viernes, 11 de mayo de 2018

SPANISH BIZARRO: EL ASESINO DE MUÑECAS

El tema de las filias con muñecas a parte de perturbador es altamente morboso. No en vano, un servidor rodó un corto en el 2014 titulado “Muñecas” haciendo un breve aporte del tema. Lo cierto es que en “El asesino de muñecas” el director Miguel Madrid, aquí bajo el pseudónimo de Michael Skaife para internacionalizar la peli, se nutre de lo psicotrónico que da gusto. Este director solo cuenta en su haber con 3 películas: “Necrophagus”, “Bacanal en directo” y el film del que hablamos.


Paul, el hijo del jardinero de una enorme mansión, ha vuelto con sus padres después de fracasar estrepitosamente en sus estudios de medicina. Es un joven emocionalmente inestable que colecciona muñecas. Y es que tras la muerte de su hermana, fue educado como una niña. Poco después de su llegada, se producen asesinatos de gran truculencia.


La película fue rodada el año 1974 en localizaciones tales como Barcelona ( la mítica Ciutadella ), Sitges y Castelldefels. Su argumento es caótico, demencial y absurdo. La coherencia brilla por su ausencia durante los interminables 97 minutos que dura el film. Buen ejemplo de ello es que el drama de Paul y su conversión psicopática es la excusa para mostrar sexo gratuito. Aquí el trastorno mental del protagonista nos suda la polla siempre que haya alguna escena de parejitas fornicando. Aunque, eso sí, hay un trasfondo homosexual evidente en todo el film pero también necrofilia y fetichismo a piñón. Toda la carne en el asador, señores.


El protagonista afeminado, David Rocha, sobreactúa más que Jack Nicholson pasado de ácidos. Se hace enormemente odioso, ridículo y cansino. La sensual MILF Helga Liné está muy fuera de lugar casi siempre y solo Inma de Santis está bastante correcta ofreciendo grandes dosis de ingenuidad y dulzura en un papel que le va como anillo al dedo. Todo condimentado por un ambiente malsano y pasado de rosca que te cagas. Los planos de las muñecas dan bastante yuyu. Y a ello contribuye gratamente una fotografía oscura y aterradora.

La banda sonora de Alfonso G. Santiesteban cuadra perfectamente con la retahíla de pesadillas y alucinaciones que nos ofrece el film, con número videoclipero raro de cojones incluido. Todo muy setentero e ido de la olla.



Un “spanish giallo” ultrabizarro y de culto. Serie Z chusca que tiene su encanto y eliminará tus neuronas sin compasión. La locura está servida.


Aureli Del Pozo
@Aureli_Vader




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