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viernes, 20 de julio de 2018

Crónicas Festivaleras: Fantosfreak - Día 4


Algo se muere en el alma cuando el Fantosfreak se va… ¡Pero tranquilos! Que a nosotros nos es imposible, pero tú que estás leyendo estás líneas aún tienes oportunidad de participar en las actividades que tendrán lugar en Cerdanyola hasta mañana, siendo hoy un día idóneo si no has podido acercarte al Parc del Turonet durante la semana, puesto que se proyectará lo más granado entre los cortos a competición y se anunciará el palmarés de esta decimonovena edición. Además, a las 19:00 podréis disfrutar de un Q&A sobre bandas sonoras y cine con Ken Stringfellow (R.E.M., The Posies…) moderado por el periodista Xavi Sánchez Pons (Mondo Sonoro, Sensacine, La Razón…). El evento tendrá lugar en el MAC (Museu d’Art de Cerdanyola), para posteriormente trasladar la acción de nuevo al Parc del Turonet con lucha libre en vivo de la mano de Riot Wrestling. ¡No os lo perdáis!

Para ir haciendo tiempo, os traemos la crónica de esta cuarta y última jornada de proyecciones de cortos en competición, quizás la noche con el nivel general más elevado, durante la cual pudimos disfrutar de 11 cortometrajes más que suman un total de 44 trabajos mostrados ante un total de más de 7.000 espectadores. Esas son las envidiables y fascinantes cifras de un festival que debería ser cita ineludible en vuestras agendas.



La sesión dio el pistoletazo de salida con Smashed de Sean Lahiff, presentada por su productor y, en calidad de compositor de la banda sonora, por Ken Stringfellow, guitarrista de bandas como R.E.M. y The Posies, el cual realizó un concierto acústico previo a las proyecciones. Mezclando el suspense y el terror, Smashed choca de primeras por su montaje caótico y su enrevesada trama, pero su potencial visual y sonoro mantiene la atención del espectador a medida que el metraje avanza. Lamentablemente, su juego de omisión y confusión da como resultado un trabajo algo desangelado que pasa sin pena ni gloria.

El segundo trabajo de la noche, Vargonia, fue presentado por su director Pol Diggler y una de sus protagonistas. Poco a comentar sobre este videoclip de trap en clave de humor. Un despiporre en toda regla que rinde homenaje a Mercè Rodoreda y a las T-10. Les Trapelles al parlament!



Justin Harding es un nombre conocido en Fantosfreak. Arrasando el año pasado con su Kookie, y acojonándonos también con Point of View, la potencia de los trabajos del canadiense reside en su ojo clínico para captar y provocar miedos ancestrales y universales. Este año ha participado de nuevo en el festival con su último trabajo, Latched, una monster movie con aires de fábula tenebrosa en la que de nuevo demuestra (ya lo hizo en Kookie) su capacidad para trabajar con niños y usarlos como elemento potenciador del miedo. Porque prácticamente todo el mundo sufre al ver a una criatura (humana, digo) expuesta a situaciones de riesgo, y esa baza Harding la juega muy bien. La belleza visual del cortometraje, propiciada por los magníficos paisajes canadienses, ayuda a generar esa aura de fábula cuyo punto álgido se sitúa en su tan tierno como crudo final. Una maravilla para los sentidos que se situó inmediatamente a la cabeza de mi ranking personal de toda la semana. Por favor, que alguien le pague un largometraje al señor Harding. ¡Deprisa!

La sesión continuó con un segundo trabajo de Sean Lahiff, cuya banda sonora está compuesta también por Ken Stringfellow, llamado Too Dark. Se trata de una comedia de terror en la que un asesino en serie acecha a una víctima a través del bosque, una lección de cine social (NO) sobre cómo ser un puto psicópata no es nada fácil hoy en día. Hilarante, sólidamente interpretada y visualmente notable. Mucho mejor que Smashed, y más idónea para el entorno Fantosfreak, tal y como demostraron las constantes carcajadas.

Le Cowboy de Mont Laurier lleva ya un considerable recorrido de festivales. Esta comedia negra sobre lo engañoso de las apariencias y lo fácilmente manipulable que es la voluntad del ser humano no cuenta con aspectos excesivamente destacables, pero tampoco lo necesita. Su simplicidad y agilidad la hacen una apuesta segura en certámenes no necesariamente de género, a pesar de la incomodidad que genera en el espectador, acentuada ésta en sus segundos finales, homenajeando al personaje de Arno Frisch en Funny Games.



El siguiente trabajo de la noche, también proveniente de Australia, es también un corto con un largo y exitoso recorrido de festivales. Su imponente potencia visual y la inmediatez de la trama hacen que Daemonrunner nos vuele la cabeza y nos deje con ganas de más con apenas 5 minutos de metraje, deseando que algún productor tome este corto (que, en cierto modo, es más bien un teaser) como apuesta para un largometraje.

La recta final de la noche comenzaba a acercarse peligrosamente, pero aun quedaban propuestas interesantísimas, como la comedia gore Born Again, en la que se nos muestra un rito satánico de resultado inesperado. Serie B burra y cachonda, festivalera a más no poder, que se une a la ya larga lista de candidatas al premio del público.

Y ahí estaba Minotauro, thriller nacional dirigido por Greg A. Sebastian, para borrar las sonrisas de las caras del personal. Su propuesta, algo previsible para el ojo avizor pero no por ello menos disfrutable, es una cruda historia rodada en un elegante blanco y negro que nos hace partícipes de la confusión de su protagonista. Un trabajo muy correcto y efectivo.



Por si las risas no hubieran sido suficientes ya, Working With Jigsaw era la sorpresa que el staff del festival nos tenía preparada como antepenúltimo corto a concurso. ¿Imaginas cómo sería tener a Jigsaw trabajando en tu oficina? Con sus juegos todo el día, impidiéndote trabajar con normalidad… Una pesadilla mayor que cualquiera de las torturas de sus películas. Una comedia low cost de lo más simpática y entretenida. Si la hubieran alargado unos minutos más, nadie habría expuesto queja alguna.

Alleycats, antepenúltimo trabajo proyectado en esta decimonovena del Fantosfreak, era la apuesta de animación de la noche. Probablemente mal situada en la parrilla debido a la espectacularidad de la mayoría de trabajos proyectados previamente, lo cual disminuyó bastante la capacidad de impacto de la propuesta, esta historia de acción sobre la venganza y sus consecuencias está excesivamente centrada en la batalla, provocando que los personajes no tengan ningún trasfondo y nos den igual, incluso si uno de ellos yace muerto en el suelo mientras su hijo le llora. Un esfuerzo visual que oscila entre el 2D y el 3D, impoluto pero vacuo. Quizás si hubiera sido el primer corto de la noche, mi opinión sería diferente.


Cerrando la cuarta jornada y las cuatro noches de proyecciones de los cortos en concurso tuvimos la chocante (no en el buen sentido) Besoin Dead, cuyo intento de ser seria le juega una mala pasada. En este drama zombie de interpretaciones amateur poco profundas para las necesidades de los personajes, su tono e intenciones se ven traicionados. Con semejante elenco, un tono cómico le habría sentado infinitamente mejor. De hecho, quedó demostrado que las escenas que mejor funcionaron fueron las más cercanas a la comedia, especialmente sus pinceladas de gore en el tramo final. No es ningún desastre, pero desde luego tampoco es ninguna maravilla. Un broche final un pelín insípido, por desgracia.


