo guión corrió a su cargo. De dirigir se encargó David Gordon.


Plauto, el payaso, nos cuenta la historia de decadencia del Circo de las Alegrías. Doña Alegría, dueña del Circo quiere que su hijo mantenga la línea clásica del espectáculo. Durante los últimos años el Circo ha ido de mal en peor hasta llegar al cierre definitivo. Pero Furgones (El Dioni) sorprende a sus compañeros con una propuesta: Aprovechando sus amistades en el mundo de la mafia, considera que lo mejor es pedir un préstamo a una rica mujer de negocios de Marbella. Ese dinero, convenientemente invertido en la compra de una partida de Cocaína permitirá al circo salir definitivamente de la crisis, y a ellos, conservar sus empleos. Sin embargo, las cosas se tuercen y lo que empezó siendo un plan perfecto acaba como el rosario de la aurora. 


La película es un quiero y no puedo de manual. Un intento de drama que no llega a ningún lado. La farlopa es una constante en el film, algo previsible tratándose de Coto Matamoros. Sorprende la variopinta mezcla de actores: Están los de Clase A como el gran Jaime Ordóñez ( “El Bar”, “Las Brujas de Zugarramurdi” ), Octavi Pujades ( “Cuerpo de élite” ), Javier Cifrián ( “Vive Cantando” ) o José Carabias ( “¡Ja me maaten…!”, “Ekipo Ja” ) y los personajes del mundo de la farándula como El Dioni, Leonardo Dantés o Nuria Bermúdez que hacen interpretaciones muy lamentables. Y en el caso del Dioni, con el agravante de su excesivo e innecesario protagonismo. 

Es memorable la escena “fellatio” de la Bermúdez con Octavi Pujades, digno de videobook. Quizás lo mejor que tenga el film es la apoteosis de mujeres desnudas y el clímax final lleno de violencia sin sentido. Pero sigue siendo insuficiente de cara al resultado global.


La película tuvo casi 12.500 espectadores y recaudó unos 52.000 euros. No se sabe a ciencia cierta lo que costó su grabación, pero se rumorea que tuvo un presupuesto de tres millones de euros. Si eso fuera cierto, estaríamos ante el The Room español.


Film tremendamente irregular con un porrón de amiguetes de Coto Matamoros chupando cámara. Rareza del copón que carece de gracia y emoción. Se recomienda un consumo responsable





Aureli Del Pozo
@Aureli_Vader

viernes, 6 de abril de 2018

Anime No Shiro: La tumba de las luciérnagas (Hotaru no haka)

¡Konnichiwa Domingers!

Como muchos sabréis, ayer falleció Isao Takahata, cofundador junto a Hayao Miyazaki de estudios Ghibli. Como no, hoy vamos a dar nuestro pequeño homenaje a una de las mejores películas que ha dirigido.

La tumba de las luciérnagas (Hotaru no haka) es un largometraje de animación japonesa sobre dos niños huérfanos durante el bombardeo estadounidense de las ciudades japonesas en la Segunda Guerra Mundial.
La película se proyectó en el Festival de Film de Sydney (una de las raras ocasiones en que se ha mostrado en un cine australiano desde su estreno japonés hace más de 25 años).

Dirigida por Isao Takahata y producida por el Estudio Ghibli, la película de 89 minutos se centra en las penurias y horrores producidos por la campaña de bombardeo de Estados Unidos, uno de los crímenes de guerra menos conocidos de la Segunda Guerra Mundial.


Toca guerra, penuria y los horrores que dejó a su paso esta barbarie.


La historia se centra en dos jóvenes protagonistas, Seita de 14 años y su pequeña hermana Setsuko de 5. El film nos introduce en el verano de 1945, la aviación estadounidense somete las ciudades japonesas a continuos ataques aéreos. En uno de ellos, una incursión con bombas incendiarias que convierte la ciudad de Kobe en un infierno humeante.

El joven Seita y su pequeña hermana Setsuko, son hijos de un oficial de la marina japonesa y durante la Segunda Guerra Mundial ambos viven con su madre, pero un día, tras un bombardeo, ellos se retrasan y no consiguen llegar al búnker donde ella los espera. 


Después del bombardeo los dos hermanos buscan a su madre, y Seita la encuentra muy malherida en la escuela que ha sido convertida en un hospital de urgencia. Poco después la madre muere y, los dos hermanos deciden alojarse en casa de sus tíos. Pero éstos no les reciben precisamente con los brazos abiertos, y su indiferencia inicial pronto deja paso a un desprecio cada vez más evidente.
 

De este modo los dos hermanos deciden irse a vivir por su cuenta a un refugio antiaéreo abandonado. Pero aunque allí pueden vivir con mayor desahogo y sin suponer un estorbo para nadie, las cosas no les van mejor. La comida escasea, no pueden esperar ningún tipo de ayuda, y lo que es peor, los estragos de la desnutrición cada vez son más visibles en la pequeña Setsuko.


Pero, ¿Que ocurrirá con la pequeña Setsuko?, ¿Podrán sobrevivir a los estragos de la guerra?, Y, ¿Que ocurrirá con el padre de los hermanos?



¡Arigato! ¡Hasta la próxima!

Trailer:


miércoles, 4 de abril de 2018

The British Corner: Sing Street

Hello, Dominguers! Es hora de ponerse el bombín y preparar el té, porque llega una nueva entrega de The British Corner.

