Hay dos cadáveres de policías aún calientes en el asfalto, justo al lado de un night-club, cuando acuden dos curtidos inspectores: Uno es Vivancos (El Gran Wyoming), un tipo cuyos métodos chocan con la ley; el otro es Pozo (Simón Andreu), alto cargo de la poli que pretende silenciar el asunto. Con la ayuda de un novato compañero (Santi Millán), Vivancos destapará un enrevesado caso de corrupción policial.
El Gran Wyoming es el protagonista absoluto de esta disparatada película. Hablamos de un Harry el Sucio a la española, un follarín ( mítica e hilarante es la escena sexual que tiene con Anna Galiena ), un tipo duro inquebrantable e insobornable que molaría que fuera a detener a la chusma que pulula por la calle Génova. Su compañero es un Santi Millán insulso y lamentable, un intento fallido de Javier Cámara en Torrente. A destacar el papel de Juan Luis Galiardo como jefazo homosexual rodeado de hombres uniformados, y también el de la criada enana Pilar Rebollar, un torbellino de mala hostia con el que es fácil tropezarse. Y el villano, qué decir del villano. Javier Gurruchaga le dota de carisma al personaje de Tomasso, un psicópata obsesionado con dejar a media población calva. Personaje hecho a medida, oiga.
La película peca de ofrecer un humor blanco que no ofende a casi nadie. Le faltan cojones, es demasiado correcta políticamente y creo que ese es uno de los motivos de su fracaso. Además, la trama no es nada del otro mundo. Solo se sustenta en la acumulación de gags visuales, que dice mucho a favor del departamento de efectos especiales pero que acaba cargando al espectador. Muchas veces gana más importancia lo que hacen los figurantes que lo que hacen los protagonistas. Obviamente, predominan el humor de brocha gorda y los chistes facilones. A eso únele que la banda sonora no tiene nada destacable, la olvidas en un plis plas.
VIVANCOS 3 recaudó en taquilla la nada desdeñable cifra de 1.449.932 euros pero teniendo en cuenta que su presupuesto superaba los 3,5 millones de euros estamos ante un batacazo considerable. Jamás harán las dos primeras.
Una parodia policíaca fallida y cutringas que solo gustará a los fans acérrimos de El Gran Wyoming. Así que, parafraseando a Vivancos “Si eres de los que sales de la ducha para mear ya puedes pedir el traslado”.
Aureli Del Pozo
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