Creo que todos conocemos a alguien que
encaja en ese perfil de gente que dice “el cine español es una
mierda, solo hay Marios Casas y Almodóvares”. Gente que, por lo
general, usa el cine como mero entretenimiento, que no siente ningún
tipo de pasión por él. Y es perfectamente respetable su opinión y
su posición, no se le puede pedir peras al olmo… pero también
existe esa otra gente, ligada al cine fantástico, que se consideran
a sí mismos cinéfilos de pro y opinan exactamente lo mismo.
Esto último no podré entenderlo
jamás, porque todo amante del cine fantástico que haya nacido por
estos lares sabe que existe una gloriosa tradición de cineastas que
pusieron nuestro fantaterror en boca de medio mundo, generando
una envidiable cantidad de clásicos de culto dentro del género.
Pueden gustar más o menos, pero es innegable la influencia de gente
como J.P. Simón, Chicho Ibañez Serrador, Paul
Naschy, Jess Franco, Eloy de la Iglesia, Amando
de Ossorio y un largo etcétera. Y no, tampoco es necesario
viajar décadas atrás, porque nuestro fantaterror sigue
generando pequeñas joyitas que muchas veces pasan desapercibidas. Lo
cual NO es el caso del corto que hoy nos ocupa. No porque no
sea una pequeña joyita, que lo es, si no porque no se puede decir
que haya pasado precisamente desapercibido, porque prácticamente
todo el mundo al que le guste la casquería habrá oído hablar a
estas alturas de él.
¿Te suena Fist of Jesus?
Porque si no te suena, solo se me ocurren tres posibles
explicaciones:
- No has acudido a un solo festival de cine de terror y fantástico en los últimos 3-4 años.
- Vives en una puta cueva
- No te ha dado la puta gana de verlo
Y es que Fist of Jesus ha
acumulado más de 70 premios y menciones por festivales de todo el
globo, cuenta con ediciones físicas en varios países, merchandising
a punta pala y hasta un videojuego (lo podéis descargar desde la
store de Steam). Se nota que este mundo podrido necesita la
palabra de nuestro señor. Más de 2 millones de reproducciones en
Youtube no pueden estar equivocadas.
Tarde o temprano había que hablar de
él en Baño de Sangre, como uno de mis cortos favoritos que
es. Y no hay momento más idóneo que este, puesto que la próxima
semana Cine Domingo estará presente en el Cryptshow deBadalona, donde se presentará el DVD del corto. Personalmente esta
reseña es una especie de “cierre de círculo”, puesto que fue
precisamente en el Cryptshow, en su edición de 2013, donde
descubrí y gocé por primera vez de esta maravilla. Pero eso os la
refanfinfla, lo sé, así que vayamos al turrón.
La historia comienza con Jesús dando un sermón al pueblo, cuando un afligido Jacobo le interrumpe diciéndole que su hijo ha muerto. Jesús le dice que se tranquilice, que sólo está dormido, y que hará que se vuelva a levantar, con lo cual inician su camino hacia la aldea junto a su Sancho Panza particular, que es ni más ni menos que Judas.
Allí yace Lázaro, más pálido que
Iniesta asustado, entre los sollozos de sus amigos y familiares. Y
entonces Jesús pronuncia sus mágicas palabras: “Lázaro…
¡Levántate y anda!”. Lo que no se esperaba el bueno de Jacobo
es que lo primero que iba a hacer su hijo al resucitar era pegarle un
bocado en el pescuezo, ávido de carne humana y cerebros, desatando
la masacre en Jerusalén en un caos de vísceras y sangre.
A Jesús y a Judas les faltan piernas
para correr, como es lógico, porque el sagrado culo del hjo de Dios
no puede ser devorado. Pero se verán atrapados por fariseos zombies,
romanos zombies y… ¿Cowboys zombies? ¡Oh, sí!
Ante tan desesperada situación, es
hora de que el melenas más famoso de la historia saque la artillería
pesada: un pescado. Mejor todavía… ¡Dos pescados! Pero el milagro
no termina ahí, porque los peces comienzan a multiplicarse. Peces
espada, peces sierra, pirañas, espinas-motosierra… lo que viene a
continuación es un genocidio zombie, con miembros amputados,
degollaciones, cabezas que explotan, empalamientos… una carnicería
en toda regla, un milagro obrado por la gracia divina de nuestro
señor para librar a la humanidad de la plaga de los no muertos. Y ya
lo dicen nuestros queridos protagonistas: al final no evangelizan a
nadie, pero por lo menos han enviado un gran número de almas al
reino de los cielos. Menos da una piedra.
A nivel técnico estamos ante un
trabajo que más de un cineasta de primera línea envidiaría, en el
que destacan el impecable trabajo de fotografía de Paco Ferrari
y el perfecto equilibrio entre FX caseros y digitales del también
codirector del corto Adrián Cardona. Sin duda, junto a un
guión fresco, original y divertido de David Muñoz, son estos los
elementos que han llevado a Fist of Jesus a provocar
carcajadas en innumerables festivales a lo largo y ancho del planeta.
Si aún no habías visto el corto y
esta reseña te ha empujado a hacerlo, no podemos más que alegrarnos
de contribuir con nuestro granito de arena a difundir la palabra de
nuestro señor Jesús, el aniquilador.
Los caminos del señor son
inescrutables.
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