miércoles, 6 de julio de 2016

The British Corner: "Magical Mistery Tour"

Hi, Britishness lovers! Bienvenid@s a una nueva entrega de The British Corner.

Una de las cosas que más se le reconoce al Reino Unido es su gran aportación al mundo de la música, sobretodo en la década de los 60, cuando se produjo un auténtico boom de R&R británico. Y hablar de R&R británico nos lleva, sin ninguna duda, al grupo de más renombre y que más éxitos y solera le dio a aquellos años: THE BEATLES. Así que aprovechando el anuncio del estreno de The Beatles: the touring years, película-documental (dirigida por Ron Howard) que verá la luz el próximo septiembre, hoy descubriremos la faceta cinéfila del cuarteto de Liverpool.


The Beatles no sólo fue un gran grupo en la vertiente musical: también desde el punto de vista comercial. Aquellos chavales tenían mucho gancho: gracias a su sentido del humor y su desenfadada manera de vivir, eran una enorme fuente de ingresos en merchandising. Y como tal, ésa faceta había que explotarla al máximo para generar todavía más ingresos. De ahí que imitaran a su gran ídolo Elvis Presley y se lanzaran de lleno al mundo del cine. Nos dejaron películas de fama, como A Hard Day's Night (Beatles en estado puro), Help! (Beatles "sometidos" a un guión más profesional) o Yellow Submarine (dibujos animados psicodélicos). Pero hoy hablaremos de la que quizás se pueda considerar su "patito feo". Hoy nos embarcamos en MAGICAL MYSTERY TOUR.

Magical Mystery Tour es una producción británica de 1967, catalogada como comedia, y dirigida por el propio Paul McCartney. Es la primera película de The Beatles en la que ellos mismos acaparan producción, dirección, música, fotografía... Su rodaje se inició sólo unas semanas después de que su mánager, Brian Epstein, fuese hallado muerto en su casa por una sobredosis (aparentemente accidental) de drogas. Fue un duro golpe para la banda y McCartney no quiso que aquella pesada losa lastrara al grupo, así que ideó una película en la que los Fab Four, familia, amigos y demás allegados se embarcarían en un viaje en autobús alrededor del país.

En realidad, la idea está tomada de una costumbre típica de la zona norte de Inglaterra por aquella época, en la que gente de ciudades próximas a Blackpool (Liverpool, Manchester, Stoke-on-Trent, Blackburn...) organizaban excursiones para ir a ver las Blackpool Illuminations (en España, el equivalente sería el Alumbrao de la Feria de Abril de Sevilla). Alquilaban autobuses, llenaban el maletero de cervezas, subían a algunos acordeonistas para amenizar el camino con canciones típicas y el alcohol hacía el resto. Las cogorzas eran de miedo, y a buen seguro que al llegar a Blackpool veían más lucecitas de las que había realmente...

Si bien no hay un protagonista específico, la película se centra sobre todo en dos de sus personajes: Mr. Richard Starkey (Ringo Starr, que aquí utiliza su nombre real) y su tía Jessie Starkey (Jessie Robins), que acaba de enviudar. En el autobús se encontrarán con el Director del Tour Jimmy Johnson (Derek Royle), la azafata Miss Wendy Winters (Miranda Forbes, aunque en los créditos aparece como Mandy Weet), el conductor Buster Bloodvessel (Ivor Cutler), el resto de Beatles y demás compañía. Una vez a bordo se dan inicio una serie de "extraños acontecimientos", pues los designios del viaje están bajo el capricho de Cinco Magos superiores (cuatro están interpretados por los propios Beatles, el quinto por su roadie Mal Evans) que hacen y deshacen a su antojo. Situaciones surrealistas, tales como una absurda maratón en un aeródromo (algunos corren en coche, otros en bicicleta, otros a la pata coja...) o el mismo John Lennon ataviado de camarero sirviendo spaghettis con una pala a la tía obesa de Ringo, se suceden una detrás de otra.


Aunque se rodaron 10 horas de metraje, al final quedó una película de unos 52 minutos. Esto hizo que, ante la imposibilidad de que fuera proyectada en salas de cine, se optara por hacerla tele-film. El 26 de diciembre de 1967, la BBC emitió por primera vez Magical Mistery Tour. Al día siguiente, las críticas fueron feroces y a The Beatles les llovieron palos por todos lados, siendo la primera vez en la historia que se les criticaba negativamente. Pero la culpa no fue de ellos, si no de la propia BBC: en el film, el color es esencial. En 1967 la psicodelia está al orden del día y The Beatles habían dejado de estimularse con marihuana (más propia de los años de Help!) para hacerlo con LSD, en cuyos "viajes" encontraron una gran fuente de inspiración. Escenas como la de los Desiertos de Hielo de Islandia o el propio colorido de las vestimentas hacen que la película pierda una parte fundamental si la ves en blanco y negro, que fue como la visionó la BBC aquella primera vez. Ante las quejas de los propios Beatles, la BBC la repuso en color y las críticas se suavizaron enormemente, y de película "despreciada" ha llegado a película "de culto".

"Magical Mystery Tour", dada su corta duración, se puede ver en un abrir y cerrar de ojos. Eso sí, no esperéis un guión ordenado ni una historia sensata: la película se hizo a base de ideas sueltas, sketches y situaciones improvisadas (de ahí que el propio McCartney lo llamara "Scrupt", en lugar del correcto "Script"). Es surrealismo en estado puro, nada tiene lógica. Y todo amenizado con unas cuantas canciones de The Beatles tales como la grandiosa "I Am The Walrus", la tierna "The Fool On The Hill" o la enigmática "Blue Jay Way" (y aprovecho, por supuesto, para recomendaros la BSO de la película: el disco homónimo "Magical Mystery Tour").



Nos leemos en la próxima entrega. Ta-ra, lads!

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