Hi, Britishness lovers! Bienvenid@s a una nueva entrega de The British Corner.
Se acerca el día 31 de octubre, fecha que en el mundo anglosajón celebramos con la fiesta de Halloween. Así que para crear ambientillo en la sección, hoy os voy a recomendar una película sobre una terrorífica bruja que tuvo atemorizada a la población del Reino Unido durante 11 largos años, un ser sin piedad: Margaret Hilda Roberts, más conocida por su apellido de casada, MARGARET THATCHER. Vamos a echarle un ojo a LA DAMA DE HIERRO.
La Dama de Hierro es una producción británica del año 2012, catalogada como drama, y dirigida por Phyllida Lloyd. Lejos de ser el clásico biopic, en ella se nos muestra tres días en la vida de una Margaret Thatcher (interpretada por Meryl Streep) anciana y demente, que no logra distinguir el pasado del presente. A través de flashbacks, vemos episodios de su juventud y el ascenso hacia lo más alto del poder en el Parlamento.
La película nos sitúa en Londres, en el año 2008, pues aparece en las noticias el atentado terrorista que hubo en el Hotel Marriot de Islamabad (Pakistán). Thatcher está en un supermercado comprando leche, pero ni los dueños ni los demás clientes logran reconocer a la vieja Dama. A su regreso a casa, descubrimos una de las secuelas que le provoca su cada vez más acentuada demencia: sigue tratando con su marido Denis (interpretado por Jim Broadbent) con total naturalidad, a pesar de llevar cinco años muerto. Constantemente ve la figura de su difunto esposo.
Otro tema que se nos presenta es el precio personal que Thatcher tuvo que pagar por su carrera política y el poder que ostentó: un marido que se muestra ambivalente con el ascenso al poder de su mujer, un hijo (Mark) que vive desde hace años en Sudáfrica y apenas mantiene contacto con ella, y una hija (Carol, interpretada por Olivia Colman) que a pesar de la relación tensa que mantienen intenta concienciar a su madre de que ya no es Prime Minister y de que el señor Thatcher lleva años muerto. También se nos muestra su gran afición por el whisky, bebida que toma a todas horas, y que le valió en su época que las malas lenguas le pusieran el apodo de La Dama del Cacharro, clara ironía a mala fe del mote original que le pusieron los soviéticos.
A lo largo de la película los flashbacks de Thatcher nos transportan a episodios anteriores de su vida, siendo el primer recuerdo el de ella con sus padres en la tienda de comestibles que éstos regentaban, en pleno Blitz alemán de la Segunda Guerra Mundial. Se nos presenta a una joven Thatcher diferente al resto de chicas de su edad, más preocupada por labrarse un buen futuro que por salir y divertirse. Presencia con gran entusiasmo los discursos políticos de su padre (a quien idolatraba), y se nos da a entender la mala relación que tenía con su madre (que reacciona con frialdad al anuncio de su hija de que ha obtenido plaza en la prestigiosa Universidad de Oxford).
Podremos ver cómo quiso abrirse camino en un mundo claramente de hombres, sus inicios en el Partido Conservador, su primer asiento en la Cámara de los Comunes como Secretaria de Educación, sus entrenos de voz y cambio de imagen para aspirar a líder de los Tories, su definitiva llegada al poder, los graves conflictos a los que como Prime Minister tuvo que hacer frente (políticas monetarias estrictas, Disturbios de Brixton de 1981, Huelga Nacional de Mineros, un atentado del IRA que casi le cuesta la vida, la Guerra de las Malvinas...), etc. Flashbacks y escenas actuales se van entremezclando a lo largo de la película de forma sublime.
En "La Dama de Hierro" se nos intenta mostrar a lo largo de casi dos horas el lado más afable y humano de Thatcher. La magistral interpretación (una más) de Streep, sobretodo como "Thatcher anciana y senil", hace que incluso se pueda llegar a sentir compasión hacia una figura que fue déspota, fría, arrogante, impasible, una auténtica tirana política, que se ganó el desprecio de una gran parte del país e incluso de su propia familia, a la que no le importó dejar de lado con tal de conseguir sus objetivos. Una mujer ambiciosa y sin límites, que con su peculiar carácter consiguió no dejar indiferente a nadie, fueran amigos o enemigos. Por cierto: ¿sabéis cuál fue la canción más reproducida en el Reino Unido tras la muerte de Thatcher? "¡Ding Dong, la bruja ha muerto!", que cantaba Judy Garland en "El Mago de Oz". Humor inglés...
Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!
Trailer:
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