Como muchos sabréis, ayer falleció Isao Takahata, cofundador junto a Hayao Miyazaki de estudios Ghibli. Como no, hoy vamos a dar nuestro pequeño homenaje a una de las mejores películas que ha dirigido.
La tumba de las luciérnagas (Hotaru no haka) es un largometraje de animación japonesa sobre dos niños huérfanos durante el bombardeo estadounidense de las ciudades japonesas en la Segunda Guerra Mundial.
La película se proyectó en el Festival de Film de Sydney (una de las raras ocasiones en que se ha mostrado en un cine australiano desde su estreno japonés hace más de 25 años).
Dirigida por Isao Takahata y producida por el Estudio Ghibli, la película de 89 minutos se centra en las penurias y horrores producidos por la campaña de bombardeo de Estados Unidos, uno de los crímenes de guerra menos conocidos de la Segunda Guerra Mundial.
Toca guerra, penuria y los horrores que dejó a su paso esta barbarie.
El joven Seita y su pequeña hermana Setsuko, son hijos de un oficial de la marina japonesa y durante la Segunda Guerra Mundial ambos viven con su madre, pero un día, tras un bombardeo, ellos se retrasan y no consiguen llegar al búnker donde ella los espera.
Después del bombardeo los dos hermanos buscan a su madre, y Seita la encuentra muy malherida en la escuela que ha sido convertida en un hospital de urgencia. Poco después la madre muere y, los dos hermanos deciden alojarse en casa de sus tíos. Pero éstos no les reciben precisamente con los brazos abiertos, y su indiferencia inicial pronto deja paso a un desprecio cada vez más evidente.
De este modo los dos hermanos deciden irse a vivir por su cuenta a un refugio antiaéreo abandonado. Pero aunque allí pueden vivir con mayor desahogo y sin suponer un estorbo para nadie, las cosas no les van mejor. La comida escasea, no pueden esperar ningún tipo de ayuda, y lo que es peor, los estragos de la desnutrición cada vez son más visibles en la pequeña Setsuko.
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