¡Muy buenas a todos!
Aquí Margot de nuevo en Cine Domingo, pero esta vez no os traigo una adaptación literaria como de costumbre sino una review extra especial. El lunes pasado asistí al preestreno de Rumbos en los cines Texas de Barcelona. Los majos de 'Blogos de Oro' y 'Pelis y Tuits' que se lo curran mucho nos dieron un pase para verla en primicia y no quise perder la ocasión.
Rumbos es una película española dramática dirigida por Manuela Burló Moreno y dividida en 6 líneas argumentales conectadas entre sí, un grupo de personas que transcurren en vehículo por la noche de Barcelona en busca de un rumbo al que aferrarse.
Una chica que es dejada por su pareja el día de la boda de su hermana, un taxista nocturno abandonado, dos adolescentes gamberros, un camionero secretamente enamorado de una prostituta, dos conductores de ambulancia filosofando y una esposa que huye. Todos presos del correr de la noche y las emociones intensas que aguarda. ¿Y cuál es el principal hilo conductor? Un programa de radio al que da voz Julia Otero donde asesora a sus oyentes sobre conflictos personales. Un programa presente en todos los vehículos, participando de forma más o menos activa, y que desvela muchos de los dramas internos de sus personajes. Además, a medida que avanza la película se descubre que se encuentran mucho más unidos entre ellos de lo que parece.
Se trata de un film repleto de romanticismo pero para nada de cuento de hadas. Un amor visceral, desgarrador, que conduce al desencanto o a las segundas oportunidades. Un cruce de caminos que avecinan un aún más trágico desenlace.
Este drama de carretera ofrece también un bello recorrido por la 'ciutat comtal', gracias también a un buen trabajo de fotografía que ha recreado ese ambiente de neón al volante que tanto recuerda a películas como Crash (2004) o la más reciente Locke (2013). No cuenta con un ritmo muy trepidante, y de hecho se puede hacer algo lenta, sino que quiere mostrar un drama humano y mundano, un reflejo de las vidas que se esconden en los muros de la urbanidad.
Para mí ha sido toda una sorpresa teniendo en cuenta lo que el cine español actual acostumbra a ofrecer, con un aire más a la gran manzana que a la Diagonal. Y pese a no tratarse de una obra maestra del celuloide, me ha parecido una experiencia gratamente positiva que emociona y entretiene a partes iguales.
Y como siempre, el trailer:
Se trata de un film repleto de romanticismo pero para nada de cuento de hadas. Un amor visceral, desgarrador, que conduce al desencanto o a las segundas oportunidades. Un cruce de caminos que avecinan un aún más trágico desenlace.
Este drama de carretera ofrece también un bello recorrido por la 'ciutat comtal', gracias también a un buen trabajo de fotografía que ha recreado ese ambiente de neón al volante que tanto recuerda a películas como Crash (2004) o la más reciente Locke (2013). No cuenta con un ritmo muy trepidante, y de hecho se puede hacer algo lenta, sino que quiere mostrar un drama humano y mundano, un reflejo de las vidas que se esconden en los muros de la urbanidad.
Para mí ha sido toda una sorpresa teniendo en cuenta lo que el cine español actual acostumbra a ofrecer, con un aire más a la gran manzana que a la Diagonal. Y pese a no tratarse de una obra maestra del celuloide, me ha parecido una experiencia gratamente positiva que emociona y entretiene a partes iguales.
Y como siempre, el trailer:
No hay comentarios:
Publicar un comentario