Así nos despedimos, un año más, de nuestro querido Fantosfreak. Muchas gracias a Rafa, Laura, Mayka y todo el resto del equipo Fantos, que se merecen un monumento en el Parc del Turonet más grande que la famosa (en Cerdanyola, claro) escultura de la C. Gracias por refrescarnos y alegrarnos estas calurosas noches de verano. Estaremos atentos a las RRSS del festival para saber cómo queda el palmarés de esta decimonovena edición.

¡Hasta el año que viene!

Óscar Lladó
@SlasherOz

jueves, 19 de julio de 2018

Crónicas Festivaleras: Fantosfreak - Día 3


Hay un fenómeno que me apasiona especialmente del Fantosfreak: ver como la gente se aprende la letra de los spots y los canta a pleno pulmón. Es algo progresivo: la primera noche son risas, la segunda se cantan los estribillos, la tercera se suman las frases más reconocibles y a la cuarta ya hay más de uno (y más de diez) que la canta de principio a fin y a pleno pulmón. Es una de las maravillas de este festival tan especial. Lo doblemente gracioso es que este año las frases más reconocibles son del calibre de “Isabel Coixet nos suda to’l coño”. Un espectáculo, oigan. Y las caras de los abueletes escandalizados más todavía.

La tercera noche de festival comenzó fuerte, con la comedia Psycho Kino, cuyo realizador Guillem Dols hizo acto de presencia para presentar su trabajo ante las casi 2.000 personas habituales de cada sesión. ¿Alguna vez os habríais imaginado a un director de películas snuff pasando por una crisis artística? Pues eso nos plantea Psycho Kino: un trío de personajes (y un cuarto que, más que un personaje, es un recurso humorístico), dos de ellos secuestradores y otro víctima del secuestro. El plan para el hombre cautivo es claro: pelarlo de la forma más espectacular delante de la pantalla. Pero el guion no es lo suficientemente bueno, así que deciden retrasar el rodaje una semana con tal de reescribirlo. Lo que no se imaginaban era que, con el paso de los días, acabarían cogiendo cariño a su víctima. Un guion ingenioso, nada destacable en sus apartados técnicos. Correcto y entretenido.


Si en la crónica de la segunda jornada señalábamos que es habitual ver trabajos colectivos provenientes de escuelas de cine o diseño en la parrilla del Fantosfreak, en esta tercera jornada nuestra afirmación quedaba confirmada. Un nuevo trabajo de una escuela de VFX, Oculus Malus, era la encargada de seguir con la programación. Una simpática comedia en que un doctor nos explica su revolucionario invento: unas gafas para ver a los seres diminutos e invisibles que nos hacen la vida imposible, visualmente muy lograda gracias a la sabia decisión de usar un formato de mockumentary que rebaje los niveles de exigencia.

Nic Alderton repitió selección y presencia en el festival un año más, presentando una nueva entrega de su trilogía de cortometrajes The Albion Tales. En esta ocasión vino presentando Health, Wealth & Happiness, entrega que consideró la más relacionada con el terror de toda la trilogía. En ella, bajo su habitual y delicadamente trabajado envoltorio, se nos presenta la historia de un atracador que ataca a la mujer equivocada. A pesar de que el giro se vea venir, su tramo final resulta de lo más asfixiante… nunca mejor dicho. De nuevo, un trabajo que impacta en su apartado visual, más teniendo en cuenta los bajos presupuestos con los que trabaja el realizador, ofreciendo siempre un resultado sumamente profesional.




Las chorraditas simpáticas siempre son bienvenidas en las sesiones de cortometrajes, y más cuando provienen de Japón. Porque, ¿Qué hay más japonés que los kaiju? Y es que Koala: The King of Monsters nos muestra a la bestia más feroz, destructiva y achuchable de la historia. Y no, no es un koala.

The Warehouse, la siguiente entrega en la sesión de la noche, es el clásico cortometraje atractivo en el plano estético pero que carece de interés alguno tras conocer su resolución. Cabe destacar también las interpretaciones de los personajes centrales, que terminan de dotar al trabajo de un aire profesional, pero su juego del despiste no funciona para los perros viejos. Sirve perfectamente como teaser para vender un proyecto de largometraje que ahonde más en los personajes y sus subtramas, pero tal y como está planteado, lamentablemente carece de interés ni impacto.

Mucho tiempo llevo leyendo y escuchando sobre The APP, el más reciente trabajo de Julián Merino protagonizado por un enorme Carlos Areces que demuestra, una vez más, que merece más papeles “serios” más allá de su más explotada faceta freak. Normalmente, las expectativas suelen condicionarnos negativamente, pero el hecho de esperar un producto totalmente diferente al que me encontré hizo que lo disfrutara aún más. Porque The APP y su imparable recorrido de festivales a nivel mundial tiene una explicación, y es su capacidad para participar en prácticamente cualquier tipo de evento: es una comedia pero con un fuerte componente dramático. Es llana y accesible pero a la par contiene una potente crítica hacia la ceguera propia de la era de la información. Tiene pulso, garra y ritmo. Y, por supuesto, está magníficamente interpretado y dirigido gracias a un equipo 100% profesional. Apostar por The APP es apostar por el caballo ganador.




¿Recordáis ese terror nocturno tan típico de “el monstruo del armario”? Pues yo, la verdad, no. Era más de acojonarme con el “monstruo de debajo de la cama”, pero en mi armario si cabía un monstruo sería un pequeño y entrañable ser. Lo del monstruo del armario es más propio de los americanos de las películas, viviendo en barrios residenciales, con habitaciones enormes y armarios cerrados por una puerta. Ahí sí que era comprensible que se acojonaran. Y para la protagonista de nuestro tercer corto, Third Wheel, parece que el terror infantil era algo más real que eso. Algo con cara, ojos, tentáculos y fluidos viscosos. Algo que necesita alimentarse. Un trabajo simpático pero que, debido a su brevedad y a la contradicción que supone el tono usado para todo el cortometraje contra el diseño de producción de la criatura, acaba pasando sin pena ni gloria.

Encarando la recta final de la noche llegaba a la pantalla Count your Curses, un trabajo de animación que nos plantea un mundo misterioso y extraño, con conserjes centauro, hadas con pinta de pederastas y espíritus domésticos. Con un humor muy particular, nos deja con una inesperada lección de vida y un muy buen sabor de boca.




Chris McInroy dirigió el que fue uno de mis cortos favoritos de hace un par de años: el divertidísimo, descerebrado y ultraviolento Death Metal. Por eso tenía tantísimas expectativas con su nuevo trabajo, We Summoned a Demon. En él, dos chavales intentan hacer un conjuro sacrificando a una gallina para convertirse en “tíos guays”, pero accidentalmente invocan a un demonio con sed de venganza. No podía esperar ni más ni menos de McInroy: vísceras, litros de sangre y una estética tan forzada como visualmente atractiva en un festín de gore y chistacos. Un despiporre más para la filmografía del realizador norteamericano.




