viernes, 13 de octubre de 2017

50 Sitges Film Festival - Días 7 y 8

DÍA 7

Sitges cada uno se lo monta como puede, y en mi caso me tocó perderme el quinto y sexto día del festival para volver brevemente a la rutina, pero el miércoles del festival tocaba volver pitando hacia Sitges al salir del curro para ver la ópera prima de Yayo Herrero, un trabajo que me suscitaba muchísima curiosidad por tratarse de una adaptación del famoso cómic de Art Spiegel, Maus. La cosa podría salir muy bien o muy mal y, de hecho, las opiniones polarizadas han inundado las RRSS entre los críticos, aficionados y bloggers.

Siendo imposible (lógicamente) adaptar una representación de la Segunda Guerra Mundial con gatos y ratones como protagonistas, estamos hablando de una adaptación totalmente libre del cómic. Tanto que es difícil ver los paralelismos, si bien el trasfondo se asemeja en cierto modo. Los stills usados para la promoción de la película y la sensación que transmitía el póster confunden muchísimo. ¿O alguien esperaba toparse con este survival surrealista que gira alrededor de los traumas de la guerra? ¿Alguien esperaba, siendo una adaptación de Maus, que la historia estuviera situada en otro país, en otra época y en otro conflicto? Personalmente me pilló de sorpresa, lo cual ayudó (junto a las bajas expectativas debidas a las malas críticas de mucha gente de mi entorno que la habían visto antes) a disfrutar de una película que parece jugar a la confusión ya incluso desde su promoción.
The Maus es una de esos títulos que se disfrutan mucho más sin ningún tipo de referencia ni idea preconcebida así que, simplemente, comentar uno de los mayores peros que le encontramos: su abuso de primeros planos. Se puede transmitir esa sensación de tensión, agobio e incertidumbre de otras muchas formas que no acaben mareando al espectador, amigo Yayo. Pero, por lo demás, un fantástico y aterrador retrato de los traumas de la guerra con una capa superficial de antibelicismo.


DÍA 8

Encarando ya la recta final del festival, no ha habido aún ningún título que me haya hecho mojar los gallumbos (de placer o de terror). Ha habido cosas muy buenas, pero nada excelente. Y tengo que decir que, pese a haber encontrado en este octavo día mi película favorita del festival hasta la fecha, sigo sin llevarme a casa esa sensación de haber visto algo grande.

Y es que November me ha encantado, tanto en forma como en fondo, pero algunas de sus particularidades hacen que a ratos pierda sus intenciones. Con un precioso blanco y negro que en ocasiones parece incluso dibujado a carboncillo, este surrealista cuento de (anti)amor y brujería te atrapa, te seduce y te hace sentir mucho (y muy profundo). Folk horror desde Estonia para retratar los miedos, filias, engaños, amores y desamores de una comunidad pagana. Tan preciosa como devastadora. Estoy muy seguro de que figurará entre las listas de lo mejor del año de un servidor.


La breve pero interesante presentación del libro colectivo Paul Naschy: La Dualidad del Mito editado por los valientes de Vial of Delicatessens y coordinado por José Luis Salvador Estébanez tuvo lugar a mediodía en Brigadoon. Solo decir que esta “poliédrica visión sobre la figura de Naschy”, tal y como se encargaron de remarcar coordinador y editor en diversas ocasiones (consiguiendo una visión imparcial y objetiva a través de la colaboración de fans y “no tan fans”), tiene una pinta brutal y estamos deseando hincarle el diente.

Tras una tarde de reuniones y reencuentros con un montón de gente con la que normalmente solo tratamos por RRSS, tocaba ir a ver el nuevo trabajo de ese par de genios que idearon y realizaron esa multipremiada comedia retorcida que es Nada S.A. Muchos años en el audiovisual son los que llevan Albert Pintó y Caye Casas para, por fin, ver hecho realidad su sueño de un largo. Sus emotivos discursos abrieron una sesión en la que veríamos su Matar A Dios precedida por su cortometraje R.I.P, no sin antes dejar paso a la gran Itziar Castro que aprovechó el momento para agradecer a directores y productores su apuesta por un equipo artístico con gran presencia de cuerpos no normativos. Es imposible no adorarla, de verdad. Si tras sus colaboraciones con Eduardo Casanova ya me cautivó, después de ayer soy aún más fan de su necesario discurso positivo que algún día estoy seguro podré agradecerle en persona. Pero vamos a lo que vamos…

R.I.P. es un cortometraje con el sello de la pareja: grotescos primeros planos con aspecto de cómic, humor negro (negrísimo) y personajes que, incluso en metrajes cortos, terminan siendo entrañables. Risas y aplausos en este cuento de amor, muerte, resurrección y vuelta la muerte protagonizado también por Itziar Castro.


Matar a Dios significará, sin ningún lugar a dudas, un soplo de aire fresco en la muchas veces zafia y cansina comedia española. El sello de la pareja de realizadores impregnado por primera vez en un largo que aprovecha inteligentemente sus pocos recursos. Un solo espacio, cinco personajes interpretados de forma muy convincente, dosis constantes de humor y situaciones tragicómicas dan forma a estenecesario giro gamberro pero accesible en la comedia nacional, el cual tiene potencial suficiente para agradar y convencer a un espectro amplísimo de público. Les deseamos todo el éxito del mundo. En Sitges, desde luego, anoche triunfaron.

HAIL SEITAN
Óscar Lladó

No hay comentarios:

Publicar un comentario