domingo, 13 de noviembre de 2016

Festival de cine de Terror de Molins de Rei Día 2

Buenas!

Soy Cristian, ésta es mi primera colaboración aquí, y os traigo toooodo lo que os he podido traer del día 12 de noviembre del festival de TerrorMolins, la noche de los cortometrajes.

La noche ha empezado bastante puntual. Como siempre, Roger nos ha dado la bienvenida una breve explicación del funcionamiento del concurso, del voto del público y a la faena. A lo que me meto de lleno, porque pretendo explicaros 17 cortos y no me quiero hacer pesado. Así que al lío.




Bunker Game por Lionel Compte, Francia.

El primero de los cortos me ha dejado bastante mal sabor de boca. Supongo que el hecho de llevar tantos días, incluso semanas esperando esto ha hecho que la buena puesta en escena de éstos franceses me haya sabido a poco.

Nos cuentan la historia de una chica que está encerrada en una especie de bunker (entendemos que es un bunker por el nombre del corto), obligada a jugar al 4 en raya con un señor mayor que la alimenta exclusivamente de natillas.


Lily por Sylvain Pelissier, Francia.

La trama es tan sencilla, que te deja disfrutar de su apartado técnico y artístico desde que comienza hasta que finaliza.

Un pobre anciano es maltratado por su cuidadora, a la que desde buen principio le deseas lo peor, por lo hija de la gran p*** que está hecha. Y comienzan a ocurrir cosas en casa, cosas extrañas.

Una historia clásica de fantasmas que te hará sentir empatía (lo ponen a huevo) para luego soltar un ¡“jaja, qué cabrón!”.


The Disappearance of Willie Bingham por Matthew Richards, Australia.

Me ha fascinado. ¡Me ha encantado, maravillado! Una de las piezas maestras de la noche. El corto cuenta con la premisa de que, en un posible futuro, el castigo de los reclusos es la amputación. Se olvidan de las cadenas perpetuas y pasan de las ejecuciones. Si has hecho daño, lo pagarás. Te amputarán miembros de tu cuerpo hasta que la familia de la víctima diga basta.

Es bárbaro. Es real. Es creíble. Es una clara crítica al sistema penitenciario, el cual no tengo ni idea de cómo estará en Australia. Pero lo que verdaderamente duele de ver este corto, es que a pesar de ver sufrir a un criminal, te sientes mal, te sientes mal por pertenecer a una raza capaz de hacer eso. Y el verdadero terror del video es que somos capaces de llegar a eso.

Knock Knock! De Maxence Rapp, Francia.

Otra historia rápida y fácil. Comenzamos con el tópico de que alguien toca a la puerta, vamos a abrir y no hay nadie.

Intenta ser tenso, siendo predecible, e intenta ser misterioso haciéndose aburrido. No es tiempo perdido, pero una trama bastante pobre/sinsentido.

MAX de Ryan Paturzo, Australia

¿Os gusta Freddy Krueger? Pues al australiano Ryan sí. Tanto, tantísimo, que si lo que ha hecho no es un claro homenaje, ha hecho una copia.

MAX nos cuenta la historia del amigo imaginario de un niño, que de una manera bastante siniestra, quiere integrarse en la familia. La fotografía es preciosa, el nivel técnico es muy elevado aunque los efectos FX chirrían un poco. Creo que podrían haberle dado más ritmo y haber contado la misma historia en menos de los 16 minutos que ha durado, pero tampoco ha sido muy pesado.

Still de Oliver Park, Reino Unido

La historia, la verdad es que da bastante grimilla. Una chica está en su casa, dibujando tan tranquila mientras espera a un amigo, novio, camello o lo que sea, cuando alguien toca a la puerta. Abre, no hay nadie, sólo una nota en la que pone “te has dejado la puerta trasera abierta”. Ella corre a cerrarla, y resulta estar cerrando, bajamos la música, le damos un respiro al espectador y BOOM aparece al lado de la tía un maniquí con un mono azul y un saco de patatas como mascara.

Lo echa fuera de casa, se da una ducha para relajarse y vuelve a encontrarse al maniquí dentro de casa. ¿Y si no es sólo un maniquí?




The Ghost de Sueng-Hyeun Lim, Korea del Sur

Una chica se dedica a robar los dientes de oro de los cadáveres que llegan a la morgue en la que trabaja. Se ve que en su pueblo está de moda, y todo el mundo lleva los piños de oro. El caso es que un día aparece un cadáver, que además de dientes de oro, trae diamantes en el culo. Podemos ver a la chiquilla aplastando mierda (muy asqueroso) para rebuscar los preciados cristales, y tienes más en la boca! Cuando la tipa se está haciendo polvo pensando en lo que va a ganar con los diamantes las cosas se tuercen.

Dolls de Keigh Allott, Reino Unido

Parece mentira que con 4 muñecas roñosas, una iluminación buena y un niño con cara de repelente, consigas tan fácilmente una atmósfera tan atrapante y aterradora.

Un niño le dice a su hermana que sus muñecas sólo se mueven cuando la música se acaba. Y ella, quiere comprobarlo.

Más que un corto de terror es un gag, un clip o cómo queráis llamarlo, pero es que a mí todo lo que sean juguetes me da mal rollo, así que mi opinión aquí no sirve de mucho.

Obscurum de Frederic Garçon, Bélgica

Una mujer con la cara totalmente vendada. Al parecer ha sufrido un accidente y los médicos son muy poco optimistas con los resultados. Le mencionan que, a partir de ahora, tendrá que ser vista, o vivir entre las tinieblas. El corto es en blanco y negro, y la iluminación es muy dura, el contraste muy alto, para que entiendas que hablamos de cosas extremas.