En la pasada edición del Festival de Cinema de Terror de Molins de Rei hubo un trabajo de su sesión de cortometrajes que dio de qué hablar: Cauchemar Capitonné, más conocido entre los asistentes al evento como “el de la silla” debido a que el eje central de la trama es una “silla maldita”. Con una fotografía muy lograda (si bien resulta algo genérica dentro de los cánones habituales del terror moderno), la historia que se nos plantea es una excusa pura y dura para buscar el shock y la incomodidad de forma constante, lo cual es de agradecer en un festival de trabajos de género, pero deja cierta sensación de haber desperdiciado una oportunidad para haber ido un poco más lejos. Al final queda en una historia vacua, gratuita y tan obsesionada con provocar que olvida su verdadero potencial.




La noche la cerró uno de los cortos más potentes que hemos podido ver hasta el momento en esta decimonovena edición del Fantosfreak, una salvajada en toda regla, pero no por violenta o sangrienta, si no en su plano psicológico. Baghead es uno de esos cortometrajes que hay que ver sin saber nada, sin ningún tipo de referencia previa. Una trama durísima, confusa hasta su primer giro, un drama con componentes de terror sobre el dolor, la tragedia y la venganza. Destacable por encima de los demás apartados resulta su diseño de producción, si bien hay que hacer mención especial a la excelente dirección de actores y a su idónea fotografía. Un cortometraje cuyo éxito radica en su capacidad de atacar sensaciones y pensamientos primitivos y despertar nuestro oscuro deseo de venganza, tal y como lo hacen subgéneros como el rape & revenge. Una pequeña joya que hay que disfrutar.

Y, con ese dulce regusto que deja una venganza bien ejecutada, encaramos una noche más el camino a casa, pensando en qué 11 maravillas nos tendrán preparadas para la última noche de cortometrajes a competición de nuestro adorado Fantosfreak. Porque cada noche nos vamos con la misma sensación: de querer más y más.

¡Larga vida al Fantosfreak!

Óscar Lladó
@SlasherOz

Crónicas Festivaleras: Fantosfreak - Día 2


Mientras escribimos estas líneas, hace apenas una hora que ha finalizado esta segunda jornada del decimonoveno Fantosfreak. De nuevo, una sesión equilibrada pero con mayor presencia del terror respecto a la programación del lunes, y también con un menor porcentaje de trabajos nacionales. El nivel general ha resultado superior y, de la parrilla de este segundo día de festival, podemos extraer potenciales candidatos a los diferentes premios que se otorgarán el próximo viernes. ¿Cuáles y por qué? Vamos a analizar los trabajos de esta noche, pieza a pieza.

Erik Gatby es un tío inquieto: actor, guionista, director de cortometrajes, de musicales (llevó a cabo el primer musical punk del estado con Mamá Ladilla) y cabeza pensante del Festival de cortos de Carabanchel, entre otros menesteres. No era su primera participación en el Fantosfreak (el año pasado ya participó con su Sofá, Manta, Palomitas) y estoy seguro al 200% de que no será la última. Su psicotrónica sci-fi low cost de 2012, Neuronas Elementales, abría la noche del martes de Fantos con su cóctel de frases épicas, malas actuaciones, agujeros de gusano, presidentes irascibles, zooms locos y tantas otras maravillas idóneas para nuestro querido Fantosfreak. Serie Z de la que se hace con más cariño y dedicación que medios, resultona pero quizás un pelín alargada.


Desde los Países Bajos nos llegaba la primera sesión de casquería de la noche con Netflix & Chill, o la suscripción más sangrienta de la historia. Su set y la iluminación del mismo dotan al trabajo de una estética moderna y atractiva, eso es lo primero que llama la atención, junto a la decisión de no incluir diálogos con tal de, imagino, internacionalizar la propuesta. Su previsibilidad se perdona con el giro de tuerca final, ese macabro detalle que pone la guinda al pastel.


Hay algunos detalles en las delirantes sinopsis del programa del Fantosfreak que probablemente superen con creces las sinopsis oficiales. Ese es el caso de Midnight Delivery, que resumen tal que así: “Una chica recibe un paquete en su casa a medianoche”, claro y meridiano, a lo que añaden la coletilla “el eslogan perfecto para Tinder”. Lo que no sé si sería buena publicidad para Tinder el resultado de la cita, porque este cortometraje estadounidense dirigido por Nathan Crooker explora el terror mediante el uso de su magnífica banda sonora, evitando los jump scares gratuitos a los que estamos acostumbrados en el terror contemporáneo, con un resultado escalofriante y un trabajo excelente en sus diferentes apartados. En un mundo justo, semejante trabajo sería reconocido e imitado, pero seguiremos tragando los mismos golpes de efecto de siempre.

  

El cuarto hueco de la noche estaba reservado para un caso sumamente especial: el participante más joven de las 19 ediciones del Fantosfreak. Recuerdo que, con 12 añitos, me hice una web de un grupo de metal, con el mítico Frontpage, y varios de mis profesores fliparon de que un chaval de mi edad hubiera desarrollado él solito una web. A día de hoy, ese software resulta más simple que el mecanismo de un chupete. Por eso me gusta imaginarme cuantísimo deben flipar los profesores de Pedro Villarejo, director de Redder, con su uso de los VFX a su corta edad (¡15 años!). Y es que Redder es un breve y pequeño cortometraje en el que Pedro despliega su arsenal de conocimientos y recursos. Portales espacio-temporales, saltos imposibles, velocidad del rayo… todo ello interpretado por otros dos jovencísimos actores y utilizando también recursos a nivel de dirección que demuestran un brillante futuro para el joven realizador. Si con 15 años este es el resultado de su trabajo, el cielo es el límite.

Hablando de futuro, es importante no olvidarse de vivir el presente. Y en ese presente hay dos nombres que suenan con fuerza para ser futuros referentes del panorama cinematográfico nacional, si es que no lo son ya. Con su estilo propio, caricaturesco, ácido y accesible a la par, los catalanes Albert Pintó y Caye Casas llevan un bonito año de cosechar éxitos desde que se presentaran en la pasada edición del festival de Sitges su primer largometraje (Matar a Dios) y su último cortometraje RIP, el cual han compartido esta noche de martes junto a cerca de 2.000 almas en Cerdanyola. Con el particular toque del dúo, que ya podíamos observar en trabajos anteriores como el multipremiado cortometraje Nada S.A., RIP es una apuesta segura en festivales gracias a la interpretación de la pareja protagonista formada por Itziar Castro y Josep Maria Riera, que hacen aún más hilarante un guion que es por sí mismo un despiporre en toda regla. A todo esto, en septiembre Matar a Dios llega a nuestras carteleras y no podéis ni debéis perdérosla.




Mehua, siguiente corto a competición de la jornada, es un trabajo colectivo de animación realizado en alguna escuela de diseño en Francia. Curiosamente, el año pasado ya se programó algún trabajo de las mismas características en Fantosfreak. ¿Casualidad o un tremendo talento del futuro de la animación francesa? Sea como sea, Mehua es un trabajo realizado con mimo en el que su trama quizás quede demasiado condensada por su brevedad, pero que se toma ese hándicap como una oportunidad para desatar todo su potencial visual prácticamente en cada segundo de su metraje. Bello, emotivo y místico, a ratos por separado, a otros todo a la vez. Uno de esos trabajos que te deja un buen regusto en el paladar.

