The British Corner: Radio encubierta

Hi, Britishness lovers! Bienvenid@s a una nueva entrega de The British Corner.

Es indudable que los años 60 fueron la década dorada de la música rock n' roll en el Reino Unido. Encabezados por The Beatles, pioneros que rompieron el muro que parecía condenar ad aeternum a que los artistas británicos no triunfaran mundialmente, se produjo un boom con el nacimiento de decenas de grupos que pusieron banda sonora a la época y despertaron de su letargo a la juventud del país. Pero la siempre moralista sociedad británica no terminaba de ver con buenos ojos ése nuevo movimiento, al que consideraban escandaloso y bastante falto de buenos valores, siendo el gran exponente una BBC que dedicaba únicamente 45 minutos diarios a retransmitir música rock por radio.

Obviamente los seguidores no quedaban plenamente satisfechos, así que en ésa época también vieron la luz decenas de radios piratas que retransmitían rock durante las 24 horas del día, emitiendo desde barcos anclados frente a las costas de las Islas, convirtiéndose en un auténtico fenómeno de masas y en un gran dolor de muelas para el gobierno nacional. ¿Que a qué viene todo esto? Pues sencillo, y es que la película que vamos a reseñar hoy trata precisamente sobre éste tema: es hora de RADIO ENCUBIERTA (en inglés, THE BOAT THAT ROCKED).

Radio encubierta es una producción británica del año 2009, catalogada como comedia y dirigida por Richard Curtis. Como ya he comentado, su historia está inspirada en aquellas antiguas emisoras de rock piratas, pero la trama es totalmente ficticia.

Nos situamos en el año 1966, en pleno apogeo del rock. Desde un viejo barco anclado en aguas internacionales del Mar del Norte próximas a las costas del Reino Unido, Radio Rock es una emisora que retransmite música de forma ilegal bajo la supervisión de Quentin (Bill Nighy) y con una tripulación de lo más pintoresca: un DJ americano conocido como El Conde (Philip Seymour Hoffman), Doctor Dave (Nick Frost), Simon Swafford (Chris O'Dowd), Gavin Kavanagh (Rhys Ifans), Bob Silver (Ralph Brown)... Una auténtica banda de locos que hacen del barco el paraíso del pecado.

Carl (Tom Sturridge) es un joven muchacho de 17 años que acaba de ser expulsado de su instituto y su madre, Charlotte (Emma Thompson), decide enviar al muchacho con su padrino para ver si así consigue centrarse. El padrino del joven no resulta ser otro que Quentin, el patrón del Radio Rock, así que el imberbe Carl se embarca en la fiesta eterna que es ése barco: música, alcohol, mujeres, sexo. Ya de primeras, no parece el sitio más indicado para que el chico siente la cabeza, aunque más adelante quizás pueda descubrir que su madre no le envió en realidad al barco para que madurara...

Mientras en el barco viven un desfase sin frenos, en Londres el Gabinete de Ministros no está para tonterías. Sir Alistair Dormandy (Kenneth Branagh) recibe encargo personal del Prime Minister para terminar con el problema de las radios piratas, una tarea que Dormandy recibe de muy buen agrado pues considera a ésas emisoras nidos de una bajeza moral lamentable. De ésta manera el ministro manda a su subordinado, Hoolay (Jack Davenport), a que encuentre todos los vacíos legales posibles que haya sobre el tema para crear nuevas leyes que prohíban las emisiones ilegales. Para él, ésas radios son ya una cuestión personal.

¿Quién ganará la partida: "Radio Rock" o el ministro Dormandy? "Radio encubierta" es una disparatada comedia que nos hará pasar un muy buen rato durante las dos horas que dura. La trama homenajea muy correctamente a aquellas históricas emisoras, pudiéndonos hacer una idea de cómo era su labor. El ritmo de desarrollo es constante y los gags son muy buenos, incluso a lo largo del film podremos encontrar un huequecito para un poco de drama y suspense. La banda sonora es brutal: puro rock de los 60, lo que hará las delicias de nuestros oídos. Buena trama, buenas risas y buena música. Diversión asegurada, así que... ¿qué más podemos pedirle a la película?

Aquí podéis echarle un ojo al tráiler:

Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!