Monsters de Steve Desmond, Estados Unidos

La otra pieza maestra de la noche, me ha parecido impresionante. El director de arte de este corto merece ser recordado de por vida, diseño de producción de “Hollywood mírame y chorrea envidia”. Dos giros que te rompen el culo cada cual más fuerte en un corto que dura 12 minutos. Y te lo rompen bien roto, porque te lo crees.

Una niña pequeña vive en un bunker con sus padres y su hermano, pero los tres salen a la superficie a diario, preparados con armas, máscaras de gas, dejándola sola. El exterior está lleno de monstruos, monstruos terribles que han destruido la civilización, y ella no puede salir al exterior hasta no estar preparada.

Éste lo tenéis que ver. Es buenísimo.


Dawn of the Deaf de Rob Savage, Reino Unido

Este ya lo habíamos podido ver en Sitges, el día que hicieron la maratón zombie lo proyectaron. Es realmente bueno, tan solo viendo el nombre entenderás de qué va, así que no hay sorpresas. El caso es que, Deaf es sordo. ¿Zombies sordos? No. La cosa está en que lo que provoca la conversión en zombies afecta a la gente auditivamente. Y lo que hace el corto es presentarnos a diferentes personajes, sordos todos ellos, que sobreviven al momento de la infección. Son historias sin conexión aparente entre sí, pero muy bien desarrolladas.

Hay una escena en que dos chicas sordas discuten, y la cámara da vueltas a su alrededor, y los subtítulos van quedando atrapados entre ellas. Me pareció brutal, y me ha parecido fantástico. Me parece una puta genial idea. Normalmente en las discusiones las frases son continuamente pisadas por el otro parlante, pues ellas no se permitían acabar las frases y para el espectador, lector de subtítulos en ese caso, te han transmitido esa confusión de esa forma. Apenas podías leer qué decían, pero sabías qué pasaba.

Quenottes de Pascal Thiebaux, Estados Unidos

Me encantan las películas de cuentos de terror basados en el folclore real. Cuando sacan una historia de terror de un cuento infantil, o una historia megaconocida, siempre y cuando esté bien hecho, me encanta. Pues Quenottes te cuenta la historia más macabra imaginable de nada más y nada menos que el Ratoncito Pérez.

¿Alguna vez os habéis preguntado para qué quiere tantos dientes un ratón? Pues con este corto tampoco os lo solucionan, pero verás una gamberra, divertida y muy bien hecha historia, de cómo el ratón lucha por uno de los dientes que se ha ganado.

Save de Iván Sáinz, Alemania

Estás trabajando. Tu bebé está llorando. Tu mujer coge al bebé en brazos, lo calma. Te lo pasa y se va al baño. Te quedas preocupado porque parece enfadada, quieres no darle importancia. Entonces aparece tu mujer, radiante, sonriente, te besa. Coge al bebé y se va para el comedor. Vas al lavabo, está cerrado. Golpeas, se abre y sale tu mujer.

¿Dónde está tu bebé? Pues la bizarra mente de Iván le ha buscado un destino un tanto peculiar al pobre bebé que protagoniza la historia. Una vez más, un corto simplón, rápido y fácil.

Behind de Ángel Gómez Hernández, España

Una mujer en proceso de divorcio, separación de bienes, etc, está horrorizada con la idea de que su exmarido se lleve a su hija. Vive una vida poco sana, ya que la situación está acabando con ella. De repente, una extraña mujer se le acerca y le dice que tiene a un extraño hombre, enganchado a su espalda. Que tenga cuidado, porque cuando lo vea, será tarde. Comienzan a ocurrir cosas extrañas…

Estéticamente impecable, técnicamente súper correcto. Parece mentira que sea español (jaja) y la verdad es que el diseño del “ser siniestro” me ha encantado. A nivel personal me chirria un poco Macarena Gómez haciendo un papel así, pero saca las castañas del fuego.

No caller ID de Guy Pigden, Reino Unido

La pesadilla de mucha gente. Estás sólo/a en casa y alguien quiere entrar. Lleva una extraña máscara que la verdad, da bastante canguele, y parece estar siempre un paso por delante de ti. Hagas lo que hagas, él lo ha pensado antes que tú.

Está logrado, es interesante. Pero en sus 8 minutos tampoco tienen tiempo de explotarlo mucho más.

Semper Fidelis de Maciej Gajewski, Polonia

Lo he odiado mucho. Es muy lento, muy aburrido y muy ruso. Bueno, en realidad es polaco, pero… es muy ruso. Es lento, tortuoso y prepotente.

Una historia de fantasmas atrapados en espejos que hacen que la gente muera para que los vuelvan a juntar. Ni puto sentido.

He de decir, al menos, que el/la dibujante del cómic es un/una artista.

Kookie de Justin harding, Canada

Una niña engaña a su madre y se atiborra a galletas. Así que la madre, cambia el simpático bol de vaquita, por uno de un payaso con cara de pocos amigos. La niña tiene horribles pesadillas con los payasos, hasta que finalmente les empieza a coger cariño.

Y estos han sido los 17 cortometrajes que hemos visto. Optan al premio Méliès d’Argent, y les deseamos muchas suerte, a todos, bueno no, sólo a dos. ¡Tiene que ganar uno de esos dos!

Os prometo que si me dan la oportunidad de volver a escribir en este blog, no lo haré ni tan largo ni tan pesado. Lo prometo. ¡Un saludo!




Cristian Gallardo

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