A pesar de que entiendo las reacciones positivas, personalmente no me atrajo mucho la propuesta del primer largo del ahora universo Wyrmwood. De hecho, tengo que confesar que en Sitges me quedé frito viéndola, y en un revisionado posterior en casa no es que mejorara mucho mi concepción sobre ella. Pero algo que sí que me encantó es su estética post-apocalíptica sucia, árida y caótica. Por eso, cuando se comenzó a anunciar en redes una secuela, no me emocionó en exceso la idea, algo que cambió totalmente al ver anoche el teaser de lo que están preparando estos locos australianos. Porque Wyrmwood: Chronicles of the Dead funciona como cortometraje independiente, pero está claramente realizado para la búsqueda de financiación de cara al rodaje del largo. Y, sin lugar a dudas, han creado un excelente trabajo que te deja el hype por las nubes, en un violento festival de zombies, vísceras, sangre, tobillos rotos, armas y muchísima acción. ¿Será un presupuesto holgado el elemento necesario para compensar y corregir los errores de la primera entrega en esta futura secuela?




Uno de los pocos trabajos de la noche con realizadora femenina, The Whistler, daba inicio al tramo final de cortometrajes de la segunda jornada de Fantosfreak. Con su propuesta teen horror de componente folklórico y estética gélida, la canadiense Jennifer-Nicole Stang lleva a cabo de forma efectiva una historia espeluznante que se alimenta de los terrores infantiles y de esas leyendas locales que hay en casi todos los pueblos. Porque a veces nuestro escepticismo adulto nos hace olvidar que el ojo no todo lo ve.

No es habitual ver en la parrilla de los festivales un trabajo con 10 años de antigüedad, y mucho menos uno de acceso público que tuvo una época en que se tornó viral. Pero, señoras y señores… ¡Esto es Fantosfreak! Aquí se hace lo que le sale de sus partes íntimas (o públicas, según los gustos de cada cual, claro) al staff del festival. Y es que… ¿Quién se acuerda de “el falso tráiler aquel del asesino de la cuchara”? Porque es probablemente así como conocerás The Horribly Slow Murderer With the Extremly Inefficient Weapon, un descacharrante fake trailer en que un misterioso asesino (¿Es real? ¿Es fruto del subconsciente? ¿Es el primo del Tío Fétido?) acecha a un policía a base de cucharazos, persiguiéndole incansablemente alrededor del mundo. Again, and again, and again, and again, and AGAIN!

¿Y qué iba a ser una noche de Fantosfreak sin un “what the fuck” en toda regla? Este nos llegó gracias a Honey, un misterioso drama sobre los peligros de vivir en una casa grande. O igual era una comedia sobre los riesgos inherentes a quedarse demasiado absorto leyendo. No sé, aún me siento confuso, sin saber si me gustó o me pareció la mayor chorrada jamás realizada. O igual es todo a la vez y resulta tan maravilloso como desastroso.


La jornada la cerró una cachonda producción británica en la que quisieron sacar partido al cobertizo nuevo del jardín del director. Y vaya si dio de sí la cosa. Porque Blood Shed es una ensalada de bricolaje, vísceras, parafilias y humor 100% british regada con aderezo de terror videoclubero y cómics de los 80 que resulta de lo más entretenida e hilarante. El caramelito de la noche para los fans del fantástico más freak y festivalero, sin duda.

La fiesta sigue cada noche en Cerdanyola, y si te la estás perdiendo es: 

A) Porque te queda demasiado lejos
B) Porque estás en Vic
C) Porque quieres
D) Porque no tienes ni puta idea de la vida


¿Cuál es tu respuesta, dominguer

Y ya saben, no cambien de canal. ¡Mañana más!


Óscar Lladó
@SlasherOz

domingo, 12 de noviembre de 2017

Festival de Cine de Terror de Molins de Rei - Sesión de cortometrajes

¡Qué tal Dominguers!, 

Aquí Cristian una vez más dando su opinión, como si a alguien le importara. El año pasado tuve el placer de cubrir los cortometrajes de Molins de Rei para CineDomingo y parece que hice algo bien y les gustó, por lo que han vuelto a confiar en mí para hacerlo de nuevo. 


Hablaremos de todos y cada uno de los cortos de la selección a concurso que hemos podido disfrutar hoy día 11/11, divididos en dos bloques. Haré lo posible por desvelar lo menos posible de la trama e intentaré hacer hincapié en sus puntos fuertes para aumentar vuestra curiosidad por verlos. 
Me voy a ahorrar hablar del apartado técnico de los cortometrajes salvo que alguno tenga algo excepcional en ello, ya que todos sabemos que el nivel técnico de los cortos que se proyectan en Molins es altísimo. 

L’ORA DEL BUIO” de Demenico De Feudis, Italia.

El primer bloque de cortos ha arrancado con unos de los minutos más tensos que se han podido vivir en la noche entera. Los primeros minutos de L’ora del Buio son realmente espeluznantes, perturbadores, lástima que el desenlace no esté a la misma altura. Una historia de brujas que no dejará indiferente a nadie.

CENTRIFUGADO” de Mireia Noguera, España.
Una vez más una historia que juega con el espectador con una trama sencilla y resultona. Una señora mayor le pide ayuda a un joven con la colada, pero parece no estar dispuesta a dejar que el chico se largue así como así. He de decir, que para plasmar mejor el final, me han sobrado un par de planos demasiado explícitos en intenciones.

FÉROCE” de Izú Troin, Francia.
Un ejecutivo es secuestrado y perseguido en un bosque por un cazador. Así de simple es la sinopsis oficial del corto. Lo que nadie nos ha dicho es que sea tan directa y contundente la metáfora que esconde el corto. No quiero desvelar nada más, porque quizá es sólo algo que me ha transmitido a mí… Lo que sí que diré es que la animación es realmente buena, los personajes son toscos y simples pero los escenarios son exageradamente brutales. Obligatorio mencionar también el impresionante trabajo de sonido que tiene el cortometraje. 

ELLOS” de Guillermo Tirado, España.

Algo quiere entrar en casa, y no sabemos que es…

El cine social no va mucho conmigo, además le sumamos la interpretación de Eva Isanta, que la chica es muy “cuqui” (véase el chiste malo) pero… En fin, que no engañan a nadie durante mucho tiempo, principalmente porque dura tres minutos. Pero es más un spot que un cortometraje. ¿Tiene potencia? Sí. ¿Funciona como corto? No.

JITTERMAN” de Alex Mathieson, Reino Unido.

Un extraño ser atormentará a una adolescente hasta conseguir su objetivo. ¿Os acordáis de “Mr. Dentronn”? Pues viene a ser una historia similar pero bastante mejor llevada a cabo. Un cortometraje que transportará a los nostálgicos a las películas tipo Pesadilla en Elm Street.

“CAUCHEMAR CAPITONNÉ” de Jean-Claude Leblanc, Canada.

Parece que una silla es la razón por la que alguna que otra persona se haya quitado la vida. Y dicha silla acaba en las manos de nuestros protagonistas.
Retorcido, sangriento, sexual y extraño. Todo eso bien mezclado en la Baticao y tendrás casi 10 minutos de ¿Qué está pasando aquí? Tiene alguna de las imágenes más retorcidas de la noche.

“BLOOD SHED” de KJames Moran, Reino Unido.

Un hombre construye su propia caseta de jardín y el amor que siente por su creación no es ni medio normal. Una comedia gamberra con sangre y decenas de guiños a los clásicos de las monster movies

Los PP son demasiado buenos para no disfrutar del corto. 

"GOODNIGHT, GRACIE” de Stellan Kendrick, Estados Unidos.

Una niña comienza a oír ruidos en la casa. Ella está protegida por su biblia y su amigo Jesucristo. 

