El pasado día 11 de noviembre se celebró como cada año el REMEMBRANCE DAY, fecha en la que en el Reino Unido se recuerda el armisticio que supuso el fin de la Primera Guerra Mundial (o Gran Guerra hasta 1939), rindiendo honores a los soldados caídos por el Imperio luciendo en el pecho las famosas poppies (amapolas). Hoy vamos a ver una película ambientada en ése primer gran conflicto a escala mundial, y lo vamos a hacer tomando un curioso protagonista: un caballo (no hay que olvidar que la equitación es un deporte tradicional muy arraigado en el Reino Unido, mucho más antiguo que el fútbol, con acontecimientos de gran magnitud como el Grand National o el Royal Ascot). Toca WAR HORSE (en español, CABALLO DE BATALLA).
War Horse es una producción británica-norteamericana del año 2011, catalogada como drama y dirigida por Steven Spielberg. Nos cuenta la historia de un caballo y su jinete, enviados ambos al frente francés para luchar contra los alemanes.
Estamos en 1912. Albert Narracott (Jeremy Irvine), un joven chico que vive con sus padres en una granja del condado de Devon, al suroeste del país, ve el nacimiento de un potrillo. Desde ése momento queda embelesado y cautivado por el animal, al que ve crecer día a día e intenta entablar un acercamiento.
Dos años después, en 1914 Ted (Peter Mullan), el padre de Albert, acude al pueblo para participar en una subasta de caballos, donde precisamente se va a subastar entre otros al potro. Desoyendo los consejos de sus amigos, y sólo por hacer frente a su casero Mr. Lyons (David Thewlis), compra por un precio desorbitado el joven caballo. La mujer de Ted y madre de Albert, Rose (Emily Watson), se lleva un gran disgusto pues por las condiciones de su granja les convenía más un caballo de tiro que un purasangre. Además, el elevado precio que ha pagado por el caballo conlleva que no puedan pagarle el alquiler de la granja a Mr. Lyons, que amenaza con echarles si en unos meses no ha recibido el dinero.
Estamos en 1912. Albert Narracott (Jeremy Irvine), un joven chico que vive con sus padres en una granja del condado de Devon, al suroeste del país, ve el nacimiento de un potrillo. Desde ése momento queda embelesado y cautivado por el animal, al que ve crecer día a día e intenta entablar un acercamiento.
Dos años después, en 1914 Ted (Peter Mullan), el padre de Albert, acude al pueblo para participar en una subasta de caballos, donde precisamente se va a subastar entre otros al potro. Desoyendo los consejos de sus amigos, y sólo por hacer frente a su casero Mr. Lyons (David Thewlis), compra por un precio desorbitado el joven caballo. La mujer de Ted y madre de Albert, Rose (Emily Watson), se lleva un gran disgusto pues por las condiciones de su granja les convenía más un caballo de tiro que un purasangre. Además, el elevado precio que ha pagado por el caballo conlleva que no puedan pagarle el alquiler de la granja a Mr. Lyons, que amenaza con echarles si en unos meses no ha recibido el dinero.
Albert, feliz de tener por fin al soñado caballo (al que llama Joey), lo adiestra y prepara para convertirlo en un caballo de tiro. No sin esfuerzo logran arar el campo y plantar nabos, con lo que los Narracott piensan pagar la deuda. Pero una tormenta destruye la plantación y lo echa todo a perder. Sin la única fuente de ingresos prevista, Ted no tiene más remedio que vender al caballo al ejército británico, aprovechando el estallido de la guerra. Albert, disgustado por la decisión de su padre, intenta enrolarse en el ejército pero aún no tiene edad para luchar, así que no le queda más remedio que despedirse de su fiel amigo.
Joey es enviado al frente donde toma parte del Cuerpo de Caballerías. A pesar de ser una guerra moderna, el ejército británico sigue confiando en desfasadas técnicas de ataque como las cargas de caballería, totalmente absurdas frente a las ametralladoras alemanas. Tras un desastroso ataque, cae preso del enemigo y empieza su periplo en el que irá pasando por varias manos, en una lucha por la supervivencia entre tanta muerte y destrucción.
Joey es enviado al frente donde toma parte del Cuerpo de Caballerías. A pesar de ser una guerra moderna, el ejército británico sigue confiando en desfasadas técnicas de ataque como las cargas de caballería, totalmente absurdas frente a las ametralladoras alemanas. Tras un desastroso ataque, cae preso del enemigo y empieza su periplo en el que irá pasando por varias manos, en una lucha por la supervivencia entre tanta muerte y destrucción.
La película va avanzando hasta dar un salto a 1918, casi al final de la guerra. Nos muestra a Albert y varios chicos de su mismo pueblo luchando en el frente francés del Somme, justo antes de un ataque a lo que se conocía como la Tierra de Nadie. A pesar del despiporre que supone el desorganizado ataque, los jóvenes soldados británicos logran tomar una trinchera alemana, pero son contraatacados con el terrible gas mostaza. A partir de éste momento, las vivencias de Albert y Joey en la guerra se van entremezclando en el film hasta llegar al final... que por supuesto no pienso desvelar.
"War Horse" es bastante larga, tiene una duración de casi dos horas y media, pero lo cierto es que la historia y el cómo se va desarrollando la trama hacen que se pierda la noción del tiempo. Spielberg nos vuelve a regalar una conmovedora historia, una historia que nos enseña lo fuertes que pueden llegar a ser los lazos de unión entre una persona y su animal más querido. También sirve para honrar la memoria de la llamada "Generación Perdida", que fueron los jóvenes que perdieron la vida en el conflicto, lastrando el futuro de sus respectivos países. Un grandísimo drama que sin ninguna duda merece la pena ver.
"War Horse" es bastante larga, tiene una duración de casi dos horas y media, pero lo cierto es que la historia y el cómo se va desarrollando la trama hacen que se pierda la noción del tiempo. Spielberg nos vuelve a regalar una conmovedora historia, una historia que nos enseña lo fuertes que pueden llegar a ser los lazos de unión entre una persona y su animal más querido. También sirve para honrar la memoria de la llamada "Generación Perdida", que fueron los jóvenes que perdieron la vida en el conflicto, lastrando el futuro de sus respectivos países. Un grandísimo drama que sin ninguna duda merece la pena ver.
Aquí podéis echarle un vistazo al tráiler:
Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!
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