miércoles, 11 de abril de 2018

SPANISH BIZARRO: PLAUTO, RECUERDO DISTORSIONADO DE UN TONTO EVENTUAL

Entre 1997 y 2005 hubo un programa en Telecinco que lo petó. Se llamaba “Crónicas Marcianas” y mantuvo a muchos españoles pegados al televisor trasnochando. Empezó con humor blando y cultura pero no tardó en derivar hacia el sensacionalismo, los insultos, los desnudos, el mundo del corazón…etc. Uno de los tertulianos más carismáticos fue el politoxicómano Coto Matamoros, un calvo con cara de mala hostia que no dejaba títere con cabeza. El tío cobraba 18.000 euros por programa y pensó que meter el hocico en el cine sería una buena idea. Y así fue como nació Plauto, recuerdo distorsionado de un tonto eventual cuyo guión corrió a su cargo. De dirigir se encargó David Gordon.


Plauto, el payaso, nos cuenta la historia de decadencia del Circo de las Alegrías. Doña Alegría, dueña del Circo quiere que su hijo mantenga la línea clásica del espectáculo. Durante los últimos años el Circo ha ido de mal en peor hasta llegar al cierre definitivo. Pero Furgones (El Dioni) sorprende a sus compañeros con una propuesta: Aprovechando sus amistades en el mundo de la mafia, considera que lo mejor es pedir un préstamo a una rica mujer de negocios de Marbella. Ese dinero, convenientemente invertido en la compra de una partida de Cocaína permitirá al circo salir definitivamente de la crisis, y a ellos, conservar sus empleos. Sin embargo, las cosas se tuercen y lo que empezó siendo un plan perfecto acaba como el rosario de la aurora. 


La película es un quiero y no puedo de manual. Un intento de drama que no llega a ningún lado. La farlopa es una constante en el film, algo previsible tratándose de Coto Matamoros. Sorprende la variopinta mezcla de actores: Están los de Clase A como el gran Jaime Ordóñez ( “El Bar”, “Las Brujas de Zugarramurdi” ), Octavi Pujades ( “Cuerpo de élite” ), Javier Cifrián ( “Vive Cantando” ) o José Carabias ( “¡Ja me maaten…!”, “Ekipo Ja” ) y los personajes del mundo de la farándula como El Dioni, Leonardo Dantés o Nuria Bermúdez que hacen interpretaciones muy lamentables. Y en el caso del Dioni, con el agravante de su excesivo e innecesario protagonismo. 

Es memorable la escena “fellatio” de la Bermúdez con Octavi Pujades, digno de videobook. Quizás lo mejor que tenga el film es la apoteosis de mujeres desnudas y el clímax final lleno de violencia sin sentido. Pero sigue siendo insuficiente de cara al resultado global.


La película tuvo casi 12.500 espectadores y recaudó unos 52.000 euros. No se sabe a ciencia cierta lo que costó su grabación, pero se rumorea que tuvo un presupuesto de tres millones de euros. Si eso fuera cierto, estaríamos ante el The Room español.


Film tremendamente irregular con un porrón de amiguetes de Coto Matamoros chupando cámara. Rareza del copón que carece de gracia y emoción. Se recomienda un consumo responsable





Aureli Del Pozo
@Aureli_Vader

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