Espera… ¿lo está?

La verdad es que no le había dado la vuelta al corto hasta que Óscar me ha comentado la crítica a cierto grupo de individuos que no quiero mencionar para no chafaros la sorpresa. 

HEALTH, WEALTH & HAPPINESS” de Nic Alderton, Reino Unido.

Dicen que el Diablo sabe más por viejo que por diablo. Pues en este corto ponen en duda dicha afirmación plantando a un ladronzuelo de pacotilla ante la oportunidad de su vida; tres deseos a cambio de su alma. 

Tiene uno de los momentos más divertidos de toda la noche, sin duda.

“PETUL” de Charles Cheval, Francia.

Soy un amante de las ratas y con éste corto lo he pasado realmente mal. Al inicio han dicho que ningún animal ha sufrido ningún daño durante el rodaje, pero aún y así no me ha sentado nada bien. Estéticamente es muy bonito, planos cortísimos, super detalle con una calidad bestial, planos a cámara lenta preciosos con un sonido ahogado de fondo que realmente te sumerge en la historia. Lástima que no lo haya podido disfrutar. 

LE COWBOY DU MONT LAURIER” de Gabriel Vilandré, Canada.

Un tipo un tanto extraño corteja a una jovencita en una lavandería. Pero las apariencias engañan… ¿o no?

Otra historia retorcidamente divertida. El humor negro está cada vez más presente en el cine, sobre todo en el cine un poco más independiente, y gracias a ello podemos disfrutar de algunos momentos como un par de los que nos ofrece éste cortometraje. La mirada de complicidad del actor principal con el espectador es sencillamente brillante.

“9 PASOS” de Marisa Crespo, España.

Con un buen resultado, ya que es bastante resultón para aquellos a los que les gusta éste tipo de piezas, lo meto en el saco de “cortos basados en creepypastas y demás historias “deterrordefantasmasdeniñosqueteasustan”. Consiguen cierta tensión pero la historia no da para los 7 minutos que dura.

HELL OF A DAY” de Evan Hughes, Australia.

Los títulos de crédito más interesantes de toda la noche, sin duda alguna. Zombies, no pueden faltar los zombies, no se considera festival de terror si no hay zombies… Eso sí, en ésta pequeña historia los muertos vivientes son más bien la excusa para contar la historia, son una de las causas que afectan al personaje para que le pase lo que pasa. 

“LIZ DRIVES” de Mia’kate Rusell, Australia.

Dos hermanas que viajan en coche se llevan un buen susto. He de ponerme duro, éste corto me ha dado mucha rabia. Tenía mucho potencial y la idea es bastante interesante. Pero no han tenido cariño ni paciencia a la hora de llevarla a cabo y ha salido algo bastante neutro, demasiado previsible, destrozándose a sí mismo en segundos. Es bueno en todos los sentidos, salvo que te das cuenta tan pronto que lo encuentras estúpido. 

“JULIETTE” de Lora D’Addazio, Bélgica.

Animación, tres chicas bastante exuberantes (lo he de decir, porque parece que para el cortometraje la sexualidad es bastante importante) viajan en un coche hablando de “cosas de chicas”. Algo pasará por el camino que desatará la “verdadera yo” de una de ellas. La crueldad del resultado destaca sobre la dulzura de la animación, así como la escena “sexual”. 

“APRIETA PERO RARAMENTE AHOGA” de David Pérez, España.

Una entrevista de trabajo para pasear perros. Parece que una familia bastante rica es bastante cuidadosa con la selección de personal, de forma que la entrevista es sospechosamente peculiar y  ésta quedará fuera de lo común desde el principio. A pesar de que el resultado final me ha sabido a poco, me ha gustado bastante como Fernando Albizu se ha comido la cámara, el corto y a Adam Jezierski. 

“FILIPPA” de Alexander Rönnberg, Suecia.

Han sido varios los que se han quejado de que no tenía subtítulos. Pero poco ha importado después porque sólo hay una frase en todo el cortometraje. Un hombre llega a casa y su hija quiere jugar al escondite, algo pasa con el agua, escucho ruidos… ¿Dónde está mi hija?

He intentado ser tan confuso como el transcurso del corto, creo que no lo he conseguido. 

“DAEMONRUNNER” de Kiah Roache, Australia.

Es sin duda, por excelencia, la declaración de intenciones más salvaje de la noche. No te han querido hacer pensar, ni dar una lección, ni tan siquiera te han querido contar una historia. Simplemente han llegado, han sacado la polla y la han golpeado sobre la mesa, diciendo: Aquí estamos nosotros y mira lo que sabemos hacer. 

Sin duda alguna es una forma de generar interés por sus nombres y productoras, seguramente para conseguir financiación para un largometraje. 
Se demuestra claramente un universo creado altamente complejo así como un vestuario, sets y efectos especialmente brutales.

“WE TOGETHER” de Henry Kaplan, Estados Unidos.

Un zombie comienza a tener recuerdos de lo que fue. Y no quiero decir cómo, porque es la gracia del corto. Sólo diré que el vídeo es muy bueno en todos los sentidos, aunque queda un poco cojo como historia. Sin duda alguna sería un videoclip brillante.

¡Y esos son todos los cortos de la noche!


No sé si el año pasado tuvimos la suerte de disfrutar de un nivel extraordinario o ha sido que el nivel de éste año ha sido más bien bajo, pero no he salido con muy buen sabor de boca, la verdad. Creo que las expectativas generadas han hecho mella y me han impedido disfrutar de la noche como se merece, aunque también es verdad que han sido varios los que me han comentado cosas parecidas, parece que la cosecha de 2017 no está siendo tan buena como la del año anterior. 

Espero poder escribir algo pronto, un saludo!

viernes, 21 de julio de 2017

18 Fantosfreak - Día 4

¡Qué pasa dominguers! Ya llega el fin de semana, lo cual siempre es una buena noticia. La mala noticia es que ya se acaba el Fantosfreak y vamos a echar de menos las sesiones nocturnas de cortometrajes a la fresca. Eso sí: desde ya, se convierte en una cita obligada en nuestros veranos y el año que viene ahí estaremos de nuevo al pie del cañón. Pero la cosa no se acaba, porque si no habéis podido disfrutar de las sesiones de cortos a competición que han tenido lugar desde el pasado lunes, esta noche se proyectarán los ganadores de los 6 premios del festival, además del último capítulo de La Leyenda de la Princesa Tetasuko (la webserie que se ha estado proyectando estos días antes del bloque de cortometrajes) y algunos trabajos realizados por miembros del staff del festival, entre los cuales cabe destacar el estreno en casa (10 meses después de su estreno en la pasada edición del Festival de Sitges) de las aventuras y desventuras del ¿héroe? Chuck Lee Bronson en Justicia Justiciera III: Kung Fu Karate Annihilator. Un trabajo que es la definición de “cortometraje festivalero”, el cual estamos seguros que hará las delicias de los asistentes al Fantosfreak debido a que su tipo de humor es exactamente el mismo que tienen los interludios y sketches que se proyectan entre corto y corto durante el festival. Al fin y al cabo, su director es ni más ni menos que Rafa Dengrá, director y alma mater del Fantos.  


