¡Qué pasó dominguers!
Ya se va acercando el festival de
Molins y la emoción se va apoderando de nuestros seres. Reencuentros
con coleguitas, cerveceo entre charlas cinéfagas, bocatas en la
Barrina… todo para culminar en una maratón de 12 horas para salir
de ahí con el culo-carpeta y los ojos de Bob Marley. Pero mientras
tanto, seguimos devorando cine en casa para calmar el ansia.
Echaba ya de menos reseñar
títulos más gamberros y desconocidos, y si hablamos de gamberrismo
por estos lares, hablamos clarísimamente de Manolito Motosierra.
Desde Alicante y con amor, Motosierra es un amante de lo
enfermizo, tal y como ya demostró con su Jodidos Kabrones
o dirigiendo la tercera entrega de la saga del recientemente
desaparecido Ted Mikels: Corpse Grinders. Vamos,
que le va la hemoglobina más que a un cura un culo virgen.
Jodidos Kabrones fue
el preludio de lo que vendría después con Carnívoros:
Fetos arrancados del vientre de su madre (“¡PUTA ITALIANA!”),
paletos endogámicos que lo gozan con el sufrimiento ajeno tanto como
comiendo mierda de la taza del WC, desmembramientos varios y pedrazos
destroza-cráneos, entre otras muchas maravillas no aptas para mentes
y estómagos sensibles. Y es que, de hecho, Carnívoros
sigue explicando las tropelías de los Gutierrez (los paletos
endogámicos de los que os hablaba), pero sin continuidad respecto a
Jodidos Kabrones, puesto que en este caso cambiamos un
albergue en algún lugar del Camino de Santiago y un pequeño reducto
de los Gutierrez por un pueblo lleno de hijos de puta (la familia
aumenta) a punto de celebrar el día de su patrón. Y, en medio de
todo eso, llega al pueblo una horrible banda heavy llamada Las
Pollas del Metal (grata sorpresa ver a mi amigo Pablo
interpretando a Bull, el batería), que están de gira por la España
rural y pinchan rueda cerca de ese pueblo que poco tiene que envidiar
a Pleasent Valley (2000 Maníacos). Mientras los
locales arreglan la fragoneta, la banda y su manager pasan la
noche gracias a la generosidad y hospitalidad de los locales.
Al despertar, se toparán con un
pueblo de putos tarados mentales que, uno a uno, los despedazará de
las formas más horribles en un festival de casquería y situaciones
escatológicas (antológica esa preparación del chocolate por parte
del chef) de lo más divertidas. ¿Contároslas? No, mejor las
descubrís por vosotros mismos. La edición española en DVD está
totalmente descatalogada, pero podéis obtener a muy buen precio su
versión inglesa bajo el título The Spanish Chainsaw Massacre,
aunque en teoría tiene varios minutos menos de metraje, suponemos
que porque habrán censurado partes, pero no os preocupéis porque
aun así tenéis garantizada vuestra dosis de casquería y sangre a
cascoporro. Según tengo entendido, habrá una edición americana con
Jodidos Kabrones y Carnívoros que
esperamos que sea zona libre y en versión íntegra. Estaremos al
loro de ello.
Como curiosidad, os dejamos con
un recorte de un diario alicantino en el que se refleja la censura
sufrida en Alemania, donde está prohibida la emisión, venta y
distribución de Carnívoros. Parece que la Merkel no
conoce a Buttgereit, Ittenbach y otros tantos
compatriotas suyos, ni ese subgénero conocido como ultragore
alemán. De sinsentidos está el mundo lleno.
Recordad una de las lecciones
vitales que nos da esta maravilla de película: acudid siempre a un
profesional a haceros la manicura, aunque duela. La mejor forma,
sobre todo si sois darks, es arrancar las uñas y dejarlas
crecer. Os ahorrareis el esmalte negro.
HAIL SEITAN!
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