Hoy no quiero traeros la típica película de temática histórica sobre algún acontecimiento importante que sucediera en el Reino Unido, ni tampoco ningún biopic sobre alguna celebridad británica de renombre. Hoy me apetece proponeros un título diferente al que estamos acostumbrados a ver por ésta sección, una película que pueda ver toda la familia y pase un rato agradable con un guión interesante y una banda sonora potente. Preparaos, porque hoy os traigo algo parecido a la versión irlandesa de la afamada High School Musical (aunque ésta es mejor que la de Disney, desde luego): vamos con SING STREET.


Sing Street es una triple producción irlandesa-británica-estadounidense del año 2016, catalogada como comedia-drama musical y dirigida por John Carney. La trama nos introduce en la vida de un joven irlandés que, para impresionar a una chica, decide montar un grupo musical que le ayude a conquistarla y, quizás, le suponga una vía de escape a sus problemas.

Decía en el encabezamiento que por una vez no quería recomendar un film de temática histórica, y así es, pero sí que cabría reseñar que la historia se desarrolla en el Dublín de los años 80, unos años muy difíciles para la juventud irlandesa que se veía "obligada" a dejar atrás la Isla Esmeralda poniendo rumbo a Londres en busca de un futuro mejor y huyendo del estancamiento de sus vidas. Éste apunte es vital a la hora de poder entender gran parte de la trama de la película.

Dublín, 1985. En un barrio del sur de la ciudad, el joven Conor Lawlor (Ferdia Walsh-Peelo) vive con sus padres Robert (Aidan Gillen) y Penny (Maria Doyle Kennedy), así como con sus hermanos Brendan (Jack Reynor) y Ann (Kelly Thornton). El matrimonio Lawlor, pareja de arquitectos, no escapa a la crisis económica que azota al país y se ven forzados a hacer "recortes", empezando por cambiar a Conor de la escuela privada en que estudia a otra de enseñanza pública regentada por curas católicos: Synge Street. Para el joven ésto supondrá un gran varapalo, pues deberá dejar atrás la comodidad de su anterior escuela elitista por la dureza del nuevo centro de estudios.


Pero Conor no sólo deberá hacer frente a sus problemas en el colegio, si no también a la batalla que se libra dentro de las paredes de su casa. Penny, la madre, le es infiel a su marido desde hace tiempo. Las broncas entre ambos son constantes, por lo que Conor utiliza su guitarra como vía de escape a la realidad, algo que también le ayudará a sortear sus dificultades en la escuela. Más sobretodo cuando un día aparece ante la puerta una misteriosa chica llamada Raphina (Lucy Boynton), una aspirante de modelo a la que le ofrece participar en uno de los videoclips de su grupo musical... que aún NO tiene. A partir de aquí, deberá ingeniárselas para montar una banda y no quedar mal ante la chica que le hace perder la cabeza.


"Sing Street" quizás no sea un título de aquellos que se recordarán dentro de 50 años, pero es una opción muy recomendable para pasar un rato agradable con una trama de adolescentes que es muy divertida. Es fresca, desenfadada, tiene ritmo... y una banda sonora de toma pan y moja: durante un poco más de hora y media, nuestros oídos serán regalados con canciones de The Clash, A-Ha, The Cure, Duran Duran, Spandau Ballet, Motörhead, The Police y muchos otros grupos musicales míticos de los años 80. Después de los grupos que acabo de nombrar, y aún sin haberla visto, ¿me vais a decir que ésta película no es ya de por sí mejor que "High School Musical"? Dadle una oportunidad, y vosotros daos un baño de nostalgia de música ochentera.

Aquí podéis echarle un ojo al tráiler:


Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!

domingo, 1 de abril de 2018

Feliz día de tu muerte

¡Muy buenas Dominguers!,

Tras una intensa semana santa exhaustos de tanto gozar de clásicos de éstas fechas, como bien son Espartaco, Ben-Hur o Los Diez Mandamientos, toca darse un descanso de tanta densidad cinematográfica en el domingo de resurrección. Y qué mejor manera de hacerlo con una peli de terror.


Mi recomendación para hoy es Feliz día de tu muerte, una peli dónde su protagonista es una seductora y popular universitaria que está atrapada literalmente en un bucle mortal, ya que no para de revivir el día de su muerte una y otra vez. Un día que comienza (la mañana de su cumpleaños) en la habitación de un friki de la universidad y que irremediablemente acaba con el brutal asesinato de la muchacha a manos de un  misterioso asesino enmascarado.


Rápidamente descubriremos que quién la está matando puede ser cualquiera de su entorno, ya que ella no es mis simpatía ni tampoco experta en tratar a los demás con un mínimo de dignidad. Es más bien de las de yo, yo, yo y después yo.

De entrada la cosa no promete mucho, pero tras varias muertes consecutivas, la chica empieza a entender lo que pasa y decide actuar, adelantarse a su asesino y romper el círculo para seguir con su vida . Ahí es dónde la cinta crece progresivamente en una mezcla de thriller, slasher, romance y humor muy resultona y con un tono muy familiar. 


Jumpscares a cascoporro desde el minuto uno, clichés sobreexplotados sobre la vida universitaria y una buena dosis de situaciones absurdas, son algunas de las cosas que encontraremos en ésta simpática comedia de terror de 2017 que nos hará valorar la vida a través de la muerte. Una especie de homenaje a Atrapado en el tiempo muy palomitera, sencilla pero efectiva y más o menos sorprendente.

Ideal para ver con palomitas, birra y ganas de entretenerse sin más.