Pero no adelantemos acontecimientos y dediquémonos a lo nuestro, que es rememorar y valorar la noche de ayer, cuarta del festival y última proyección de cortos en competición. Sin duda alguna, para un servidor resultó una de las noches más potentes en cuanto a la selección de trabajos, entre los cuales figuran algunos de mis títulos favoritos de los 44 finalistas. Vayamos por pasos.

El pistoletazo de salida lo dio El Retrato, cortometraje con caras ya conocidas (su protagonista y su director – que también tiene un pequeño papel – son dos de los actores de Annunaki de Alberto Noriega, proyectado el lunes) que bebe del terror sobrenatural clásico en un formato de programa televisivo de reportajes. Trabajo claramente amateur, con planos interesantes pero que, debido a un metraje excesivo, se acaba haciendo algo tedioso. Según comentó David Ayén, su director, es su primer cortometraje y, aunque apunta buenas intenciones, estamos seguros de que podría ofrecer muchísimo más con un guion más sólido y trabajado, además de cuidar más los detalles y trabajar más las actuaciones de sus actores para que el resultado final resulte más convincente.  


El siguiente turno fue para un breve pero refrescante cortometraje de humor con una protagonista (que parece ser bastante fan de los KK Deluxe) y su último tema compuesto, cuyo estribillo no acaba de convencer demasiado a su padre… con un trabajo de arte genial (¡que habitación más molona!), casi tan genial como sus actuaciones, Estribillo de César Tormo es una muestra de que con mimo, cariño, ingenio, una buena idea y la ayuda de amigos o familiares se puede hacer un trabajo que mire directamente a los ojos a producciones de primera línea. Chapeau!

Hoy Me Ha Pasado Algo Muy Bestia es un cortometraje (que ya habíamos visto en el pasado Sant Cugat Fantàstic) basado en el universo creado a partir del cómic y las novelas de mismo título. Y, de hecho, está únicamente enfocado a las personas familiarizadas con ese universo porque, si no lo estás (como yo), es posible que acabe, te guste lo que has visto pero no hayas entendido una mierda de qué y por qué ha ocurrido. A resaltar el trabajo de fotografía y las coreografías de acción, coordinadas por los cracks de In Extremis Film Services.

La de ayer fue una noche con diversos cortos francófonos, el primero de los cuales fue la salvajada animada Juliette, dirigido por Lora D’addazio y proveniente de Bélgica. Un viaje acompañando a los demonios internos de una aparentemente tímida y retraída muchacha que desemboca en un final cuya animación me recordó a las partes más gore del anime Corpse Party.

El turno llegó para La Voce, un sórdido, surrealista y oscuro relato de amor y dolor regado con ópera. Rodado en blanco y negro, la historia nos cuenta el desengaño amoroso de un hombre desesperado por ser amado. El tramo final es simplemente magistral… y eso lo dice alguien que no es muy amigo de los musicales. Tan precioso como extraño y devastador.


El segundo trabajo de animación de la noche vino de la mano de Ramón Alós con su cortometraje El Invernadero. Una animación, sobretodo en cuanto al diseño de personajes se refiere, que puede recordar a Tim Burton, aunque el giro oscuro, macabro y retorcido de su guion no tiene esa cierta inocencia y candidez de los trabajos del realizador estadounidense. Un guion sumamente original que hace de El Invernadero una propuesta fresca y arriesgada.

El terror con protagonistas de carne y hueso llegaba de la mano de iMedium, un film que demuestra que una buena idea, un guion bien desarrollado y unos actores convincentes son el único requisito para rodar, con poco presupuesto, un trabajo candidato a acumular selecciones y premios por doquier. ¿Qué os apostáis a que, en cosa de un año, iMedium habrá superado el medio centenar de selecciones como mínimo? Apuntad esto en vuestras agendas mentales, porque ya veréis como tengo razón y esta app para contactar con nuestros familiares fallecidos va a dar mucho que hablar.


La recta final comenzaba a llegar con la curiosa Eldritch Code, una aproximación moderna al universo Lovecraft, en particular a los Mitos de Cthulhu, representada a través del mal día que está teniendo el ingeniero de sistemas de una empresa que se enfrenta a un agresivo ataque informático. Al igual que con Hoy Me Ha Pasado Algo Muy Bestia, puede que deje frío y confuso a quien no esté familiarizado un mínimo con el mito de Cthulhu, pero desde luego no se pueden negar las bondades de su apartado técnico.

Es muy raro que, con lo insensibilizado que estoy ya respecto al cine de terror, un trabajo del género consiga ponerme la piel de gallina. Muchos me entenderéis si digo que echo de menos pasar miedo con el cine, y que me es increíblemente difícil conseguirlo. Pues bien, que lo consiga un cortometraje en un ambiente no muy propicio para sentir miedo (rodeado de centenares de personas, muchas de ellas de cachondeo y de charla, dificultando la inmersión) es, desde luego, una señal inequívoca de que el producto es bueno. Y el título canadiense Point of View consiguió anoche, con su juego del “pica-pared” en la morgue, que varios escalofríos recorrieran mi columna vertebral hasta erizarme los pelillos de la nuca. Sin lugar a dudas, mi favorito de la noche y uno de los trabajos que más he disfrutado estos días. Justin Harding, you fucking rock.

Sofá, Manta, Palomitas suena a planazo insuperable, pero en realidad es el título del penúltimo trabajo de la noche. Y, efectivamente, lo que empieza como un planazo insuperable acaba torciéndose de forma drástica. Me encantó el detalle de recrear la película que están viendo los protagonistas, lo cual aporta un toque gore y gamberro al cortometraje. Buen trabajo de Erik Gatby.

Y el honor de cerrar las proyecciones de los cortos a competición recayó en Quenottes, rodada entre Luxemburgo y Francia. Un trabajo que remite a esas películas ochenteras de animales hijoputescos, dándole un siniestro giro al mito del Ratoncito Pérez. A pesar de resultar convincente y entretenido, es de aquellos trabajos de “una vez y no más” que ni siquiera te planteas revisionar.  


Y esto ha dado de sí el Fantosfreak hasta hoy: 4 días con 44 cortometrajes, decenas de intros, interludios y falsos anuncios, muchas risas, escalofríos, algún que otro nudo en la garganta y, en mi caso, mucho café. Estamos planteándonos buscar sponsorización de alguna marca de café para la edición del año que viene, con lo que contactaremos con la gente de Decorado con tal de que nos pasen el contacto del delicioso café marca Acmë.

Lo dicho, nos vemos el sábado.

¡Larga vida al Fantosfreak!

HAIL SEITAN!



Óscar Lladó

jueves, 20 de julio de 2017

18 Fantosfreak - Día 3

Cuando asistes todos los días a un festival que se celebra entre semana y no tienes la suerte de estar de vacaciones, el tamaño de las ojeras aumenta a la par que el de la sonrisa a medida que los días avanzan. Acostarse a las tantas, levantarse temprano… en definitiva, dormir poco, es un mal menor si cada noche disfrutas de sesiones de cortos cojonudos a la fresca.

Ya os hemos contado las bondades del Fantosfreak, pero seguimos insistiendo en que tenéis que vivirlo por vosotros mismos. Parece que, noche tras noche, el público aumenta un poco más. Si continúan así, el viernes se plantan en las 2.000 personas entre el respetable. Unas cifras de locura que compensan sin duda el enorme trabajo de la organización en todos los sentidos.

Con una selección de cortos bastante equilibrada (como cada día), la tercera noche se me pasó en un suspiro. Buena señal… ¿no?


La noche arrancó con un nuevo episodio de La Leyenda de la Princesa Tetasuko, la webserie que se está proyectando cada día antes del bloque de cortos a competición. Si el primer episodio me pareció correcto sin más, este segundo episodio estuvo mucho más divertido (videoclip de trap incluido) y su ritmo me resultó menos atropellado que el del piloto. Veremos por dónde continúa la aventura de Samu (de samurái).  

Imágenes cedidas por la organización del festival
El primer cortometraje de la noche fue Share o no Share, un trabajo cuyo elenco encabeza el gran Luis Tosar junto a Isabel Blanco y que fue presentado por su realizador Juan Hervella, quien vino directamente desde Galicia para la ocasión. Según comentó, no lo pasó demasiado bien con la producción del corto, pero puede estar contento y satisfecho del resultado. Humor, drama, crítica social, acción y algo de gore se mezclan con savoir faire en un trabajo curioso de puro entretenimiento.

El segundo trabajo fue una frikada del santo copón, muy sencillita, con solo dos personajes y una sola localización. ¿El título? Lo de Mis Tetas, bastante descriptivo de lo que nos encontramos en él. Poco más de un minuto de humor absurdo para partirse el ojete a gusto alrededor del clásico chiste.

La sesión siguió con Dawn of the Deaf, un título inglés dirigido por el jovencísimo Rob Savage. Lo que al principio parece un drama protagonizado por una chica sorda, se convierte finalmente en un film de terror. Un cortometraje claramente realizado para buscar financiación con tal de convertirlo en largometraje y que, por tanto, nos deja con ganas de más y, sobretodo, de saber el por qué del plot twist final.  


Cold Storage es un curioso corto con una fotografía preciosa (no puedo evitarlo: prácticamente cualquier cosa rodada en la nieve me tiene ganado ya de antemano) y una historia cuanto menos curiosa que sirve como excusa para realizar un cortometraje de danza. Y es que, sí dominguers, yo hace muy poquito que me enteré de ello, pero existen multitud de festivales de cine de danza alrededor del globo. No me verán por ahí, pero desde luego siempre es una buena noticia que existan propuestas relacionadas con el mundo del cine para todos los gustos.

De bizarrada en bizarrada (y tiro porque me va la sobrasada… joder, ya se me está pegando algo de Garci Superstar), el siguiente turno fue para Pizza Face, un cortometraje de animación (¿Alguien más pensó en la ya clásica Annoying Orange al verlo?) en el que una pija asquerosa y superficial recibe su merecido en forma de faceswap. Por tonta’l nabo.

En la mitad del bloque nos encontramos con un viejo conocido, uno de mis cortos favoritos del pasado año, el cual tuve el placer de disfrutar en el festival de Sitges: Death Metal, de Chris Mcinroy. Metal, satanismo y mucho gore que nos recuerda, en ciertos momentos, a títulos ochenteros que mezclaban el metal con el terror, como Muerte a 33RPM, Al Filo del Infierno o incluso la más reciente Deathgasm. Probablemente el corto más festivalero que podremos ver estos días en Cerdanyola. Divertidísimo.


A continuación pudimos disfrutar (o padecer, según se mire) de Cavalls Morts, un devastador cortometraje de animación en stop motion que recrea los horrores de la guerra desde los ojos de un inocente niño pequeño. Una historia tan cruel como realista que deja mal cuerpo y la cabeza dando vueltas. Un aplauso enorme para sus realizadores Marc Riba y Anna Solanas.

Directamente desde Reino Unido, Nic Alderton nos presentó, en cuasi-perfecto castellano, su trabajo Misdirection (parte de una serie de cortometrajes llamada The Albion Tales). Jugando con elementos y temáticas aparentemente sin relación como la infidelidad y la magia, lo que empieza como un corto con cierto toque de humor, se oscurece poco a poco hasta eclosionar en un final tan romántico como violento.  

Imágenes cedidas por la organización del festival
El antepenúltimo trabajo de la noche, venido directamente desde Francia, fue Le Plan. Una historia de terror de ambientación sórdida y sucia que puede parecer, en cierto modo, una metáfora sociopolítica. Mención especial al maquillaje, claramente inspirado en el Nosferatu de Murnau. Una lástima que no acabara de cerrar bien la historia, ya que el background de algún que otro personaje se pierde en el subtexto. Si no fuera por eso, probablemente estaría a la cabeza de mis favoritos de los 33 trabajos que llevamos vistos hasta hoy.

El trabajo más amateur de la noche, junto a Lo de Mis Tetas, fue Chicaman. Un corto modesto, con estética de cómic (ya que, al fin y al cabo, es una historia de superhéroes) cuyo final es el clásico busca-aplausos (que conste que es un comentario positivo aunque pueda no parecerlo). Y, desde luego, consiguió la misión. Crudo, visceral y directo cortometraje con trasfondo crítico hacia la lacra de los maltratadores.

¿Y qué vamos a deciros a estas alturas de Behind de Ángel Gomez-Hernández? Un corto que está al borde de las 150 selecciones por festivales a lo largo y ancho del globo, pre-seleccionado para los Goya, con una Macarena Gómez en estado puro y premios por doquier. Una metáfora del terror de una madre a perder a su hija expresada bajo los cánones estilísticos del terror contemporáneo y la clara influencia del j-horror. No te lo puedes perder, y oportunidades para verlo seguro que no te faltan.


Hoy tendremos los 11 últimos trabajos a concurso y, a pesar de que muchos de ellos ya los he podido ver por otras vías, ahí andaremos para contaros mañana lo que os estáis perdiendo (si os quedáis en vuestras casas) o (si vais) para que podáis conocer la opinión de otra persona que, al igual que vosotros, disfrutó otra noche más de una cuidada y variopinta selección de cortometrajes.

Y, como dice el protagonista de Death Metal

HAIL SEITAN! (¿O era Satan?)

Óscar Lladó

Aquí tenéis el vídeo por si os da palo leer:


miércoles, 19 de julio de 2017

18 Fantosfreak - Día 2

¡Dominguers! Seguimos con la fiesta en el Fantosfreak. Ayer tuvo lugar la segunda jornada y hoy se comienzan a notar las consecuencias de dormir poco y mal. ¿Llegaremos al viernes vivos? ¿O tendremos que ponernos una sonda de café directa a vena? ¡Hagan sus apuestas!

La noche del martes contó con bastante más público que el lunes (el boca-oreja y los que repetimos del lunes arrastrando a más gente con nosotros hicieron su parte). Las cifras comentadas por la organización hablan de más de 1.500 personas que se acercaron al parc del turonet para disfrutar de un nuevo bloque de cortometrajes a competición. La nota negativa de la noche la puso el hecho de que un porcentaje muchísimo más alto que el lunes fue simplemente para tomar el fresco, sin ningún tipo de respeto por el público que intentaba prestar atención a los cortometrajes. Desde aquí hacemos un llamamiento a todas aquellas personas que vais por pasar el rato y no respetáis ni el trabajo ajeno ni el derecho de los demás a disfrutar de los cortometrajes e instamos a que os quedéis en vuestra puta casa a dar por culo a quien os apetezca en vez de joder el ocio al personal. Será que no tenéis una ciudad grande, y será que el parque no tiene el suficiente espacio como para que os vayáis a otra parte si queréis charlar, porque un festival de cine no es lugar para ello. No es tan difícil de entender, pedazo de garrulos.

Dejando de lado a la escoria que decidió ayer pasearse por allí, el nivel de los cortometrajes fue algo más bajo en general que el de la sesión inaugural, pero aun así contamos con trabajos interesantes durante algo más de dos horas. Una noche más oscilando entre la comedia, el terror, la animación, el drama y la ciencia-ficción, 11 nuevas propuestas entraron por nuestras retinas.

La noche comenzó con un concierto tributo a Eskorbuto y Parálisis Permanente que dio paso a la presentación por parte del equipo de Lopetegui Productions de su webserie La Leyenda de la Princesa Tetasuko, cuyos 4 capítulos se irán emitiendo durante el festival. Risas moderadas en un primer episodio algo irregular, pero la serie promete y estaremos encantados de ir viéndola durante los próximos días.

Imágenes cedidas por la organización del festival

El bloque de trabajos a competición se abrió con Recall, un corto húngaro dirigido por Daniel Reich (sí, el apellido da juego, lo sabemos) cuya mayor bondad es su apartado técnico, especialmente en lo que a los aspectos visuales se refiere. Fotografía y color magníficos, planos preciosistas e incluso bucólicos… para una historia que se extiende demasiado para concluir de la forma en que lo hace. Excesivos 20 minutos para un metraje que se desinfla poco a poco.

Invasion Day fue, para un servidor, una de las sorpresas de la noche. De muy corta duración, este trabajo de final de carrera cuenta con un impresionante despliegue de VFX en el que se nos muestra París atacada por extraterrestres. Una historia sencilla en el que lo único importante es, al fin y al cabo, el apartado visual… y, desde luego, es tremendo.


En tercer lugar llegó la propuesta más dramática de la noche, uno de mis cortometrajes favoritos del Cryptshow 2016, la tremendísima patada en la boca que es The Disappearance of Willie Bingham, trabajo australiano dirigido por Matt Richards en el que se nos presenta un mundo en el que se ha privatizado la gestión de las instituciones penitenciarias. Se crea un nuevo tipo de condena: una ejemplar en la que se somete, poco a poco, a cirugías para amputar partes del cuerpo del criminal. ¿Y quién escoge qué amputar y cuándo dejar de hacerlo? Los familiares de su víctima. 


Devastador, estremecedor y violentísimo aun sin mostrar demasiada carnaza, nos lleva al debate interno entre nuestro sentido de la justicia y el derecho a la vida y a una muerte digna que debería (¿o no?) tener cualquier persona, independientemente de los actos que haya cometido durante su vida. Personalmente me parece un trabajo magistral que, sin lugar a dudas, merece el amplio recorrido por el circuito festivalero del que está disfrutando.

A pesar de su totalmente antitético tono respecto a The Disappearance of Willie Bingham, el siguiente trabajo, Metube 2: August Sings Carmina Burana, lo tenía muy difícil para mantener el nivel respecto a la anterior proyección. Y, efectivamente, no lo consiguió pese a su despliegue de medios y VFX (impresionante ese tiovivo de varios pisos) o, por lo menos, no conseguí comulgar con la propuesta en ningún momento. Una especie de videoclip largo, surrealista y psicodélico que pasa sin pena ni gloria. Personalmente me pareció un desperdicio de medios y recursos tremendo… pero también es cierto que no soy muy amigo de esta clase de producciones.

El Día de los Espíritus Asesinos, quinto cortometraje a competición, es un trabajo clarísimamente amateur, con una historia simplona y un reparto en el que claramente el realizador ha tirado de amigos y conocidos para llevar a cabo el proyecto. Los efectos digitales, curiosos y logrados (dentro de las posibilidades de su presupuesto probablemente inexistente, claro), son lo más destacable de este trabajo en el que está claro que prima la pasión y las ganas de hacer cine, independientemente de los recursos técnicos y humanos con los que contaron para llevarlo a cabo.

Uno de los platos fuertes de la noche (aunque prácticamente nadie fuera consciente de ello, únicamente los que tuvimos la suerte de verlo antes) fue el corto gallego Einstein-Rosen, dirigido por la realizadora Olga Osorio, y los aplausos al acabar fueron buena muestra de ello. Y es que el film gestiona de forma inteligente los recursos y posibilidades con los que cuenta para narrar esta entrañable historia cargada de humor y ciencia, contando además con un elenco de actores tan maravilloso como poco conocido. Sin duda alguna, si el mundo es un lugar justo, os hartareis de escuchar el título de este cortometraje por todas partes. Esperamos y deseamos que cuente con todo el éxito del mundo. Será merecido al 100%.


La parrilla siguió adelante con el (si no me equivoco) único corto de producción local. Rodado en Cerdanyola, Apocalipsis Año Cero es un trabajo amateur y familiar. Tan familiar es que el corto está protagonizado por el propio director, su mujer, sus hijas y su suegro, lo cual le da ese toque entrañable. Una historia muy sencillita y sin artificios que bebe del terror clásico con la que el realizador tomó la inteligente decisión de no alargarla demasiado para que la falta de medios no significara un problema.

Otro de los highlights de la noche fue la delirante L’Ours Noir. Rodado entre Francia y la Bélgica francófona, este inclasificable trabajo parece estar realizado por Jean-Pierre Jeaunet puesto de tripis después de haberse obsesionado con slashers ochenteros de tono campy. Una pareja gay interracial a punto de casarse, un naturista amante de Nietzsche, una mujer de esas de “yo no soy racista/sexista/homófoba/whatever PERO…” y un tipo cuyo único interés parecen ser los carbohidratos y el hipismo, pasean por un parque natural cuando se toparán con la presencia de un oso cabrón con el que no funciona ningún tipo de prevención. Gore, humor absurdo y muchas risas en un trabajo llevado a cabo con el gamberrismo como bandera, de aquellos que se disfrutan el triple en un festival.


La noche comenzaba a tocar a su fin con la proyección de Ven a ; violento y visceral (nunca mejor dicho) trabajo de terror proveniente de tierras mexicanas que tira de un recurso al que ya no estamos demasiado habituados debido al flanderismo social que nos invade: mostrar a niños como víctimas, además de forma muy directa y cruda. Un trabajo sin tapujos, breve e impactante, con un toque sobrenatural.

El penúltimo cortometraje del bloque fue La Nuit Je Danse Avec la Mort. Si ya hablábamos antes de tripis refiriéndonos a L’Ours Noir, en este caso hablamos ya de contenedores gigantes de LSD y el equipo entero bañándose en él mientras desarrollan el guion y ven, de fondo, Drive y The Neon Demon. Estamos hablando de un trabajo de animación que habla de la muerte, la vida, el amor y la pasión de forma críptica y muy visual. Sugerente… sin más.

Por último, otra nueva dosis de terror vino de la mano de Monsters, un trabajo estadounidense que cuenta con un memorable doble plot twist que te deja petrificado. En él se nos explica la historia de una niña que vive encerrada en un búnker debido a que el exterior está repleto de peligrosos monstruos. Inteligente, fresca y original propuesta de Steve Desmond, un realizador a seguir muy de cerca por parte de los amantes del cine fantástico.

En unas horas nos vemos de nuevo por Cerdanyola, dominguers. ¡Que no pare la fiesta! Yo, mientras tanto, me voy a tomar el octavo café del día.

Óscar Lladó

Aquí va la crónica en vídeo por si os da palo leer: